Fallece médico pionero de la lucha contra la diabetes en México

Fallece médico pionero de la lucha contra la diabetes en México

  • Conmoción de radioescuchas mexicanos por la muerte del doctor Jorge Barrera Vázquez promotor de la medicina social en el  país
  • Médico egresado de la UNAM, especialista en endocrinología, organizó los primeros clubes de diabéticos
  • Fundó hace 40 años el programa “Barra Médica, Por Su Salud”; ofrecía consultas gratuitas y  creó una red de medicina que daba atención a las personas de bajos recursos

jorge barrera

Una jornada de dolor, tristeza  y conmoción vivieron el domingo 10 de abril, miles de radioescuchas de una popular cadena radiofónica del país por el fallecimiento del doctor Jorge Barrera Vázquez, ocurrido este último fin de semana, fue  un médico especialista en endocrinología, pionero en la atención de la diabetes en México, que estaba dedicado a procurar la salud de un atento público que lo seguía cada semana a través de  las ondas radiofónica de del 1110 de AM,  de la cadena Radio Centro,  en un programa del que era conductor.

Pocos programas de radio en México  como el que fundó el doctor Barrera Vázquez, quien se decía un liberal de valores, amante de su patria,  han llegado a contar con el más alto índice de radioescuchas, como “Barra  Médica, Por Su Salud”, creado por este peculiar doctor mexicano descrito como una persona de buen humor, siempre amable y cálida. Su lema era procurar bienestar, el “estar bien”. Decía que su patria sufría y animaba a sus radioescuchas a  seguir luchando por un país mejor.

No descansaba, organizaba los fines  de semana jornadas médicas, clubes de diabéticos,  en barrios y colonias con población de bajos recursos del norte de la capital, en los municipios del vecino Estado de México. Lo que más le molestaba era la desunión de los mexicanos, buscó siempre  la unidad en la diversidad, dijo una de sus colaboradoras médicas.

A grupos de médicos que lo acompañaban en esas jornadas los convertía en “reporteros de la salud”. Entre sus lemas estaba que la “salud debería estar en la calle” y repartía folletos de orientación sobre la prevención de enfermedades y del cuidado de la salud.

Llamado “sembrador de la salud”, “luz de entusiasmo”,  “dador de la vida”, “fiel discípulo de Hipócrates”, “un labrador de la salud”, quien cumplió con “su misión de médico”, el doctor Barrera Vázquez es uno de los pocos casos inéditos de la medicina mexicana. Dedicó toda su vida al auxilio de pacientes de pocos ingresos, otorgaba consultas gratis, facilitaba medicamentos a personas sin recursos.

Egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  Barrera Vázquez dejó miles de anécdotas de una vida completamente dedicada a la salud de sus compatriotas y vecinos de San Juan de Iztacala, un barrio al norte de la Ciudad de México, donde organizó el primer comité de salud.

Era un filántropo de la salud en México, eminente especialista en endocrinología, fundador del escuchado programa “Barra  Médica,  Por Su Salud”,  que se transmitía cada domingo entre las seis y ocho de la mañana por las ondas radiofónicas del 1110 de AM de la cadena Radio Centro.

Sus tareas de misionero de la medicina social le fueron  compensadas por los compositores Felipe Gil y Roberto Cantoral, quienes le llegaron a dedicar “corridos”. Hasta su fallecimiento fue  director de los servicios médicos de la Sociedad de Autores y Compositores de México desde 1983.

A la estación Radio Centro, ubicada al poniente de la capital, llegaron este domingo 10 de abril decenas de llamadas de conmovidos y devastados radioescuchas dolientes por la muerte de Barrera Vázquez, de diferentes partes de la Ciudad de México y del interior del país.

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Cada domingo por las ondas sonoras del programa “Barra Médica, Por Su Salud”,  que el doctor Barrera Vázquez, fundó hace cuatro décadas, decenas de ansiosos radioescuchas buscaban orientación médica, alivio a la incertidumbre  que sufrían por sus padecimientos. Barrera Vázquez los orientaba,  escuchaba pacientemente y les ofrecía auxilio; otorgaba consultas de cortesía y los enviaba con médicos especialista de una red de salud que había creado paralelamente a su popular programa.

Este domingo 10 de abril fue de tristeza para los colaboradores del doctor Barrera Vázquez- todos ellos especialistas, odontólogos, cardiólogos, urólogos, incluso abogados, promotores, activistas de Alcohólicos Anónimos. Esta mañana se escucharon las voces compungidas y tristes de sus colaboradores, con las lecturas de poemas de Mario Benedetti y  de Amado Nervo, agradecimientos de sus pacientes, testimonios de gratitud hacia un médico que siguiendo el ejemplo de Hipócrates desde muy joven salía a cualquier hora a dar atención cuando se le requería.

En su pueblo de San Juan de Iztacala, un barrio de origen prehispánico, el doctor Barrera Vázquez era una persona querida y respetada. Se le recuerda porque atendía partos en las cocinas de las casas cuando no existían hospitales cercanos. Salía a cualquier hora a dar atención médica. Una radioescucha definió sus tarea médica como un “bálsamo del corazón”.

Barrera Vázquez decía constantemente en su programa que la medicina tenía una función social. Como pago, sus pacientes lo obligaban a recibir una gallina, un borrego, un guajolote, una caja de galletas. Decía que México lo que más necesitaba era justicia.

Este doctor mexicano que llevó su pasión de médico desde que egresó de la Facultad de Medicina de la UNAM se especializó en Medicina interna,  Endocrinología y Nutrición en el Hospital General de México, donde llegó a ser jefe de la consulta  externa.

En la Secretaria de Salubridad y Asistencia ( hoy Secretaría de Salud) de 1984 a 1988,  fue el primer jefe del Programa Nacional de Prevención y Atención de la Diabetes, actividad por la cual recibió un reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud, al incluir la participación y organización de los primeros clubes de enfermos diabéticos en las instituciones de salud del país.

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