La novelista de la mente morbosa que escribe tuits como si no hubiera usado ropa interior

La novelista de la mente morbosa que escribe tuits como si no hubiera usado ropa interior

 

  • Margo Glantz tiene que estar escribiendo un tuit porque es importantísimo
  • A veces sueña con tuits
  • Recibió la Medalla Carlos Fuentes que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL)
  • La escritora afirmó que trabaja mucho la Wikipedia, el Facebook
  • “Y soy tuitera. Si no escribo un tuit todos los días hoy no escribí. Es como si no me pusiera ropa interior. Tengo que estar escribiendo un tuit porque es importantísimo”

 

Margo Glantz

 

Susana SÁNCHEZ.-Margo Glantz recibió la Medalla Carlos Fuentes y luego de terminar la lectura de una versión abreviada del texto “Las metamorfosis del vampiro”, en el que hace una lectura de Aura, la novela de Carlos Fuentes, desde el mito del no-muerto que se mantiene vivo gracias a la sangre de los otros”, la escritora mexicana le pidió a la escritora Gabriela Jáuregui que la entrevistara “para ver qué digo”.

 

Después de escucharse risas del auditorio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, ambas escritoras conversaron de la extensa obra de Margo Glantz. Al hablar de Apariciones, una novela de Margo Glantz que la poeta Mónica Manzur llegó a describir como de varias historias paralelas: una historia de las relaciones entre una mujer, su hija y el amante; y otra es la relación de un par de monjas en su convento con Cristo, su esposo, y don Manuel, su confesor”… Margo Glantz recordó que alguna vez alguien le preguntó sobre  Apariciones: “¿Por qué escribes esas cosas tan sucias?”, a lo que la narradora respondió: “Transcribo mi mente morbosa a una escritura menos morbosa”.

 

En la charla Glantz reveló también el proceso que siguió para escribir El rastro, otra de sus novelas, donde narra el regreso de Nora García, la protagonista, en el pueblo después de una larga separación para asistir al velorio de Juan, su ex marido, músico como ella, quien acaba de morir de un infarto de miocardio; en algún punto de la conversación dijo que le gustaba escribir tuits diario. “Si un día no escribo un tuit, es como si no hubiera usado ropa interior”, dijo, provocando de nuevo las risas de la gente.

 

Daniel Francisco dijo, en una reseña para la Gaceta de la UNAM, que la escritora afirmó que trabaja mucho la Wikipedia, el Facebook. “Y soy tuitera. Si no escribo un tuit todos los días hoy no escribí. Es como si no me pusiera ropa interior. Tengo que estar escribiendo un tuit porque es importantísimo”.

 

Margo Glantz

 

Margo dijo que a veces sueña con tuits. “También eso aparece en mi libro Y por mirarlo todo, nada veía- sobre uno de los grandes problemas que ha traído consigo la proliferación de discursos en las redes sociales es que pareciéramos vivir en un mundo en el que todos hablan y nadie escucha, dice la sinopsis del libro- en donde esa fragmentación con la que empecé escribiendo, por la que no me publicaban las editoriales, acabó siendo mi modelo más importante. Acabó siendo la fragmentación de la fragmentación y se volvió pulverización. Yo estoy entera todavía pero pronto me voy a pulverizar, obviamente. Qué horror”.

 

Margo Glantz Shapiro cumplió 91 años este año (nació 28 de enero de 1930). Es una lectora y escritora apasionada, hija de inmigrantes judíos ucranianos, profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México, es novelista, ensayista, periodista, traductora, fundadora de publicaciones, integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, docente en las universidades de Barcelona, París, Yale, Princeton, Berkeley y Harvard.

 

Leonardo Huerta Mendoza la entrevistó el año pasado para la Gaceta de la UNAM donde recordó a su padre, Jacobo Glantz y a su madre, Elizabeth Shapiro. Su padre era un poeta que legó a México con muchos libros, la mayoría escritos en yiddish, la lengua de los judíos azkenazi del centro y el este de Europa. “A medida que aprendía el español, añadió libros en español a su biblioteca. Mis primeras lecturas fueron de aventuras: Salgari, Verne, Dumas… Más tarde leí obras de Hugo, Shakespeare, Dostoievski… También leí muchas novelas rosas y de folletín”, le dijo Margo a Leonardo.

 

Su niñez no estuvo exenta de una vida azarosa. Cursó la primaria en varias escuelas por problemas económicos de su familia. “Fueron tantas las escuelas a las que asistí que es difícil acordarse de todas. En más de una ocasión, mis padres Jacobo Glantz y Elizabeth Shapiro me inscribieron en tres distintas durante un mismo año.”

 

Margo Glantz

 

A los 14 años, Margo ingresó en una organización judía de izquierda llamada Hashomer Hatzair, cuyo objetivo era crear comunidades agrarias igualitarias y luchar por un Israel socialista. Ingresó a la preparatoria 1 de San Ildelfonso en 1945.

 

Sus lecturas eran las obras de Tomás Mann, Broch, Herman Hesse, Wasserman, John Dos Passos, William Faulkner, León Tolstoi, Balzac, Kafka. Estudió a Marx y entre 1947 a 1950 estudió en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, y de 1950 a 1953 hizo su maestría en letras inglesas, y luego el doctorado en letras españolas en La Sorbona, en Francia, dijo a Leonardo Huerta de la redacción de La Gaceta de la UNAM.

 

En abril de 1961, Margo estuvo en Cuba con su marido Francisco López Cámara. Estuvo en la nación socialista durante la invasión a Bahía de Cochinos organizada por el gobierno de los Estados Unidos. En el mes que permaneció en la isla vivió “uno de los momentos históricos más importantes de la Revolución Cubana”, le dio a Leonardo.  ocurrió el ataque a Bahía de Cochinos, perpetrado por los anticastristas.

 

En esa estancia conoció a Fidel Castro, al Che Guevara, a Armando Hart, a Osmani Cienfuegos. “Coincidió con intelectuales y artistas mexicanos y latinoamericanos que habían ido a trabajar a la isla, como Juan José Arreola, José Luis González, José de la Colina, Heraclio Zepeda, Joaquín y Surya Sánchez Macgregor, Ezequiel Martínez Estrada, León Ferrari…”

 

“Fui testigo de las grandes concentraciones, de los discursos larguísimos y emotivos de Fidel y de los juicios a los invasores y a los torturadores de la época de Batista, que vi por televisión.”

 

Descubrió desde 1959 que le gustaba dar clases, enseñar y a sus alumnos les gustaba cómo impartía las clases.

 

En Guadalajara, apenas hace unos días, Margo Glantz recibió la Medalla Carlos Fuentes que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). En 2003 fue la ganadora del Premio Sor Juan Inés de la Cruz y en 2010 del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. Al recibir este nuevo reconocimiento dijo que “esta medalla es como una especie de coronación, muy importante y me une a un amigo y un gran escritor como Carlos (Fuentes)”.

 

“¿Qué le diría a Carlos Fuentes?”, le preguntó un reportero.

 

Con casi 92 años, Margo Glantz respondió: “Hola Carlos, dentro de poco llego contigo”.

 

Imágenes: UNAM

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