Geriatría política: que los viejos no voten

Geriatría política: que los viejos no voten

Partidos y organizaciones manipulan la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea como el enorme ‘error de permitir a los viejos decidir el futuro de los jóvenes’, cuando así conviene a sus intereses electorales

The United Kingdom Goes To The Polls In The EU Referendum

M.Sc Erich Francisco PICADO ARGÜELLO*

“Entendemos la democracia como un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, pero en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos los ciudadanos. Es una filosofía de vida, una idiosincrasia que se basa en el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos”. Anónimo

La cosificación de la sociedad, su deshumanización alcanza ahora el ámbito de la política electoral como un paso más hacia la segregación pretendida por aquellos quienes, cegados por las ansias de poder, pretenden definir un régimen de conveniencia para aprobar quién sí y quién no puede tener derecho al sufragio, relegando tal virtud a quienes le son convenientes para su proyecto político.

Es el siglo XXI y lo que se creía superado en Occidente reverdece. Cuando criticamos con fuerza el apartheid electoral del que son objeto las mujeres y los gais en teocracias musulmanas, ahora germina de a poco en Occidente una corriente con tamices de expresión mediática ante la cual debe estar alerta la sociedad para que no desemboque en una praxis institucionalizada que cercene el derecho fundamental de expresión en las urnas a todos los ciudadanos en general.

Los escenarios recientes

brexit voto

En el Reino Unido la mayoría ha decidido optar por el camino de la salida de la Unión Europea (UE) y la victoria ajustada de quienes desean esa salida está refrendada al enorme “error” de permitir a los viejos decidir el futuro de los jóvenes. Una fractura geográfica y generacional que deja en evidencia el triunfo del Brexit en el referendo por la Unión Europea el 56% de los votantes de entre 25 y 49 años también se mostró a favor de continuar en el bloque. Pero… Entre los electores cuyas edades oscilaron entre los 50 y 64 años, solo el 44% quiso quedarse en la Unión Europea. Y entre los mayores de 65 años, apenas el 39% votó a favor de la continuidad.

“El futuro de este país ha sido decidido por quienes no estarán aquí para vivir con las consecuencias. Qué desastre”, escribió en su cuenta de Twitter un joven que se identifica como ‏@ThomasAmor1 y vive en Manchester, en el norte de Inglaterra.

Según el sentir de líderes de opinión de Gran Bretaña interpretan así el resultado: los viejos han hipotecado un futuro, económica y políticamente, en el que son los jóvenes los que van a tener que vivir. “Una proporción significativa de los jóvenes quería continuar en la UE”, remarca el jefe de los liberales demócratas, Tim Farron. “Han votado por su futuro, que luego les han arrebatado”. El presentador de televisión británico James Corden se lamenta: “No me cabe en la cabeza lo que ha ocurrido en este país. Lo siento por los jóvenes, siento que se les ha dejado en la estacada”.

“Yo pienso en mi hijo de 16 años y veo el voto de aquel anciano como una frívola traición a la gente joven de su país”, expresó una madre joven inmigrante española, según la prensa de la isla.

“Lo ideal sería que se prohibiese votar en este referéndum a los mayores de 55 años, demasiados de los cuales ven el mundo a través del prisma de la nostalgia imperial, y se deje el campo electoral libre a aquellos cuyos horizontes se verán disminuidos si su país sale de la Unión Europea”.

Este es un concepto eminentemente fascista consentido y celebrado por una buena parte de la ciudadanía británica a la que le ha sido contrario el resultado de los comicios.

Pero el Reino Unido no es el único caso manifiesto. Recientemente, pasadas las elecciones españolas, y ante la debacle electoral sufrida por el partido comunista y su líder Pablo Iglesias ha vuelto a aparecer. En campaña política, como es la regla para los comunistas, su discurso se basó en generalizar a todo el que no simpatizara con su causa de corrupto, enajenado, vendido, paria, fascista y un largo etcétera.

Imbuido en una borrachera de redes sociales, el tal Pablo Iglesias, aliado incondicional de Venezuela, Irán y quien ha tenido la graciosa monada de expresar que “la caída del Muro de Berlín fue una mala noticia para la humanidad”, presagiaba en la unión de su partido Podemos, Izquierda Unida y 20 grupos más de bajo raigambre una contundente victoria política a la que denominaron “sorpasso”.

¿Qué no voten los viejos? Valdría recordar que quienes construyeron la nación, quienes vivieron la guerra, la miseria y el hambre, quienes sin computadoras ni tabletas forjaron el destino de la patria son, sin duda, los primeros en derecho a opinar, votar y definir el camino de lo que más convenga a los intereses nacionales. 

elecciones 26j

“Tortazo” se llevaron al abrirse las urnas y verificar, no sin estupor, que lograron más de millón y medio de votos menos que en las anteriores elecciones, redujeron su número de escaños y que el pueblo español respaldaba a la figura de Mariano Rajoy como un elemento catalizador y serio para la continuación de la recuperación económica del país.

Como es su costumbre, obviamente la culpa había que hallarla en otros. Porque cuando no es la CIA, es el imperialismo, si no la burguesía oligárquica, la mafia derechista. Pero esta vez estrenaron víctimas de señalamiento: los viejos.

No bien terminado el escrutinio, las redes sociales de los simpatizantes de Podemos reventó en furia contra los ancianos culpándolos de la victoria del Partido Popular (PP) y de no haberle permitido a su mesías de coleta, barba y poco baño gobernar desde la Moncloa e instaurar para España un paraíso como el que han perpetrado en Grecia o el que experimentaran en su adorada y nostálgica patria del lobo sangriento Stalin.

De rigor, analizar detenidamente algunas de las expresiones de estos progres: “¿las pensiones? Propongo eliminarlas para que estos ancianos se mueran de hambre y el PP deje de ganar la mayoría”. “Son los abuelos los que votan al PP, luego somos nosotros los que nos comemos el marrón cuando se mueran”. “Ojalá el PP no fuera ganando, pero hasta que no se mueran nuestros abuelos y nuestros padres esto no podrá cambiar”. (Ver https://www.facebook.com/295597583942366/photos/a.295611280607663.1073741828.295597583942366/518981134937342/?type=3&theater)

Esta nueva cruzada pretende ahora prohibir a quienes no son “intelectuales”, “progresistas”, “visionarios” y jóvenes que puedan ser factor de decisión en una consulta democrática. Nótese que la mayoría de ellos podría pertenecer o ser víctima de la brecha digital y no verse contaminado con los ríos de verborrea, populismo y demagogia que expelen los por este instrumento cruel del capitalismo llamado Internet las generaciones “revolucionarias”.

¿Qué no voten los viejos? Quienes construyeron la nación, quienes vivieron la guerra, la miseria y el hambre, quienes sin computadoras ni tabletas forjaron el destino de la patria son, sin duda, los primeros en derecho a opinar, votar y definir el camino de lo que más convenga a los intereses nacionales.

Es el juego de la democracia que, permitiendo el concurso igualitario de los ciudadanos, deje en manos de estos definir la voluntad de las mayorías.

Finalizo con la sentencia del papa Francisco: “Los niños y los ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida. Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar”.

M.Sc Erich Francisco PICADO ARGÜELLO* es periodista, colaborador del Diario Extra de San José, Costa Rica. 

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