Condiciones de esclavitud para trabajadoras y trabajadores domésticos en México

Condiciones de esclavitud para trabajadoras y trabajadores domésticos en México 

  • Los adultos mayores, principales víctimas de este tipo de explotación laboral

  • Formalizar el trabajo en el hogar, cruzada de Mancera Espinosa  y un grupo plural de mujeres

Especial para TE el Diario de la Tercera Edad

mancera derechos trabajadoras
El Jefe de Gobierno pidió romper las inercias que llevan a la explotación infrahumana de los trabajadores domésticos.

En el salón de un hotel de Polanco, un grupo plural de mujeres, funcionarias, académicas, actrices, líderes sindicales, legisladoras, periodistas, escritoras,  dirigentas de trabajadoras del hogar, esposas de líderes empresariales y ex candidatas presidenciales,  decidieron este jueves 19 de marzo, junto con Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, impulsar la formalización laboral  de hombres y mujeres que  en la ciudad de México y en el país realizan trabajos domésticos, de cuidados y aseo sin ningún tipo de prestación ni garantías sociales.

Sin seguro social, ni vacaciones pagadas, aguinaldos, horarios fijos, ni acceso a créditos, sitios adecuados para dormir, sin indemnización y prácticamente en condiciones de explotación semejantes a la esclavitud,  laboran 2 millones 306 mil 898 trabajadoras y trabajadores del hogar en el país, 250  mil de ellas y ellos, en el Distrito Federal.

Esta angustiosa situación laboral, invisible aún en el país, es mayor cuando estos miles de personas dedicadas al trabajo de hogar, llegan a la tercera edad;  se multiplican los abusos, la discriminación, el acoso y los malos tratos para que abandonen los hogares donde han prestado sus servicios durante muchos años.

Marcelina Bautista, quien encabeza el  Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), constata que los adultos mayores, mujeres y hombres de este grupo de trabajadores del hogar, son quienes más vejaciones sufren cuando son despedidos sin ningún tipo de prestación o garantía. Se les arroja a la calle sin ningún tipo de consideración.

El trato discriminatorio de este grupo de personas dedicadas a las tareas del hogar fue reseñado por una funcionaria. Ella misma testificó que en el edificio donde reside, las trabajadoras domésticas  tienen que subir hasta 8 o más pisos  por las escaleras, porque algunas de las patronas no quieren que suban por los elevadores.

El CACEH surge en el año 2000, señala su página en internet,  como un espacio autónomo e independiente, integrado por y para empleadas del hogar. Desde entonces, comentan,  “hemos tratado de construir un lugar propio de convivencia, pero sobre todo de enseñanza-aprendizaje para la mujer trabajadora y empleada del hogar.”

Marcelina Bautista, quien estuvo a un lado de Mancera Espinoza,  tiene una larga historia en la defensa de los derechos de las personas que realizan trabajos en el hogar. En  1986 creó el grupo de trabajadoras del hogar “La Esperanza”.

Esta dirigenta fue una de las mujeres reunidas con el Jefe de Gobierno del DF que decidieron emprender una cruzada para terminar con la informalidad del trabajo en los hogares mexicanos. Con ella estuvieron las ex candidatas presidenciales Patricia Mercado y Cecilia Soto, la secretaría del Trabajo del gobierno capitalino, Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón así como  Martha Lamas, Flor Trujillo, Mónica Macisse, Guadalupe Loaeza, Angélica Fuentes, Blanca Heredia, Arely Rojas, Consuelo Mejía, Mónica Garza, Arlene Pacheco, María Elena Moreira, Natalia Lococo, Lilian Magidin, Mayte Azuela, Norma Samaniego, Teresa Inchaústegi, María de los Ángeles Moreno, Yolanda Ciani y  Jacqueline L´Hoist Tapia, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación, (COPRED), entre otras.

Mancera Espinosa comparó la situación de este numeroso grupo de trabajadoras y trabajadores con las condiciones laborales de la Roma antigua, capitis diminutio, situaciones semejantes a la esclavitud, que llegaban a consistir en la pérdida de la libertad y la ciudadanía,  se convertían en  “cosas” que podían venderse y/o regalarse o heredarse,  perpetuándose la explotación física, laboral y psicológica de seres humanos.

El Jefe de Gobierno  pidió  romper las inercias que llevan  a este tipo  de explotación infrahumana. “Pasemos la voz”, dijo el funcionario, quien señaló que su gobierno lleva a cabo un programa de atención social y afiliación de trabajadoras y trabajadores del hogar que carecen de seguro social para ofrecerles servicios médicos. Todos los domingos en parques como el de Los Venados, se encuentra una mesa de afiliación. Hasta ahora dos mil personas se han inscrito en estos programas, informó.

Miguel Ángel Mancera señaló que este grupo de trabajadoras y trabajadores es el que sufre más despidos injustificados por día y advirtió que esta situación no puede seguirse ocultando.

Durante esta reunión se insistió en solicitar una audiencia con el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que permita la inscripción de las trabajadoras y trabajadores del hogar en esta institución.

CACEH tiene documentada una sistemática violación de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras y trabajadores del hogar. Sus condiciones de trabajo son malas, por costumbre e ignorancia no son respetados los derechos humanos y  laborales que tienen por ley,  al tiempo que convenientemente, no se da a su trabajo la seriedad e importancia que en realidad tiene.

Marcelina Bautista habla de una nueva concepción del trabajo doméstico remunerado, “donde logremos una cultura basada en la reciprocidad entre derechos y obligaciones, que se valore este trabajo y se compartan responsabilidades entre hombres y mujeres, pero también donde el Estado y la sociedad se responsabilicen, reconozcan la aportación económica del trabajo doméstico no remunerado al país y ofrezcan las condiciones necesarias para el pleno reconocimiento y ejercicio de los derechos de las empleadas del hogar y las personas que realizan este trabajo en el hogar gratuitamente, como es el caso de las amas de casa”.

 La dirigente de la CACEH, quien se encontraba entre este grupo de mujeres, entre ellas dos esposas de dirigentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana        (COPARMEX), adujo  el Convenio 189 adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la recomendación 201 sobre las trabajadoras y los  trabajadores domésticos del 16 de junio de 2011, una norma que no ha sido ratificada por México para hacer exigibles los derechos de las 2 millones 306 mil 898 personas que se dedican a trabajos del hogar en México.

Empleadoras proponen líneas de acción por los derechos de las trabajadoras del hogar

Al considerar las empleadoras que las trabajadoras y los trabajadores  domésticos son un eslabón esencial en los hogares de la CDMX, el  gobierno capitalino, a través de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), convocaron a 50 mujeres destacadas en diferentes ámbitos, así como a Marcelina Bautista, Directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), para expresar sus puntos de vista y  sumarse a la lucha por el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar, e incluso algunas propusieron líneas de acción.

Todas las partes coincidieron en la relevancia de la ratificación del Convenio 189 (para trabajo del hogar remunerado), el cual ya fue firmado por 9 países de Latinoamérica.

El Jefe del gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera Espinosa, comentó que el año pasado en la CDMX se estableció el Programa Gratuidad para beneficio de quienes realizan trabajo domésticos, de aseo y/o cuidado, con el fin de garantizar su derecho a la salud, especialmente de las  trabajadoras del hogar, al cual se afiliaron alrededor de 2 mil personas.

La titular de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado Castro, señaló  que desde el año pasado el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera planteó un compromiso desde su gestión de gobierno para ir avanzando en el respeto a los derechos de las trabajadoras del hogar.

Así mismo, hizo un llamado a las asistentes a empezar por casa, “no necesitamos una legislación específica, la legislación laboral existe, podemos empezar otorgando vacaciones, haciendo un contrato muy claramente de cuáles son las actividades, poniendo un horario, dando aguinaldo –según lo plantea la Ley Federal del Trabajo-, ya tenemos un marco legal, por qué esperar cuando podemos empezar ahora”, dijo Patricia Mercado.

A su vez, la Presidenta del COPRED, Jacqueline L´Hoist Tapia, agregó que el 96 por ciento de las mujeres trabajadoras del hogar carecen de un contrato, lo que limita el acceso a sus derechos laborales y las coloca en situación de discriminación. Por ello, L´Hoist Tapia convocó a que cesen las conductas discriminatorias contra las personas trabajadoras del hogar, ya sea por la labor a la que se dedican, por su origen indígena, por su color de piel, porque son jóvenes o adultos mayores o por su nivel académico.

La presidenta del COPRED,  Jacqueline L´Hoist Tapia
La presidenta del COPRED, Jacqueline L´Hoist Tapia

Incluso, la Titular del COPRED consideró que éste es un momento oportuno para que las mujeres de la Ciudad de México sean las primeras en impulsar y reconocer estos derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar.

Entre las invitadas estuvieron: Aline Davidoff; Ana Luisa Liguori; Angélica de la Peña; Angélica Fuentes; Arlette Pacheco; Blanca Heredia; Carmen Peralta; Cecilia Soto; Cecilia Tapia; Consuelo Mejía; Flor Trujillo; Gabriela Hernández; Gladis Lara; Guadalupe Alcántara; Guadalupe Loaeza; Lilian Magidin; Maite Azuela; Margarita Zavala; Margarita Darlene Rojas; María de los Angeles Moreno; María Elena Morera; Marta Lamas; Mónica Garza; Mónica Flores; Natalia Lococo; Norma Samaniego; Raquel Schlosser; Tegina Tamés; Reneé Dayan; Rocío Mejía; Teresa Incháustegui; Yolanda Ciani y Janine Otálora.

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