Transición demográfica en México incrementará la demanda de servicios

Transición demográfica en México incrementará la demanda de servicios

  • Para 2030, el porcentaje de Personas Adultas Mayores será de 20.4 millones, representará 14.8 por ciento de la población
  • Se incrementará la demanda de servicios de la salud, vivienda, pensiones y espacios urbanos que faciliten el tránsito de esta población
  • Actualmente el 26 por ciento del total de personas adultas mayores   tiene discapacidad y 36.1 por ciento  posee alguna limitación.
Foto: T E
Foto: T E

A propósito del Día Mundial de la Población, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó del proceso de envejecimiento que vive el país a partir de los cambios registrados en la base piramidal de la población nacional.

Actualmente datos de la Encuesta Intercensal aplicada en 2015, señalan que en nuestro país residen 119.5 millones de personas: 48.6% son hombres y 51.4% mujeres.

El proceso de envejecimiento se caracteriza por un incremento paulatino en la proporción de adultos mayores y una disminución en la participación relativa de la población de niños y jóvenes.

De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), para 2030, el porcentaje de adultos mayores será de 20.4 millones, lo que representará 14.8 por ciento. Con el aumento de esta población se incrementa la demanda de servicios relacionados con la salud, vivienda, pensiones y espacios urbanos que faciliten el tránsito de estas personas.

“La transición demográfica, caracterizada por la reducción de la fecundidad y la mortalidad, han provocado cambios importantes en la estructura por edad de la población. Estos cambios han dado lugar a un proceso de envejecimiento y la generación de un bono demográfico que es importante optimiza” dice un comunicado del INEGI.

Cambio demográfico en la población de sexo masculino y femenino 2000-2030. Foto: CIEP
Cambio demográfico en la población de sexo masculino y femenino 2000-2030. Foto: CIEP

Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014, señalan que del total de adultos mayores (60 años y más) 26 por ciento  tiene discapacidad y 36.1 por ciento le afecta alguna limitación.

En los primeros, los tipos de discapacidades más reportados son: caminar, subir y bajar usando sus piernas (64.7 por ciento); ver, aunque use lentes, (41.4 por ciento) y escuchar, aunque use aparato auditivo, (25.9 por ciento). Mientras que en la población con limitación caminar, subir y bajar usando sus piernas (55.4 por ciento) y ver, aunque use lentes, (54.5%) son las actividades con limitaciones más declaradas.

En el plano internacional, la transición demográfica no ha seguido trayectorias homogéneas, y ello ha provocado que el proceso de envejecimiento tome diferentes niveles en las diversas regiones del mundo.

En Europa por ejemplo, el porcentaje de población de 60 años y más es de 23.9 por ciento, mientras que en nuestro país, es de 10.4 por ciento según información de la Encuesta Intercensal; respecto a 1990, se observa un aumento de 4.2 puntos porcentuales.

En forma paralela, los grupos de edad que conforman la base piramidal han disminuido: el porcentaje de la población menor de 15 años pasó de 38.3 a 27.4 por ciento en el mismo periodo; mientras que el de 15 a 29 años disminuyó de 29.4 a 25.7 por ciento. La población de 30 a 59 años aumentó de 25.5 a 36.4 por ciento, y en el corto o mediano plazo, se integrará gradualmente al contingente de adultos mayores que residen en el país.

El bono demográfico hace referencia al aumento de la población en edad productiva respecto a la población dependiente (menor de 15 años y de 60 y más años). Dicho aumento provoca que la razón de dependencia disminuya. Entre 1970 y el año 2000 su disminución fue notoria y pasó de 107.6 a 70.7 personas dependientes por cada 100 en edades activas. En los últimos años la disminución es menos pronunciada: en 2015 alcanza un valor de 60.9 personas dependientes por cada 100 en edades productivas.

Para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), es importante generar un contexto en el que se obtengan beneficios de ese bono demográfico. En palabras de la citada institución: “el tamaño de dicho dividendo depende fundamentalmente de la inversión en capital humano y del fortalecimiento de las capacidades humanas, así como de la aplicación de políticas en favor del empoderamiento de los jóvenes”.

Este organismo hace hincapié en algunas acciones que resultan estratégicas para lograr este objetivo y tienen que ver con: prolongar la edad a la primera unión y el primer embarazo; aumentar el nivel educativo; mejorar los servicios de salud reproductiva, y disminuir la violencia de género.

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