Fallecen dos periodistas emblemáticos, María Luisa “la China Mendoza” y Julio Mayo

Fallecen dos periodistas emblemáticos, María Luisa “la China Mendoza” y Julio Mayo

Formaron parte de la brillante generación de periodistas del periódico El Día. María Luisa Mendoza, una auténtica polígrafa y Julio Mayo, un periodista con un fuerte compromiso con el periodismo social.

Este último fin de semana fallecieron dos emblemáticas personas mayores dedicadas a la azarosa tarea del periodismo en un país donde aún no cala la idea de que los periodistas son indispensables para una vida genuinamente  democrática, donde el poder tenga sus contrapesos. Se trata de María Luis Mendoza, a quien cariñosamente se le llamaba “La China Mendoza” y un periodista de la fotografía, Julio Mayo, quien formó parte de ese famoso y legendario grupo de periodistas gráficos formado por los Hermanos Mayo, quienes  venían procedentes de la guerra de España.

En su último artículo, horas antes de fallecer “La China Mendoza”, una auténtica polígrafa, capaz de manejar con destreza e ingenio tanto los géneros literarios como los periodísticos, manifestaba su deseo de estar frente a las urnas para vivir la experiencia que los electores mexicanos hemos vivido este pasado domingo primero de julio.

En el periódico El Día, fundado en junio de 1962  bajo la mirada visionaria de Don Enrique Ramírez y Ramírez que incorporó a sus páginas a muchas y muy distinguidas intelectuales, escritoras y periodistas cuando la presencia de las plumas femeninas era aún muy incipiente, María Luisa Mendoza fue autora de una columna que tituló “La O por lo redondo”, una escritura periodística siempre salpicada de humor, en ocasiones ácido y malicioso, pero siempre culto y ameno.

Ambos periodistas trabajaron para el periódico El Día, uno de los diarios mexicanos que abrieron la brecha para un periodismo de nuevo aliento dirigido  por Ramírez y Ramírez,   en el apogeo de la llamada “guerra fría” y en el contexto de una prensa mexicana en general orientada hacia los intereses de los Estados Unidos y un marcado anticomunismo, cargado de intolerancias y autoritarismo.

María Luisa Mendoza fue también fundadora del periódico El Día  y una de sus primeras tareas fue como Jefa  de Redacción de El Gallo Ilustrado, uno de los más importantes suplementos culturales del país, que dio cabida a las nuevas expresiones culturales en la época del intransigente macartismo que dominaba las páginas de los periódicos mexicanos.

“La China” fue una de las mujeres periodistas mexicanas que se inició en un diario que abrió las puertas a las mujeres cuando el periodismo mexicano era ejercido mayoritariamente por los hombres. En esa época de El Día también estuvieron Elena Poniatowska, Sara Moirón, Rosa Castro, Adelina Zendejas, Alaíde Foppa, Malkah Rabell, Margarita García Flores, Thelma Nava, Socorro Díaz, Cristina Pacheco y otras muchas mujeres periodistas que ocuparon los espacios de las redacciones de ese periódico, enriqueciendo con sus aportaciones y particulares estilos la escena política y cultural del país.

El periodismo es mi vida”, solía decir María Luisa Mendoza, cultísima y barroca  polígrafa quien falleció la madrugada de este viernes 29 de junio en la Ciudad de México a los 88 años de edad. Nació en Guanajuato el 17 de mayo de 1930 y  se definía como “un arcoiris o una aurora boreal plagada de estrellas, de colores e insólita”.

Amante de la literatura, el periodismo y la política, “La China”, quien recibió ese apodo de su padre cuando niña por sus caireles, se reafirmaba como periodista de tiempo completo.

“De mi periodismo vengo y a mi periodismo voy. En mi periodismo he recibido mucha atención, muchos honores, muchos viajes, me he casado en el periodismo, me he curado, me he operado, todo, es mi vida”, aseguró en una entrevista con la Secretaría de Cultura en 2016.

María Luisa La China Mendoza estudió letras modernas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y escenografía en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes. Escribió, entre otras publicaciones, para El Universal, Excélsior, Buen Hogar, Cosmopolitan y Vanidades, Fin de Semana, Mujer de Hoy y Revista Mujeres.

María Luisa “La China Mendoza”, publicó en el libro Autoentrevistas de escritores mexicanos, coordinado por Ignacio Trejo Fuentes e Ixchel Cordero Chavarría, de la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura, entre otros, los siguientes textos.

“¿Quién, Cómo, cuándo, dónde y por qué… Soy eso exactamente, la respuesta a la espina dorsal del periodismo y servidora omnipresente en mi literatura. No he alcanzado al pie de la letra lo que quise, más no creo haber traicionado la esencialidad del primer trazo consciente. Fui haciéndome letra a letra lo que en mi posibilidad estaba, metida en mí y exaltada, llena de fiestas y luces y silenciosa en la introspección de mi propio misterio.

“Me persigue la observancia de la edad, la temo y la escribo, mi Ausencia Bautista, la divina joven de 100 años es la protagónica de esa estadía doliente y forzosa como la muerte, en De Ausencia, quiero creer, logré el milagro de no ser vieja y la pena de ser pretendida por los nietos de los amantes desaparecidos. Con El perro de la escribana traté de exorcizar mis monomanías de lo barroco y las casas de mis abuelos en Tlatelolco.

“Mi vida: una granada de goterones de sangre. No hay queja. Seguiré amando hasta mis últimas fuerzas, amo la gallardía del amor, me gusta estar con un hombre a mi lado, lo considero irremplazable, como un libro, como el sueño, o el paisaje nevado descubierto al amanecer desde una litera del Oriente Express, del entonces ido. Muchos se han confinado en la soledad sitiados contra el amor. No es mi caso, si vivo, amo y doy, deseo la inteligencia y la bondad, poco he variado de la niña que fui y de la anciana que seré, mi fe religiosa intocada, mi posición política invariable, mis combates por los hijos mudos de Dios firme en medio de la conflagración de los tiempos mexicanos. Sí, temo, como un león de circo la muerte, la vejez y la pobreza.”

Entre los muchos reconocimientos que recibió se encuentran el Premio con Mención Honorífica Francisco Zarco 1975 para trabajo periodístico de mayor interés nacional; Presea Miguel Hidalgo y Costilla 1983, Congreso del Estado de Guanajuato; Premio Nacional de Periodismo 1984 por su programa Un Día, un Escritor y por su trayectoria profesional.

Algunos de los libros que publicó son: El perro de la escribana, Ojos de papel volando, Con Él, conmigo, con nosotros tres, De ausencia, Fuimos es mucha gente y De amor y lujo, volumen que la hizo merecedora al Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 2001.

Entre los cargos que nunca negó fue el haber sido diputada federal por el estado de Guanajuato.

La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, escribió en su cuenta de twitter: “María Luisa La China Mendoza nos legó una obra literaria y periodística con un extraordinario manejo de la crónica y un profundo conocimiento del idioma español. Mi más sentido pésame a sus familiares y amigos”.

Un periodista de compromiso social

Julio Mayo, era un hombre cordial y amistoso, siempre sonriendo,  vestía de riguroso traje y corbata.   Para él el fotoperiodismo era un compromiso social. Ya centenario,  murió en su casa de Atlixco, Puebla. Souza nació en la ciudad de La Coruña, España,  el 18 de  octubre de 1917.

Julio Mayo, junto con el inolvidable Faustino y su hermano  Pablo nutrieron con sus oportunas fotografías las páginas del periódico El Día que tenía como lema ser el “Vocero del Pueblo Mexicano”.

Con su cámara Leica, Julio formó parte de esa legendaria  dinastía de los “Hermanos Mayo”, quienes llegaron a México tras la derrota de la República Española en 1939 junto con los refugiados que acogió el gobierno del general Lázaro Cárdenas.

Julio llegó a México en 1947. No lo hizo antes porque estuvo detenido en una división de los fascistas italianos y  en varias prisiones hasta que logró salir del país y llegar a nuestro país después de un largo periplo al llegar a Nueva York y trasladarse hasta Laredo, Texas, después a Monterrey para llegar luego a la capital mexicana.

Cuando Julio llegó a la Ciudad de México   se hizo cargo de la agencia y logró colocarla como la más importante agencia de prensa gráfica de México y de Latinoamérica por varias décadas, reseñó Luis Jorge Gallegos en su libro Autorretratos del fotoperiodismo mexicano, 23 testimonios, editado por el Fondo de Cultura Económica.

Gallegos describe a Julio Mayo como un hombre de gran pasión, que vivió y disfrutó de la fotografía desde una perspectiva personal y profesional, fotografió las amplias facetas de la sociedad mexicana. “Hombre de gran intuición e inteligencia natural y carácter franco, dedicado a su familia y estupendo lector de libro”, destacó Gallegos en este libro.

Julio se inició como fotógrafo de prensa  desde los 17 años  en periódicos como el Mundo Gráfico, Renovación, El Liberal, Juventud Roja, Mundo Obrero, y la Vanguardia. En 1936,  al inicio de la guerra española, formó parte de del ejército republicano como periodista y le enviaba a su hermano  Francisco las imágenes para que se publicaran en los diarios madrileños de izquierda.

TE, el diario de las personas mayores, manifiesta su pena por el fallecimiento de María Luisa Mendoza, “La China Mendoza” y Julio Souza  Fernández, mejor conocido como Julio Mayo.

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