Para Juan Villoro la literatura es una forma de felicidad

Para Juan Villoro la literatura es una forma de felicidad

  • “No se puede imponer la lectura, no debe tratarse de una obligación”. La lectura se convierte en una forma de afecto y nos ayuda a crear comunidad.
  • El escritor dio la conferencia inaugural del Primer Encuentro de Lectores en la Biblioteca de México

En un país donde sus habitantes no leen ni siquiera un libro completo al año, para el escritor Juan Villoro “la literatura es una forma de felicidad”, pero su lectura no se puede imponer ni tratarse como una obligación.

“Los libros son ventanas infinitas porque nos permiten ver parajes de otras épocas y geografías, pero también son espejos que nos permiten vernos y entendernos en ellos”, dijo  Juan Villoro.

Hay que entender que los libros no son sólo un objeto utilitario,   requiere “de grandes intercesores” que le hagan ver a la gente que la literatura no es solo la reserva de lo útil,  añadió Juan Villoro, al mediodía del sábado 13 de mayo,  en la conferencia inaugural del Primer Encuentro de Lectores, organizado por las Secretarías de Cultura federal y de la Ciudad de México.

“He leído sobre cuáles son los métodos más eficaces para crear lectores y casi todos coinciden en que la mayoría de los lectores recuerdan cuál fue su primer libro y la persona que se lo leyó, agregó el escritor, quien  consideró que esto representa un vínculo emocional en el que la lectura se convierte en una forma de afecto y nos ayuda a crear comunidad.

Para Juan Villoro, el lector ideal sería alguien que nunca ha leído un libro por gusto y por lo tanto, aún no ha llegado a la lectura pero puede hacerlo. “La literatura se escribe en soledad y se lee casi siempre en soledad, pero la lectura permite el vínculo con los otros, con los demás”.

La lectura es un placer

“No sabe que la lectura es un placer que puede acompañarlo para siempre. Creo que ese lector que de pronto abre un libro cruza un umbral y descubre que lo que consideraba una obligación se convierte de manera hechizaste en un gozo, en una dicha”.

En su charla con lectores, mediadores y promotores de lectura, el ganador del Premio Iberoamericano de Letras 2012, hizo énfasis en que hay que contagiar la lectura, no imponerla, de ahí que sea importante que la persona que la promueva también entienda que la lectura es una forma de felicidad.

El narrador, dramaturgo y ensayista hizo referencia a dos de sus obras, el monólogo teatral Conferencia sobre la lluvia y la novela El libro salvaje, en los cuales abordar por un lado, la figura del bibliotecario, y por otro, la capacidad única en que los libros se mueven para llegar a sus lectores y pueden tener vida propia.

“La frase más importante del monólogo es cuando el bibliotecario se pregunta qué va a pasar con su oficio cuando la gente lea exclusivamente libros electrónicos y llega a la siguiente conclusión:

Lo más importante de los libros son las manos que nos los entregan. Mientras tengamos necesidad de otras manos habrá libros en papel. Esto se refiere a esta comunidad en la que no soy sólo yo el que está aquí, también soy el otro que da los libros”.

Durante su intervención, Juan Villoro también evocó a escritores como Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Georg Christoph Lichtenberg y Kenzaburo Oé. En cuanto a la condición dinámica de la lectura, el escritor señaló que un libro resucita cuando se abre, tiene un lector y empieza a convertirse en una obra de arte.

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