Desbordado homenaje recibe Arturo García Bustos, el último de los Muralistas mexicanos

Desbordado homenaje recibe Arturo García Bustos, el último de los Muralistas mexicanos

  • Multitudinario homenaje de un emotivo público de todas las edades al artista Arturo García Bustos, en el Museo Diego Rivera
  • Definido como el último de los grandes  artistas mexicanos que ha mantenido  la corriente histórica del muralismo con un alto valor humano y estético

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Acompañado del soberbio y monumental, mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, realizado por Diego Rivera, desbordado por un emotivo público de todas las edades, Arturo García Bustos, definido como el último de los muralistas mexicanos que mantiene la corriente del muralismo iniciado por  José Clemente  Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros,  recibió un sentido homenaje en el Museo Mural Diego Rivera, en el Centro de la Ciudad de México.

García Bustos, grabador, dibujante y muralista,  fue elogiado por un público que durante dos horas acudió a su homenaje por su cumpleaños número noventa en agosto pasado. Es el creador plástico mexicano  que mantiene un arte social con un alto valor humano y  estético,  que se inició en la primera mitad del siglo XX.

Durante el homenaje se exhibió un video donde Arturo García Bustos y su esposa Rina Lazo, otra espléndida artista que se autonombra  como, narraron parte de sus vidas de artistas y militantes de las causas sociales y políticas expresadas en sus obras plásticas.

La sala donde se exhibe el mural  “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central fue completamente insuficiente para dar cabida a los cientos de personas adultas mayores, jóvenes, adultos  y niños que acudieron a escuchar a los especialistas en arte, Dina Comisarenco, Leticia López Orozco, y Luis Rios Caso para analizar la obra de García Bustos.

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El artista mexicano nacido en 1926 muy cerca del Zócalo de la capital mexicana recibió largos aplausos de un público que sentado o de pie asistió entusiasmado a su homenaje. García Bustos agradecido por los aplausos y el afecto del público dijo que continuaría su obra y terminar con trabajos que tiene pendientes.

García Bustos, uno de los alumnos de Frida Kahlo, fue elogiado por la concepción humanista de su arte, tanto en el grabado como en sus murales. Como un gran amante del pueblo mexicano, se autodefinió este muralista mexicano cuya obra se ha caracterizado por su énfasis en las causas sociales e históricas de México.

Los participantes en este evento recalcaron que la obra de García Bustos le ha dado voz a los sectores menos favorecidos de la población mexicana. Expresar dramáticas escenas con las que denuncia la violencia y las distintas y atroces formas de explotación del ser humano a lo largo de la historia, dijo Dina Comisarenco.

En tanto, Luis Ruis destacó el realismo en la obra de García Bustos y representar un arte mexicano que como protagonista ya se perdió. Rius, quien es director de los museos Mural Diego Rivera y Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, presentó  la redición del libro “En tinta negra y en tinta roja: Arturo García Bustos, vida y obra”, del historiador oaxaqueño, de Abel Santiago.

La experta en arte, Leticia López Orozco, destacó que la obra de García Bustos revela las realidades históricas del pueblo mexicano con un  arte que ha trascendido a la sociedad del espectáculo al reflejar la vida de las realidades que le ha tocado vivir con los campesinos, los obreros, los artistas y los intelectuales.

Perfil de García Bustos elaborado por T E el diario de la Tercera Edad

García Bustos es un artista mexicano comprometido con su tiempo, de probada y profunda sensibilidad social. Honesto a carta cabal, con una larga trayectoria de entrañable amor al país, de servicio a las mejores  causas del pueblo mexicano,  de su Patria, de Latinoamérica y de la paz mundial, entregado  a la defensa del patrimonio cultural de la nación y de su barrio de La Concepción, en Coyoacán.

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Este original pintor mexicano nació el 8 de agosto  1926 cerca del Zócalo, fascinado desde su infancia y juventud  por la intensa vida cultural de la Ciudad de México y los cambios políticos de las agitadas décadas posrevolucionarias, estudió en la Academia de San Carlos y en la Escuela de Pintura y Escultura de La Esmeralda, en donde tuvo como maestros a Diego Rivera y Frida Kahlo, de ellos recibió el impulso para plasmar en su monumental obra las asombrosas escenas en donde recrea con conocimiento y gran maestría  la historia del México prehispánico, de la Colonia, la Independencia, La Reforma y la Revolución.

García Bustos, nacido y forjado en la realidad social de su ciudad y del país,  pertenece a la misma  corriente histórica del muralismo mexicano a la cual pertenecen Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Es miembro fundador del Frente Nacional de Artes Plásticas y del  Salón de la Plástica Mexicana, y perteneció al  Taller de Gráfica Popular y  el Movimiento de Liberación Nacional.

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En su larga misión artística García Bustos destaca su entrañable amor al país, a las mejores causas del pueblo mexicano,  de su Patria, de Latinoamérica y de la paz mundial;  su compromiso indeclinable con la defensa del patrimonio cultural de la nación y de su barrio en Coyoacán. Su obra muralista, en el grabado, en el dibujo, hablan por él. En  sus manos, sus pinceles, sus prensas, sus lápices, hablan los indígenas, los campesinos, los obreros, los excluidos del desigual desarrollo nacional.

 En  sus manos, sus pinceles, sus prensas, sus lápices,  han hablado los indígenas, los campesinos, los obreros, los mexicanos sin voz.  Están presentes en los murales del Metro Universidad, en el Museo Nacional de Antropología  y en el Palacio de Gobierno del Estado de Oaxaca.

En el grabado, García Bustos ha continuado  la tradición de José Guadalupe Posada y Leopoldo Méndez.  Su obra es artística y pedagógica. La historia  de nuestro país y del planeta es la constancia en  su trabajo de creador. Su mensaje plástico  reúne identidad,  belleza y sentimiento.

Nuestra historia es la constancia en  su trabajo de creador. Después de las elecciones del año 2000 se pretendió desaparecer la historia del muralismo mexicano del siglo XX, acabar con todo vestigio de los artistas que expresaron en sus frescos y murales un arte que pertenece a la historia de México.

García Bustos como parte de la corriente de artistas con un claro y definido compromiso con la realidad social, política, cultural  y económica de México no ha variado un ápice su posición de artista frente al arte. Su expresión artística es un arte no divorciado con la historia del país, no le ha dado la espalda ni se ha sometido a los mercados que dominan el arte en México y en el occidente.

El arte de García bustos no se quedó en el grabado, exploró y realizó el mural en los muros del palacio de gobierno de Oaxaca, la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, la estación del metro Universidad, en la sede de los laboratorios. De todos los artistas de su generación fue quien más  desarrolló su capacidad de creación en el mural y en el grabado;  xilografías, linóleos, aguafuertes, componen su obra.

A lo largo de su vida García bustos ha enfrentado desafíos por su compromiso con el arte, en los últimos tiempos en los que el muralismo fue ignorado por las políticas neoliberales del arte a las que les incomoda  la expresión social en el arte. En los dos sexenios anteriores, de 2000 a 2012, fue evidente que el arte abstracto dominó la vida cultural del país, por una razón, no era su historia, ni tenían que ver con ella.

Frente al dilema del siglo XX entre arte social o arte comercial, García Bustos ha optado por reafirmar su vocación con las expresiones comprometidas con  la realidad social.

"La Universidad en el umbral del siglo XXI", mural de Arturo García Bustos
“La Universidad en el umbral del siglo XXI”, mural de Arturo García Bustos

En la obra de García Bustos se conjugan  sus preocupaciones por dejar un testimonio gráfico de los héroes nacionales -Hidalgo, Morelos, Guerrero,  Los Niños Héroes, Juárez, Altamirano, Madero, Villa,  Zapata, Obregón,  Cárdenas-  y de los grandes movimientos sociales en México, la Independencia, La Reforma y la Revolución Mexicana;  así como la condición  social de los indígenas,  las luchas por sus reivindicaciones sociales de los obreros y de los campesinos mexicanos;  el papel de la prensa en las luchas sociales, la Revolución Rusa en 1917, los golpes de Estado en Guatemala en 1954 y Chile en 1973; la solidaridad con los pueblos del Tercer Mundo, las atrocidades del imperialismo norteamericano en Latinoamérica, Viet-nam, Cuba,  Indonesia, África.

Igualmente están representadas  las luchas libertarias de los mexicanos en las figuras de Ricardo Flores Magón, perseguido por la dictadura de Porfirio Díaz; Rubén Jaramillo, el líder campesino asesinado junto con su familia,  durante el gobierno de Adolfo López Mateos; de los presos políticos mexicanos como Siqueiros,  a los que se les aplicó el turbio  cargo de disolución social  contenido en el artículo 145 del Código Penal  por protestar contra la represión de los movimientos magisterial y ferrocarrilero.

La obra de García Bustos incluye las figuras emblemáticas de las luchas de los pueblos del Tercer Mundo representadas en César Augusto Sandino, Fidel Castro, Ernesto Guevara y Patricio Lumumba, así como la brutal invasión de Irak ejecutada por los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña y España en la década de los noventa en el siglo pasado.

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