Demanda universitario mexicano no criminalizar el suicidio asistido

Demanda universitario mexicano no criminalizar el suicidio asistido

  • “El ser humano es autónomo y la eutanasia bien llevada es una gran forma de despedirse de la vida”, dijo Arnoldo Kraus Weisman.
  • En la Ciudad de México existe la iniciativa de Voluntad Anticipada. La Constitución de la CDMX incorporó  la figura de la muerte digna.

Arnoldo Kraus Weisman, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), llamó a no criminalizar la eutanasia, un tema que aún perturba a la mayoría de la sociedad mexicana, con fuertes raíces  en las creencias religiosas- la mayoría es del culto católico-  y motiva ríspidos y espinosos desencuentros entre partidarios de la muerte digna y líderes de las iglesias.

“El ser humano es autónomo y la eutanasia bien llevada es una gran forma de despedirse de la vida”, dijo este académico al dictar la conferencia magistral “Eutanasia: reflexión obligada”, en el auditorio Alfonso Caso de esa Facultad de la más importante universidad pública mexicana.

Kraus Weisman expuso que la idea de ‘morir con dignidad’ está presente entre quienes consideran que podrían entrar a terapia intensiva y cuentan con los recursos económicos para afrontar este tipo de tratamientos.

En el marco del ciclo “Diálogos por la bioética”, del Programa Universitario de Bioética, el autor de libros como “Recordar a los difuntos”, habló de este tema que para la mayoría de la sociedad mexicana,  por sus fuertes creencias religiosas, es tratada con pinzas o es francamente eludida en las conversaciones familiares con enfermos terminales. Apelan a sus creencias.

En México  solamente existe una iniciativa legal  para enfermos desahuciados en la capital del país denominada “voluntad anticipada”,  que consiste en que las personas decidan por sí mismos tener derecho a recibir únicamente medicamentos paliativos en diagnósticos terminales. Existe en vigor la legislación que ampara esta iniciativa de nominada Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal, nombre que antes tenía la capital mexicana.

Esta Ley entró en vigor en  los inicios del año 2008 en la capital del país.

El Colegio de Bioética, a  la que pertenece Kraus Weisman,  entiende por voluntad anticipada, la declaración unilateral de la voluntad efectuada por una persona mayor de edad o emancipada, con plena capacidad de goce y ejercicio mediante la cual, privilegiando el principio de autonomía, y señala de manera anticipada que es lo que desea para sí en relación a él o los tratamientos y cuidados de salud, en caso de encontrarse en un escenario determinado que no le permita manifestarse al respecto, particularmente en caso de encontrarse en una situación de enfermedad terminal derivada de un proceso natural o como consecuencia de un accidente fortuito.

Foto: T E

Esta  Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal para este Colegio de Bioética tiene por objeto establecer y regular las normas, requisitos y formas de realización de la voluntad de cualquier persona con capacidad de ejercicio, respecto a la negativa a someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos que pretendan prolongar de manera innecesaria su vida, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona, cuando por razones médicas, fortuitas o de fuerza mayor, sea imposible mantener su vida de manera natural.

En la misma capital mexicana existe la figura de la muerte digna, sin legislarse, que fue aprobada en la reciente Constitución de la Ciudad de México que entrará en vigor el próximo mes de septiembre.

En su artículo 6 de los Derechos a la autodeterminación personal, esta Constitución, la primera de la capital de México, dicta que “la vida digna contiene implícitamente el derecho a una muerte digna”.

Este especialista universitario advirtió que antes de implementar estos procedimientos en México, el sistema de salud nacional debe resolver aspectos básicos como que haya vacunas, alimentos y medicamentos en los hospitales.

Además, añadió, el tema no está en la agenda de los políticos, incluso tampoco en la mayoría de la población. Sin embargo, confió en que la sociedad civil sea quien promueva su debate, “aunque en otros países la discusión al respecto se ha iniciado a partir de casos de muerte desastrosos”.

Hasta ahora, mencionó,  este procedimiento es legal en cinco países: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Colombia y Canadá. En Oregón, Estados Unidos, está permitido el suicidio asistido, consistente en que un médico proporcione al enfermo los medicamentos para que él decida dónde, cuándo y cómo morir.

“El enfermo tiene a su lado un kit, una caja que puede utilizar para calmar sus dolores y precipitar su muerte. Muchas veces ya no lo usan porque mueren antes a causa de la enfermedad, pero se sienten protegidos al tener un botiquín para utilizarlo en caso necesario”.

Kraus Weisman explicó que en países como EU más de la mitad de las personas fallecen en hospitales, y en América Latina la mayoría fuera de ellos. Y lo que un moribundo busca en sus últimos días es que lo toquen, le hablen y le permitan despedirse.

El concepto de la muerte, citó, también ha cambiado. Antes la gente moría en casa, rodeada de la familia, lo que humanizaba un tanto el proceso, pero ahora cada vez más ocurre en hospitales

Sin embargo, este académico universitario  está convencido de que la eutanasia no se podrá legalizar en México mientras uno de cada dos habitantes viva en pobreza o pobreza extrema.

Pensar en ella es una cuestión casi elitista, afirmó ante estudiantes y catedráticos de la Facultad de Medicina.

“Hasta no resolver ese problema, la eutanasia estará en el limbo. Los pobres no pueden pensar en ella porque se mueren antes por no tener para comer, o están en hospitales en donde no hay recursos”, dijo el  miembro del Colegio de Bioética.

Please follow and like us: