En México las personas mayores viven un estatus de vulnerabilidad múltiple

En México las personas mayores viven un estatus de vulnerabilidad múltiple

  • Exhorta la CNDH  a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación a gestionar el proceso de conclusión y ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores,  aprobada  en 2015.
  • Existe una percepción social negativa sobre el envejecimiento y  falta de acceso a los derechos a lo largo del ciclo vital. Estereotipos y creencias crean un vínculo ficticio entre vejez e inactividad, incapacidad, cansancio, enfermedad, deficiencia.
Foto: T E

El Primer Visitador de la CNDH,  Ismael Eslava Pérez,  tras señalar que México es un país cuyos índices de desigualdad y de pobreza alcanzan a más del 50 por ciento de la población, el caso de las personas mayores de 60 años, constituye un colectivo que con frecuencia sufre, indebidamente, diversas formas de discriminación, negación o vulneración, así como falta de oportunidades de desarrollo económico y personal.

Las causas de esas transgresiones, añadió Eslava Pérez, son diversas, entre ellas se pueden identificar dos determinantes: una percepción social negativa sobre el envejecimiento y la falta de acceso a los derechos a lo largo del ciclo vital, factores que, por lo general suelen acumularse y desembocar en un estatus de vulnerabilidad múltiple durante la vejez.

De ratificarse por parte del Estado mexicano, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores,  se ampliarán los derechos específicos de las personas de más de 60 años y las autoridades quedarán obligadas a armonizar la legislación en todos los niveles de gobierno del país, dijo el servidor público de la CNDH.

El Primer Visitador  de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) habló durante un Foro organizado por la CNDH denominado “Hacia la Ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores”, donde exhortó a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación del gobierno federal a gestionar el proceso de conclusión y ratificación de esa Convención de la Organización de Estados Americano, aprobada  en 2015.

Eslava Pérez dijo que al ratificarse por parte de México esa Convención las personas mayores de nuestro país ejercerán su derecho a una vejez plena, con salud, tranquilidad e independencia. Asimismo, dijo que  de ratificarse ese instrumento internacional, se expedirán las normas secundarias que establezcan los mecanismos para exigir el cumplimiento, restitución o acceso a una reparación del daño efectiva de los derechos humanos de las personas mayores.

El Primer Visitador de la CNDH  señaló que a las personas mayores se les identifica por creencias y estereotipos como el asociar la edad con el declive de un declive progresivo de las capacidades físicas y cognitivas, la condición de dependencia de otras personas y la pérdida de autonomía para la toma de decisiones, incluso aquellas concernientes a la propia vida.

Eslava Pérez subrayó que esas creencias y estereotipos son reforzadas por los medios de comunicación y por la economía de mercado que exaltan la juventud, la vitalidad inagotable, la individualidad y la independencia como características de gran valor social, mientras crean un vínculo ficticio entre vejez e inactividad, incapacidad, cansancio, enfermedad, deficiencia, que se califican como negativos y por tanto indeseables.

A estas creencias y estereotipos, el servidor público de la CNDH atribuyó que  con frecuencia las personas mayores sean excluidas, aisladas y marginadas de las dinámicas familiares, sociales, económicas y políticas.

Eslava Pérez consideró que debido  a una falta de cultura del envejecimiento en la sociedad, “existen importantes dificultades para identificar y denunciar actos y omisiones que atentan contra la integridad física, emocional, psicológica y sexual de quienes viven la etapa de la vejez, lo que con duce al ocultamiento o minimización de situaciones de abandono, violencia e injusticia en su contra”.

Al insistir en la ratificación por parte del Estado mexicano de la Convención de la OEA sobre los Derechos Humanos de las Personas Mayores, Eslava Pérez enfatizó  la necesidad de promover una conciencia, solidaridad y convivencia social entre las generaciones.

En su participación, el Sexto Visitador General de la CNDH, Jorge Ulises Carmona Tinoco, mencionó que la Convención conjunta en un solo documento mecanismos que estaban separados, y aglutina derechos humanos de esta etapa de la vida que requieren un énfasis más específico, ya que no pueden ser considerados bajo un estándar común.

Además, reiteró que con la ratificación se busca la no discriminación, acabar con estereotipos que marginan a las personas y dificultan su inclusión activa en la sociedad y  enfatizó la necesidad de abordar este tema en materia de medio ambiente y cambio climático que afecta a las personas mayores.

En la coyuntura del sismo del pasado 19 de septiembre, Carmona Tinoco hizo referencia   a la prioridad que tiene la protección de los derechos humanos de las personas mayores en situaciones de desastre.

Carmona Tinoco apuntó que en México se tienen límites en temas de edad para diversos aspectos, lo cual no quiere decir que hay que eliminar dicho precepto, sino analizar que la estrategia de restricción hacia arriba sea conforme a los derechos humanos.

Por su parte, Luis Miguel Gutiérrez Robledo, Director General del Instituto Nacional de Geriatría, (INGER)  señaló que uno de los primeros desafíos de este tema es el ejercicio efectivo de los derechos humanos de las personas mayores.

Mencionó algunas acciones que se deben emprender, entre otras, la actualización del marco jurídico mexicano teniendo como eje la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

Gutiérrez Robledo planteó la necesidad de fortalecer la capacidad institucional, lo cual implica mayor inversión del gasto público; un abordaje de política pública integral que disminuya la duplicidad de acciones, optimizar el ejercicio del gasto público y fortalecer las acciones interinstitucionales de mayor cobertura y de largo plazo.

También destacó la necesidad de crear el Sistema Nacional de Cuidados y generar la apertura permanente de espacios de participación ciudadana para promover la efectiva puesta en marcha de las iniciativas de envejecimiento saludable.

En su oportunidad, la Doctora Aída Díaz Tendero Bollain, Investigadora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y del Caribe de la UNAM,  habló de la necesidad de que México ratifique la mencionada Convención Interamericana.

Señaló que nuestro país ha creado una sinergia muy favorable para el abordaje del envejecimiento que puede desprenderse de la Reforma Constitucional de 2011. Dichos cambios, dijo, elevaron a rango constitucional a los derechos humanos contenidos en los tratados internacionales firmados por nuestro país  por lo que consideró que la eventual firma de la Convención es evidente.

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