Los contagios más altos están en la informalidad laboral y en los hogares

Los contagios más altos están en la informalidad laboral y en los hogares

 

  • Las cifras de infecciones pueden llegar en el país a los tres millones
  • Este padecimiento deja muchas secuelas que pueden ocasionar la muerte hasta 183 días después
  • Quienes tienen las cuatro comorbilidades más comunes –diabetes, hipertensión, tabaquismo y sobrepeso– tienen una tasa mucho mayor de riesgo de morir
  • México registra una de las más altas de letalidad del mundo, de 8.8 por ciento
  • Recomiendan en la UAM cambiar la vista “más hacia las defunciones y seguir atendiendo el número de infectados”

 

Foto: UAM

 

Sofía MANCEBO.-Una investigación efectuada por dos investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) observó que en México la tasa más alta de los contagios están asociados por los contactos de persona a persona  en la ocupación laboral informal seguidos por los hogares,  en un país que registra una de las más altas de letalidad del mundo, de 8.8 por ciento y donde lo que más importa son los contagios y no las defunciones.

 

Marco Antonio Pérez Méndez y Roberto Gutiérrez Rodríguez, investigadores de esta Universidad mexicana, coincidieron en que “dada la alta tasa de letalidad deberíamos de cambiar nuestra vista más hacia las defunciones y seguir atendiendo el número de infectados”.

 

Sus hallazgos revelan que por actividad y género los varones empleados generan mayor tasa de contagios, seguidos de las amas de casa. En esta investigación detectaron que los estudiantes de entre 15 y 23 años –secundaria, educación media y superior– tienen el mayor número de infecciones, “lo que es importante porque se ha dicho que ellos no se enferman, pero son los que salen a fiestas y reuniones.

 

Otros de los hallazgos de su análisis es que quienes tienen las cuatro comorbilidades más comunes –diabetes, hipertensión, tabaquismo y sobrepeso– tienen una tasa mucho mayor de riesgo de morir, lo que representa un porcentaje muy significativo de la población mexicana.

 

Observaron que en el caso de la Ciudad de México hubo una segunda ola que disparó el número de contagios y, por ende, de hospitalizaciones y defunciones.

 

Foto: UNAM

 

Ambos expertos se dieron a la tarea “de indagar las condiciones de las infecciones con una variable asociada con la ocupación”, ya que en México “hay una tasa de informalidad muy alta y las personas tienen contacto persona a persona, y aun cuando se impongan restricciones a la movilidad no se genera el efecto de contención”.

 

Marco Antonio Pérez Méndez y Roberto Gutiérrez Rodríguez, de esta Universidad mexicana, participaron en el webinar Manejo y Consecuencias de la COVID-19 en tres continentes: Asia, Europa y América, organizado por el Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa, en el que intervinieron investigadores de Japón, Italia, España, Estados Unidos, Uruguay, Ecuador y México.

 

Hace un mes, citaron, hubo una controversia entre la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía porque las cifras que reportan son totalmente distintas y en el esquema de supervivencia que diseñaron “encontramos resultados interesantes, pues este padecimiento deja muchas secuelas que pueden ocasionar la muerte del individuo hasta 183 días después de presentar síntomas”.

 

El anterior fue un hallazgo importante porque les permitió detectar que la probabilidad de supervivencia de sujetos cuyos síntomas persisten después de 14 días, cae de manera drástica e incluso hay quienes perdieron la vida “después de un número considerable” de jornadas.

 

Esta situación permitió a estos dos investigadores mexicanos “identificar que la atención temprana es primordial” y que “no se da normalmente”, porque el paciente acude al nosocomio cuando presenta saturación baja y falta de aire, pero cuando eso sucede la posibilidad de permanecer vivo es menor a 50 por ciento “y eso ha ocasionado la alta tasa de letalidad”.

 

Foto: IMSS

 

Además citaron el país sólo ha practicado 5.2 millones de pruebas que representan 0.3 por ciento del total internacional y hay cuatro mil 700 pacientes que se encuentran en condiciones críticas. Eso, coincidieron, equivale a 4.9 por ciento del total mundial al citar a las 179 mil 799 personas, que hasta el sábado pasado, han fallecido, lo que significa 7.2 por ciento del total mundial.

 

Este número de fallecimientos lo que –aun en condiciones de estimación, dijeron– “es algo muy preocupante, pues nuestra tasa de letalidad acumulada es de 8.8 por ciento, mientras la del mundo está relativamente debajo de dos por ciento”.

 

Este porcentaje, no es sólo el más alto del mundo, sino que comparándolo con los de Ecuador y Egipto, es tres puntos arriba de los países que nos siguen, puntualizó Gutiérrez Rodríguez.

 

Todos estos elementos, destacaron, los “obligan a pensar en una estrategia muy poderosa para luchar contra la enfermedad, pues en nuestro país lo que más importa, en apariencia, son los contagios, pero dada la alta tasa de letalidad deberíamos de cambiar nuestra vista más hacia las defunciones y seguir atendiendo el número de infectados”.

 

“Nuestra única esperanza es la vacuna, pero al ritmo de inoculación actual a México le va a llevar mucho tiempo terminar” con esta tarea.

 

México, estiman, podría llegar a tres millones de contagios, de acuerdo con un modelo evolutivo de la enfermedad de COVID-19 en el país propuesto por investigadores del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Foto: UAM

 

Aun cuando hacer un pronóstico “siempre implica gran incertidumbre”, se espera que la enfermedad en el país se va a frenar hasta octubre de 2022, según dicha proyección –que abarcó del día cero de la pandemia al 23 de enero de 2021– explicó el doctor Marco Antonio Pérez Méndez.

 

El académico de la UAM advirtió que luego del segundo pico registrado en enero, existe la pregunta de si en semana santa vendría una tercera ola, lo cual resulta “muy preocupante porque dispararía las infecciones”.

 

El modelo trata de medir también la posible trayectoria del fenómeno en relación con las defunciones, “pero encontramos que este valor estaba subestimado en el estudio”, ya que hay fallecidos que no se han podido contabilizar como caso de COVID-19, aunado a que México tiene una tasa de letalidad superior a 8 por ciento.

 

Otro dato que arroja la indagación de estos investigadores mexicanos es el referente a la ocupación de panteones y criptas en la capital, la cual se encuentra arriba de 85 por ciento, y si la tasa de letalidad de COVID-19 sigue en los mismos niveles, pronto estos sitios quedarán saturados y “ya no hay espacio para abrir otros”.

 

El doctor Roberto Gutiérrez Rodríguez, jefe del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa de la UAM, advirtió que el caso de México es muy preocupante, porque con una población que representa 1.65 por ciento de los habitantes del mundo “tenemos 2.2 millones de contagios acumulados que representan 1.8 por ciento del total global”.

 

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