Un templo de las lenguas y de las letras

Un templo de las lenguas y de las letras

 

  • La Biblioteca Rubén Bonifaz Nuño, la más grande del subsistema de Humanidades, recibe una donación de nueve mil títulos del Fondo Reservado Anna Paola Vianello Tessarotto
  • El rector Enrique Graue y el hijo de la filóloga, Lorenzo Córdova Vianello, encabezaron el homenaje e inauguración del acervo de autores clásicos que perteneció a la universitaria

 

La Biblioteca Rubén Bonifaz Nuño, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM, definida como un templo de las lenguas y de las letras, la más grande del subsistema de Humanidades, recibió en donación nueve mil títulos de la colección privada de la investigadora Anna Paola Vianello Tessarotto, que conforman el fondo reservado que lleva su nombre.

 

En el homenaje e inauguración del acervo, el rector Enrique Graue Wiechers explicó que la biblioteca, uno de los tesoros de la Universidad Nacional, será enriquecida por las obras de autores clásicos, historiografía y demás materiales acumulados por la filóloga.

 

La colección “estará bien resguardada y será fuente de consulta de investigadores y estudiantes quienes, como ella, penetrarán en la cultura clásica, diseminarán el conocimiento y ayudarán a perpetuar la inagotable fuente de la cultura”, dijo.

 

La inauguración del Fondo Reservado Anna Paola Vianello Tessarotto se efectuó en el marco del 20 aniversario de la Biblioteca Rubén Bonifaz Nuño, conformada por aproximadamente 158 mil volúmenes, además de 10 mil tomos de enciclopedias, diccionarios especializados, atlas e índices, que constituyen la Colección de Consulta Especializada.

 

Anna Paola Vianello Tessarotto.

Además, cuenta con cuatro mil tesis de licenciatura y posgrado en Letras, Lengua y Literatura Hispánica, Lingüística, Historia, Antropología y Sociología. Su colección de folletos está compuesta por más de cuatro mil ejemplares y su compendio de códices resguarda aproximadamente 120 estudios de tipo iconográfico, cartográfico e histórico de los códices mexicanos.

 

La hemeroteca, expuso el rector, tiene más de 980 mil fascículos, pero las joyas de la corona son los fondos especiales que reúnen unos 40 mil volúmenes, colecciones únicas que fueron donadas por destacados escritores, traductores, críticos, literarios y poetas, como es el caso de Vianello Tessarotto.

 

La biblioteca, prosiguió Graue Wiechers, honra la memoria de Bonifaz Nuño, quien en 1973 fundó el IIFL al agrupar cuatro centros académicos: Estudios Literarios, Estudios Clásicos, Lingüística Hispánica y Estudios Mayas. El Instituto, añadió, “es un templo de las lenguas y de las letras, es un lugar de lectura y de labor hermenéutica de las culturas de donde nació nuestra identidad”.

 

En su oportunidad, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, celebró la inauguración del fondo reservado de su madre, que “simboliza el retorno de la filóloga clásica al IIFL, que fue su casa durante casi cuatro décadas”.

 

Su biblioteca, agregó, es más que un conjunto de objetos, es reflejo de su historia, su respeto, aprecio y capacidad de abrevar permanentemente de la cultura clásica, así como de sus orígenes como arqueóloga y etruscóloga.

 

“Ella seguirá hablando a través de sus libros, de los de su autoría y los que compiló a lo largo de casi medio siglo, que evidencian y dan cuenta de su trayectoria intelectual, pero sobre todo, del profundo amor que le tuvo a la UNAM y concretamente al IIFL”, remarcó Córdova Vianello.

 

 

En tanto, el director del Instituto de Filológicas, Mario Humberto Ruz, informó que este fondo se suma a una treintena de repositorios especiales con que cuenta la biblioteca, donados por traductores, escritores, críticos literarios y ensayistas como Jaime Torres Bodet, Eduardo Nicol, Julio Jiménez Rueda, Julieta Campos y Mario de la Cueva, entre otros.

 

Asimismo, refleja la pasión bibliófila y la labor de quien fue investigadora del Centro de Estudios Clásicos, y quien heredó obras de historia, historiografía, antropología, arqueología, filosofía, oratoria, retórica e historia del arte.

 

“Es un conjunto que retrata los intereses y fuentes de una mujer sabia, además de erudita; apasionada por la docencia, socialmente comprometida y dispensadora generosa de su saber, su amistad y su sonrisa”, expresó.

 

En el homenaje, realizado en el Aula Magna del IIFL, académicos de esa entidad hicieron una semblanza de la filóloga y de sus trabajos como arqueóloga; además, recordaron a quien fue su maestra y promovió el humanismo. Estuvieron también presentes el secretario General de la Universidad, Leonardo Lomelí Vanegas; el coordinador de Humanidades, Alberto Vital, así como directores de facultades y centros e institutos de este último subsistema.

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