A seis meses del sismo, afloran el dolor, la angustia y desolación de damnificados

A seis meses del sismo, afloran el dolor, la angustia y desolación de damnificados

Cientos de familias carecen de respuesta. Permanece la  ausencia de transparencia del gobierno sobre los recursos de la reconstrucción. El Jefe de Gobierno se compromete a no dejar de trabajar ni un minuto por la reconstrucción. En el país, 190 mil inmuebles dañados por los terremotos de septiembre de 2017.

Foto: T E

A seis meses del sismo del 19 de septiembre de 2017, la jornada de la memoria fue de radicales contrastes. Mientras el Jefe de Gobierno de la capital mexicana, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ofreció trabajar sin descanso por la reconstrucción de las zonas dañadas, la Comisión de Derechos Humanos capitalina ofreció a damnificados enviar recomendaciones y no abandonarlos, en las calles de la Ciudad de México el dolor, la angustia, la desolación  y la incertidumbre dominan la vida de cientos de  familias damnificadas  donde pesa el recuerdo de las vidas que se perdieron bajo los escombros de los derrumbes.

El gobierno mexicano emitió un comunicado donde aseguró que a seis meses de los sismos de septiembre, a población mexicana está “de pie”   con la reconstrucción de los más de 190 mil inmuebles dañados, entre viviendas, escuelas e infraestructura pública y cultural, e impulsamos la reactivación económica de los comercios afectados en las entidades afectadas.

Sin embargo, Jorge Alejandro Jurado, un padre de familia que perdió a su hija en el derrumbe del Colegio Rébsamen, una de las 18  víctimas infantiles, se queja de un  gran vacío  por la falta de transparencia que le permita conocer las causas estructurales de la construcción de ese plantel,  que provocó su dolorosa pérdida.

Este padre de familia señaló a la ahora exdelegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, postulada como candidata a Jefa de Gobierno por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), quien les ha negado el acceso a la justicia al desentenderse de su tragedia y clamó por saber por qué esa ex funcionaria no evitó un colapso anunciado al permitir una construcción que no reunía las condiciones de seguridad para su pequeña hija y las otras 18 víctimas.

Esta jornada de contrastes se inició por la mañana cuando el Jefe de Gobierno de la capital mexicana presentó un abultado informe sobre las gestiones que ha hecho para amortiguar los daños de las familias que perdieron su patrimonio y quedaron en condiciones de situación de calle.

Mancera Espinosa, en un evento efectuado en el viejo palacio del ayuntamiento de la ciudad, dijo que había sentado las bases  las bases para las tareas de reconstrucción y aseguró que “trabajará sin descanso junto con la sociedad”.

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“No vamos a dejar ni un minuto de trabajar. No vamos a permitir que le suceda a la Ciudad de México lo que le sucedió en 1985″, aseguró el mandatario en ese evento en el cual estuvo acompañado por miembros de su gabinete y quienes están ahora al frente de la comisión de reconstrucción.

Mancera se refirió al abandono que caracterizó la vida de damnificados de los sismos de 1985 que aún habitaban campamentos en algunas zonas de la capital. Acusó a quienes pudieron evitar esas largas permanencias en campamentos, semejantes a los que habitan ahora familias damnificadas del terremoto del septiembre del año pasado.

Mancera se comprometió a no fallar a las familias damnificadas, 500 de las cuales, en el Multifamiliar de la calzada de Tlalpan, al sur de la capital, aún esperan la acción gubernamental que permita la recuperación de sus viviendas de ese conjunto habitacional construido durante el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines en agosto de 1957 destinado a trabajadores del gobierno.

Este grupo de damnificados que cerró por algunos minutos la calzada de Tlalpan a la hora del sismo del 19 de septiembre a las 13.14, invitó al Jefe de Gobierno a dormir una noche en uno de sus campamentos. Este grupo de damnificadas se quejó de que ni siquiera conocen las condiciones de los créditos para la reconstrucción de uno de los edificios y la rehabilitación de los otros edificios, unos catalogados en rojos, en verde o en amarillo, según una tabla de riesgos formulada por el gobierno capitalino.

El mandatario de la Ciudad de México aseguró que las bases de la reconstrucción están sentadas así como sus lineamientos específicos para realizar la restructuración porque  dijo tener un plan y una ley, un programa y una meta que cumplir.

Sin embargo, a seis meses de ese sismo, en una Primer Audiencia Pública con personas damnificadas, la Comisión de Derechos Humanos de la capital  escuchó testimonios que destacaron la falta de respuesta de las autoridades capitalinas y la lenta atención después del fenómeno telúrico.

En esa Audiencia esa Comisión de Derechos Humanos registró los testimonios de  atendió a 133 personas damnificadas,  en su mayoría mujeres, quienes ofrecieron 83 testimonios, haciendo énfasis en la falta de respuesta coordinada de las autoridades en sus diferentes niveles y ámbitos de responsabilidad y el lento proceso para la atención, informó esa institución.

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A 182 días después de los sismos, esa Comisión  informó además  que los resultados preliminares que expusieron personas damnificadas atendidas fueron las siguientes: el 8.5% perdió algún familiar o persona con quien compartía el inmueble y tuvo problemas para recuperar el cuerpo; y sobre la atención recibida después de los daños en sus inmuebles, 56.1% mencionó no haber recibido información por parte de alguna autoridad de la Ciudad de México sobre la situación jurídica del inmueble reportado.

Además, señaló esa Comisión, el 23.2% tuvieron dificultades para comprender las instrucciones del registro de la Plataforma CDMX; y el 54.9% de las personas damnificadas no recibió información de parte de alguna autoridad sobre la manera de acceder a los recursos económicos para la reconstrucción.

Este Organismo subrayó la urgencia de garantizar y proteger los derechos humanos de las personas damnificadas, en especial hizo énfasis sobre lo siguiente:

  •  La necesidad de dar certeza jurídica, ya que no existen mecanismos de información, no hay claridad en los trámites, ni información de la situación de los inmuebles así como de los procesos administrativos que deben seguir las personas damnificadas para dar seguimiento a las afectaciones que sufrieron. Destaca la necesidad de dictámenes de Directores Responsables de Obra (DRO) en diferentes zonas de la Ciudad, lo que imposibilita acceder a los apoyos del Programa de Reconstrucción.
  •  La falta de transparencia en la ejecución de los recursos para la reconstrucción y para contar con los apoyos económicos para las personas damnificadas.
  •  La falta de estudios de la mecánica de suelo y subsuelo, que permita certidumbre en torno al estado que guarda actualmente algunas de las zonas de la Ciudad de México, en las que puede correrse el riesgo de que se sobrepasen los límites de la capacidad resistente del suelo.
  •  Se identifican afectaciones al acceso a la justicia, al derecho al trabajo, a la educación, y a la seguridad e integridad de las familias, además del derecho a una vivienda digna y adecuada y, en general, a una vida digna.

La CDHDF enfatizó que, de manera puntual,  dará a la tarea de sistematizar la información recabada con miras a elaborar un Informe Especial y abordará integralmente los expedientes de queja que actualmente se encuentran en trámite en la Tercera Visitaduría, en aquéllos asuntos que son de su competencia.

Asimismo, esa Comisión ofreció que otras  demandas ciudadanas que no puedan ser tramitadas como quejas, serán encausadas a las autoridades correspondientes.

Esa Comisión de Derechos Humanos aseguró  que estará permanentemente del lado de las personas damnificadas por los sismos y participará activamente en la causa de reconstrucción de la Ciudad de México en condiciones de dignidad y seguridad, buscando que este proceso se realice con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género.

En el Conjunto del Multifamiliar Tlalpan, que estaba habitada por dos mil 500 personas que forman las 500 familias,  aún no tienen acceso a sus viviendas que no se desplomaron o resultaron con daños, exigen que la reconstrucción se realice con fondos públicos y denunciaron  la ausencia del nuevo comisionado de la Reconstrucción, Edgard Tungui Rodríguez, “para que constate las condiciones en que nos encontramos y establezca una ruta crítica  para la reconstrucción del edificio colapsado y el reforzamiento de los demás”.

A estas familias, el auxilio ha sido de sus  vecinos de las colonias aledañas, Ciudad Jardín, Centinela, Educación, y la solidaridad de  un sindicato de trabajadores de Canadá que les donó  20 mil dólares canadadienses  y el gobierno de Taiwan, tarjetas a cada una de las 500 familias para la adquisición de aparatos domésticos y despensas.

Otro grupo de damnificados del conjunto Girasoles, más al sur de la capital mexicana, también cerraron brevemente la vialidad de la avenida Miramontes, y por la tarde unas 600 personas damnificadas se reunieron en el monumento al Ángel de la Independencia, en el centro capitalino, en un nuevo esfuerzo para ser escuchados por las autoridades responsables de la reconstrucción de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017.

De este grupo de damnificadas, dos mujeres mayores que habitan uno de los campamentos, en una pequeña casa de madera que le construyeron estudiantes de arquitectura, dudan del ofrecimiento del Jefe de Gobierno de la capital mexicana. Han sido seis meses de vivir en la calle, hacinadas en un pequeño espacio. No dan su nombre porque lo han dicho muchas veces y no se les ha resuelto el regreso a sus hogares de un multifamiliar que fue un modelo habitacional del gobierno mexicano para sus trabajadores.

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