La inseguridad obliga a que la gente huya para salvar su vida

La inseguridad obliga a que la gente huya para salvar su vida

  •  No solo es la pobreza y la falta de empleo provocan los flujos migratorios, también es la inseguridad generada por el crimen organizado. Ha remplazado a los “coyotes” y a los “polleros”.
  • Los migrantes se exponen a ser víctimas de la  desaparición forzada o la trata de personas. Se adhiere la CDHDF a la campaña #NegocioMortal de la ONU. 

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Perla Gómez Gallardo, al advertir de los discursos de odio contra los migrantes, señaló  que no solamente la pobreza y falta de empleo es la causa de los  fenómenos migratorios, ahora es por la situación de inseguridad generada por el crimen organizado que atentan contra las personas que se ven obligadas a huir de sus comunidades para salvar su vida.

Advirtió que el “coyote” o “pollero”, dedicado al tráfico de indocumentados,  ha sido reemplazado de manera paulatina por personas que pertenecen a células del crimen organizado en México.

Esto nos indica que estos grupos delincuenciales han encontrado en el tráfico ilícito de migrantes una nueva fuente para obtener ingresos lucrativos, dijo la Doctora en Derecho al anunciar la adhesión del organismo de derechos humanos de la capital a su cargo a la campaña   #NegocioMortal de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Gómez Gallardo advirtió que las personas que viajan hacia la frontera con Estados Unidos, además del tráfico,  se exponen a ser víctimas de otros delitos que implican violaciones graves a sus derechos humanos, entre los que destaca la desaparición forzada o la trata de personas.

La presidenta de la CDHDF subrayó que las personas migrantes tienen nulas posibilidades de realizar su desplazamiento en condiciones dignas y seguras. Más grave para las  niñas, niños o adolescentes migrantes no acompañados y mujeres, personas indígenas e integrantes de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTI), “pues presentan una situación de mayor vulnerabilidad, a consecuencia de la violencia que se ejerce en su contra por la discriminación de la que son víctimas”.

Pese a que nuestro país firmó y ratificó en 2003 el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, aún tenemos muchos pendientes y grandes retos en la materia, agregó la defensora de derechos humanos en el salón Digna Ochoa donde se efectuó el evento con la representación de la ONU  y de embajadas de naciones centroamericanas.

A nivel regional, dijo Gómez Gallardo, tenemos que entre los principales factores que impulsan la migración y las violaciones a los derechos humanos de las personas migrantes, están no sólo el fenómeno económico, como lo es la pobreza y la falta de oportunidades de empleo y crecimiento, sino también la situación de inseguridad generada por la actividad creciente, de los diferentes grupos delincuenciales y del crimen organizado que atentan contra las personas que se ven obligadas a huir para salvar su vida.

En este contexto, añadió,  resulta claro ver que las personas migrantes, a lo largo de su difícil travesía, se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad, cuando a consecuencia de su ya precaria situación por salir de su lugar de origen, son además víctimas de la delincuencia y de una deficiente o ausente protección a sus derechos por parte de las instituciones encargadas de ello.

Gómez Gallardo, en una entrevista, aunque reconoció que propiamente en la Ciudad  no es un tema de tráfico de indocumentados, la Comisión a su cargo verifica  en qué condiciones llegan los migrantes, qué programas les está dando el Gobierno de la Ciudad de México, que sigan su tránsito sin que sean criminalizados.

La Comisión de Derechos Humanos dijo que revisa  las deportaciones de migrantes que llegan vía aérea al Aeropuerto, en qué condiciones, cómo pueden retornar a sus lugares de origen.

La Doctora en Derecho advirtió en su intervención que es de gran relevancia a nivel nacional e internacional, que exige de la realización de acciones conjuntas y coordinadas para llevar a cabo la atención eficaz de un fenómeno social que al día de hoy es preocupante y creciente en todo el orbe, como son los flujos migratorios.

“Observamos que las migraciones empiezan a ser una constante que se presenta en varias partes del mundo, ello principalmente a consecuencia de un complejo contexto que propicia grandes desplazamientos poblacionales ante la falta de condiciones mínimas y adecuadas para su seguridad y subsistencia”.

La presidenta de la CDHDF manifestó que compartía con gran preocupación las graves violaciones a derechos humanos que sufren las personas migrantes nacionales y extranjeras, “no sólo de parte de las autoridades, sino también por diferentes grupos de delincuencia organizada y por la sociedad misma, a consecuencia del surgimiento de discursos de odio en el mundo y, particularmente, en nuestra región”.

Gómez Gallardo dijo que se incita a la xenofobia y a prácticas discriminatorias  contra las personas migrantes. Los ven como una amenaza a su seguridad y a su economía, en vez de verlos como un fenómeno que puede redundar en beneficios para la sociedad en su conjunto.

En otras partes de su discurso la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la capital mexicana manifestó lo siguiente:

“Es en este contexto que, las personas migrantes, son estigmatizadas, violentadas, perseguidas y discriminadas por la propagación de discursos que incitan y justifican el odio racial y promueven estereotipos negativos, que generan escenarios cada vez más peligrosos y hostiles en su difícil camino por encontrar no sólo mejores condiciones de vida, sino un lugar donde puedan subsistir y no se atente contra su integridad”.

“El desconocimiento de los derechos humanos de las personas migrantes y del deber general de su protección tanto a nivel nacional como internacional, ha propiciado que diferentes países y gobiernos impulsen políticas migratorias y acciones de gobierno contrarias a los derechos humanos, bajo el argumento de que se prioriza la seguridad nacional, con el fin de contener los flujos migratorios y con pleno desdén o ignorancia de principios fundamentales reconocidos a nivel internacional tales como: la no devolución, la protección complementaria o el refugio y asilo por cuestiones humanitarias”.

“Esta visión errónea ha ocasionado que la perspectiva de la promoción, protección, respeto y garantía a los derechos humanos de las personas migrantes y demás sujetos de protección internacional, pase a un segundo plano e, incluso en muchos casos, sea completamente obviada”, destacó Gómez Gallardo.

 

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