En México “nada que celebrar” en el Día Mundial de la Libertad de Expresión
En México “nada que celebrar” en el Día Mundial de la Libertad de Expresión
- El último crimen fue el del periodista Filiberto Álvarez Landeros, de 65 años, ocurrido en el estado de Morelos, el pasado 29 de abril
- En el 98% de los casos de crímenes y desapariciones de periodistas no se tiene identificados a los responsables ni se ha llevado a cabo alguna consignación
En el Salón Digna Ochoa de la Comisión de Derecho Humanos de la capital mexicana, un minuto de aplausos por los periodistas asesinados, desaparecidos, amenazados o criminalizados en México fue la rúbrica de un evento que reunió a periodistas y defensores de los derechos humanos por el Día Mundial de la Libertad de Expresión.
En México no tenemos “nada que celebrar” ante el fracaso de las medidas preventivas para proteger a las y los periodistas, expuso sin rodeos la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Doctora en Derecho, Perla Gómez Gallardo.
Desde el inicio del siglo XXI se inició la negra pesadilla para el gremio periodístico mexicano. Se han registrado 125 homicidios contra periodistas, 20 casos de desaparición, 51 atentados contra medios de comunicación. Trece de los homicidios han tenido como objetivos a mujeres periodistas.
Las Comisiones de Derechos Humanos de la capital y nacional coinciden en la impunidad que domina en los delitos cometidos contra los periodistas y comunicadores mexicanos.
El último de los casos es el de Filiberto Álvarez Landeros, locutor y periodista asesinado a balazos después de salir del programa de radio que conducía, el pasado sábado 29 de abril de 2017 en la cabecera municipal de Tlaquiltenango, en el central estado de Morelos.
El periodista y locutor de la estación de radio La Señal que se transmite por el 89.3 de FM con sede en Jojutla, conducía todos los sábados de las 21 a las 22 horas el programa “Poemas y Cantares”.
El periodista, de 65 años de edad, fue atacado a balazos alrededor de las 20:55 horas del sábado, en la calle Francisco Javier Mina de la cabecera municipal de Tlaquiltenango, de acuerdo con el diario La Unión de Morelos. El ataque ocurrió cuando Álvarez Landeros salía de la estación de radio y cuando se dirigía a su vehículo
Durante la presentación del libro “Herramientas para el Ejercicio Periodístico”, en la sede de la Comisión de Derechos Humanos capitalina la Doctora Gómez Gallardo enfocó su discurso en el elevado número de asesinatos de periodistas: “en los últimos 10 años más de un centenar de comunicadores en el país han sido asesinados”.
Gómez Gallardo destacó que en el 98 por ciento de esos casos no se tiene identificados a los responsables ni se ha llevado a cabo alguna consignación y lamentó el fracaso de las medidas de protección, que son responsabilidad de autoridades federales, para los periodistas que sufre amenazas.
Gómez Gallardo puso en evidencia que no se sabe el número de periodistas mexicanos en el exilio por las amenazas o persecuciones que sufren y advirtió que para la sociedad cada intimidación o amenaza a periodistas es una pérdida de libertades de expresión.
La Ombudsperson capitalina pidió optimizar los mecanismos preventivos para evitar más crímenes de periodistas al referirse a los seis casos de asesinatos documentados en lo que va de este año, y el último de ellos, que mencionó, del periodista morelense Filiberto Álvarez Landeros, el pasado fin de semana.
Destacó que al importante factor de la impunidad se suma el anacronismo legal en el ejercicio de la libertad de prensa con agresiones indirectas, acoso, demandas e incluso por las implicaciones que tienen las condiciones económicas y laborales en las que las y los periodistas desarrollan su trabajo.
Gómez Gallardo expuso que frente a un escenario tan adverso, el libro “Herramientas para el Ejercicio Periodístico” puede ayudar a que comunicadores y periodistas conozcan sus derechos, a la par de que enfrenten adversidades institucionales como la anacrónica Ley de los Delitos de Imprenta, que data de mayo de 1917.
Asimismo, hizo un llamado a las y los periodistas para que utilicen la Ley General de Transparencia como blindaje al momento de llevar a cabo su labor e insistió en un código de ética que regule la actividad de los comunicadores
La Ombudsperson capitalina expuso que la autorregulación es la mejor fórmula de protección para un periodista y el mejor blindaje es la ética, como lo señalara el periodista Maestro Omar Raúl Martínez –fallecido el 3 de mayo de 2016- quien entendió y trasmitió muy bien ese soporte de ética, compromiso y profesionalismo en el uso del ejercicio de la libertad de expresión.
Acompañada de los periodistas Eduardo Huchim y José Reveles, así como del Maestro Gabriel Santiago, coautor del libro, la Doctora Perla Gómez señaló que el Estado mexicano es responsable directo o indirecto de estas agresiones a comunicadores por omisión, al negarles el acceso a la justicia dejando impunes a los responsables de cada uno de los crímenes contra periodistas.
En tanto, el analista político y periodista Eduardo Huchim destacó que es muy pertinente la presentación del libro “Herramientas para el Ejercicio Periodístico” en un momento donde la libertad de expresión incomoda a los grupos de poder de todos niveles, sectores, grupos, partidos y gobiernos por el escrutinio que hacen medios y comunicadores del ejercicio de los recursos públicos.
Huchim señaló que cuando un servidor público ejerce recursos públicos para el financiamiento de su vida privada, la ciudadanía tiene todo el derecho de conocer cómo y para que se usan sus contribuciones, pues son eventos que políticos y funcionarios buscan mantener en la opacidad, con una total falta de claridad en torno a su obtención y aplicación.
José Reveles, por su lado, con un ejercicio de larga data en el periodismo de investigación, comentó que las y los periodistas se tienen que allegar de todos los elementos posibles para desempeñar esta actividad, por lo que el libro “Herramientas para el Ejercicio Periodístico” ofrece un acercamiento al comunicador sobre las mejores formas de obtener información, desestimar acciones legales y reforzar su trabajo con profesionalismo, ética y responsabilidad para trasmitir informaciones verídicas y a prueba de señalamientos.
El peor riesgo, dijo José Reveles, es la ignorancia o desconocimiento de un comunicador sobre los alcances de sus publicaciones, porque existen muchas armas legales para acallar a un periodista desde distintas ópticas, pero siempre se podrán superar con un trabajo informativo responsable, documentado, sustentado y comprobado.
Por su parte, el Director General Jurídico de la CDHDF, Gabriel Santiago López, consideró que ahora más que nunca es necesario dotar a las y los periodistas de instrumentos que les permitan ejercer de mejor manera sus derechos.
Por ello, dijo Santiago López, que la obra de la que es coautor tiene el propósito de que las y los periodistas cuenten con una exposición breve y clara sobre la manera en la que pueden solicitar información pública a las instituciones, así como las vías para defender su derecho en los casos de negativa infundadas.
De igual forma, el coautor de este libro, explicó que el libro permite a las personas que ejercen la labor periodística conocer los distintos tipos de responsabilidades a las que pueden ser sujetas, y contar con una herramienta que facilite su labor para acceder a documentos que respalden su labor.
Exige la CNDH aclarar los crímenes
Por su lado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) puso de manifiesto, una vez más, la necesidad de que los ataques y delitos cometidos contra periodistas no permanezcan impunes, por lo que requiere a las autoridades competentes para que aceleren las investigaciones que permitan aclarar esos hechos y que los responsables sean sancionados conforme a derecho proceda.
Al permanecer los ataques y delitos impunes, se genera un ambiente impropio para el ejercicio cotidiano de la actividad de los informadores y periodistas que propicia el que se presenten nuevas agresiones, advirtió la CNDH en un comunicado.
Esa Comisión Nacional reiteró la necesidad de que los mecanismos de protección a periodistas y comunicadores se revisen a efecto de propiciar condiciones que les permitan ejercer su trabajo con mayor libertad y seguridad.
Asimismo, la CNDH consideró que los ataques contra periodistas y medios de comunicación vulneran el derecho a la libertad de expresión de quienes sufren los mismos, pero sus efectos trascienden a la sociedad en general, que ve afectados sus derechos a la libertad de pensamiento e información, cuando se restringe su posibilidad de acceso a información veraz y objetiva generada por la actividad periodística.
La CNDH reconoció finalmente en su comunicado la importancia de la tarea que llevan a cabo periodistas y medios de comunicación, así como los riesgos que la misma frecuentemente implica para quienes la ejecutan. La violencia contra periodistas y comunicadores es una forma de censura, de supresión de la verdad y un desafío para la justicia que la sociedad reclama.
