La sociedad mexicana deja de perpetuar a la mujer en el rol de la maternidad

La sociedad mexicana deja de perpetuar a la mujer en el rol de la maternidad

  • Abandona el modelo familiar tradicional y conservador. Destierra la idea de que el fin primordial de una familia es la reproducción. El núcleo familiar actual es un modelo de organización social heterogéno.
  • Coexisten la familia tradicional, en transición y la emergente. El modelo conyugal acentúa la desigualdad de las mujeres.
Fotograma de “Una familia de tantas”, (1949)

A diferencia de “Una familia de tantas”, la película emblemática del director mexicano Alejandro Galindo, de la familia mexicana conservadora,  con la figura patriarcal autoritaria y dominante la familia mexicana actual ya no es la misma del siglo pasado. Han ocurrido profundos cambios en el seno de la familia mexicana. Se han transparentado las nuevas organizaciones familiares que ya existían pero que eran objeto de la censura inquisitorial de la iglesia y sectores afines a las ideologías religiosas que fincaban la estructura familiar en el modelo conyugal del hombre y la mujer.

La sociedad mexicana ha cambiado radicalmente, aún con la oposición de los mismos sectores conservadores del siglo pasado. El núcleo familiar es un modelo de organización social heterogéneo que  tiene once variantes, dice  un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Y uno de sus objetivos principales es permitir el desarrollo de las personas dentro de ambientes que mejoren la calidad de vida, valores y comportamientos, dijo Carlos Welti Chanes, especialista de ese universitario de  Instituto de Investigaciones Sociales.

El especialista asumió que la sociedad mexicana contemporánea  es diversa y, por lo mismo, la familia no debe encasillarse en un modelo orientado a la reproducción o a perpetuar la desigualdad y el sometimiento.

Debido a su importancia, para Welti Chanes es preciso desterrar la idea de que el fin primordial de una familia es la reproducción.

Con motivo del Día Internacional de la Familia que se conmemoró el pasado 15 de mayo, el universitario resaltó que el modelo de familia conyugal promueve valores y acciones que acentúan la desigualdad y perpetúan el sometimiento de algunos de sus miembros, especialmente las mujeres, a roles preestablecidos, como la maternidad.

La sociedad mexicana ha integrado algunos valores a la maternidad y otros a la paternidad, y al asignar roles diferenciales se permite la desigualdad.

En este sentido, advirtió que en sociedades avanzadas los millennials han optado por dejar de lado la paternidad, pero en nuestro país la situación es diferente. Entre las nuevas generaciones no hay un mayor número de hombres y mujeres que rechazan tener hijos, sino que quieren tener menos, o sólo uno, comentó.

 Los tipos de familias en México

Según ese estudio universitario  en la actualidad la familia se ha diversificado y se reconocen 11 tipos, dentro de tres grupos principales:

La familia tradicional, en transición y la emergente.

  • La familia tradicional  representa el 50 por ciento de los hogares mexicanos. Está integrada por un papá, una mamá y los hijos. Se subdivide con niños, con adolescentes y extensa. En esta última clasificación se incluyen abuelos o nietos.
  • En la familia en transición no existe una de las figuras tradicionales. Aquí se distinguen los hogares encabezados por madres solteras; parejas sin hijos o que han postergado su paternidad; parejas de adultos cuyos hijos ya no viven con ellos, conocidas como “nido vacío” ; co-residentes, en la que cohabitan familiares o grupos de amigos sin parejas; y unipersonales, con individuos que viven solos. Este grupo representa el 42 por ciento de los hogares.
  • La emergente abarca los hogares encabezados por padres solteros; parejas del mismo sexo; y parejas reconstituidas que han tenido relaciones o matrimonios previos, al igual que hijos , también se les denomina parejas con los tuyos, los míos y los nuestros. Este tipo de familia se ha incrementado desde principios de siglo y está marcando tendencia.

El experto Welti Chanes estimó que independientemente de la estructura, el reto para esta organización base de la sociedad es llegar a acuerdos que permitan crear estrategias de supervivencia colectiva, además de transmitir valores que hagan viables dichos acuerdos y posibiliten la convivencia, como la honestidad y la tolerancia.

Mediante esta última, concluyó, es posible entender y analizar ciertas conductas que se pretende modificar. “El propósito es alcanzar una sociedad más equitativa, en la que se respeten los derechos y se cumplan las obligaciones que conlleva”.

Please follow and like us: