Crean una silla “preventiva” para personas de avanzada edad

Crean una silla “preventiva” para personas de avanzada edad

  • Alumnos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM la diseñaron para personas de edad avanzada que han visto disminuidas sus capacidades motrices y visuales
  • Avisa si hay obstáculos o si una rampa rebasa los 30 grados de inclinación
  • Cuenta con sensor de temperatura

silla preventiva

Estudiantes universitarios desarrollaron un prototipo de silla de ruedas llamada la “silla preventiva”. Cuenta con sensores frontales y laterales que detectan la presencia de personas u objetos. Ha sido  creada por Rafael González Aldaco y Hugo Fernández, de octavo y sexto semestres de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica, respectivamente, que se imparte en la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 Esta innovación, presentada en la Expo DIMEI. Tiene vibradores en los brazos que advierten si hay algún objeto o persona cerca. “Su segunda función es detectar, al subir una rampa, si ésta tiene más de 30 grados de inclinación y si es así, activa una alerta para evitar una caída”, explicó González Aldaco, uno de los estudiantes de la principal universidad mexicana.

 La tercera y última función es un sensor de temperatura. El forro de la silla es impermeable, lo que provoca un flujo de calor concentrado que puede incomodar y generar sudoración. Para evitar esas situaciones, cuenta con ventiladores en la parte trasera (respaldo), que ayudan a que el aire fluya y refresque al usuario.

 En cuanto al costo, Hugo Fernández explicó que la idea de la silla no es nueva y que algunas empresas han puesto en el mercado modelos similares, pero su precio es alto, y por lo tanto no son costeables para muchas personas. “Nosotros tenemos un costo neto de fabricación de aproximadamente dos mil pesos”, agregó.

 Además de su beneficio económico, la silla preventiva puede auxiliar a algún adulto mayor si se queda dormido en un lugar reducido, pues le avisará si tiene a su alrededor obstáculos.

En un espacio público contribuirá a un mejor tránsito, porque las calles de las ciudades, específicamente las rampas para discapacitados, no cumplen la regla de máxima inclinación, que es de 30 grados, concluyó.

Please follow and like us: