Murió John Nash, matemático ganador del Premio Nobel de Economía en un accidente automovilístico

Murió John Nash, matemático ganador del Premio Nobel de Economía, en un accidente automovilístico

El matemático John Nash conocido en todo el mundo por la película Una mente brillante basada en su vida, murió el sábado en Nueva Jersey en un accidente automovilístico mientras  viajaba en un taxi con su esposa, Alicia Lardé, cuando el conductor perdió el control del carro al rebasar a otro vehículo y se estrelló contra una valla. 

john nash

Tanto Nash, de 86 años, como su esposa, de 82, salieron despedidos del asiento trasero del coche y murieron en el acto. La policía explicó ayer que todo indica que ninguno de los dos llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Nash fue reconocido como uno de los mejores matemáticos del siglo XX,  ganó el premio Nobel de Economía en 1994 y el Premio Abel, que es, junto con la Medalla Fields, el más prestigioso en el campo de las matemáticas o la física cuántica, este mismo año.

Sin embargo sus teorías y trabajos académicos no son tan conocidos como la película Una Mente Brillante sobre la enfermedad que padeció y combatió toda su vida: la esquizofrenia. Los delirios de Nash, muy en el ambiente hostil y paranoide de la Guerra Fría le hacían ver “criptocomunistas” en todos lados; así relata lo que percibía:

“El personal de mi universidad, el Massachusetts Institute of Technology, y más tarde todo Boston, se comportaban conmigo de una forma muy extraña.  (…) Empecé a ver criptocomunistas por todas partes (…) Empecé a pensar que yo era una persona de gran importancia religiosa y a oír voces continuamente. Empecé a oír algo así como llamadas telefónicas que sonaban en mi cerebro, de gente opuesta a mis ideas. (…) El delirio era como un sueño del que parecía que no me despertaba.”

En una época posterior cuando su enfermedad no lo tenía totalmente dominado, describió su recuperación así:

“Gradualmente, comencé a rechazar intelectualmente algunas de las delirantes líneas de pensamiento que habían sido características de mi orientación. Esto comenzó, de forma más clara, con el rechazo del pensamiento orientado políticamente como una pérdida inútil de esfuerzo intelectual”.

Durante su infancia Nash tuvo todos los rasgos de un niño superdotado: aprendía solo y a una edad mucho más temprana que el resto de los niños, pero al mismo tiempo tenía enormes dificultades para relacionarse. Empezó estudiando química, porque su padre era químico, pero pronto descubrió las matemáticas. Tras obtener su licenciatura pidió una beca, para la que necesitaba una carta de recomendación del que había sido su tutor durante la carrera. En esa carta, su profesor escribió una sola frase: «Este hombre es un genio».

john nash russell crowe
Fotograma de Una Mente Brillante (2001), con Russell Crowe en el papel de John Nash

John Nash comenzó a trabajar en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en 1951. Allí conoció a la madre de su primer hijo, la enfermera Eleanor Siter, a la que abandonó cuando supo que estaba embarazada porque consideraba que la clase social de ella estaba muy por debajo de la de él. Poco después comenzó una relación con una de sus alumnas, Alicia Lardé, nacida en El Salvador y que se convertiría en la mujer de su vida y madre de su segundo hijo.

En 1958 el MIT le nombró catedrático, se había casado y Alicia estaba embarazada cuando comenzaron los primeros síntomas de su enfermedad: esquizofrenia paranoide. En la primavera de 1959, Nash renunció a su puesto en el MIT y fue internado en un hospital psiquiátrico. Sería el primero de los internamientos, todos forzados, que viviría a lo largo de los años. Mientras él estaba en el hospital nació su hijo, al que Alicia tardó un año en poner nombre porque opinaba que John también tenía derecho a decidir sobre la cuestión. John Charles Martin Nash, su hijo, también fue matemático y padeció esquizofrenia.

Decidió combatir su enfermedad con un enfoque intelectual. Aprendió a reconocer las alucinaciones y a rechazarlas sin más ayuda que su propia mente. Él mismo contó cómo la película sobre su vida obvió esta decisión.

El investigador de la Universidad de Princeton, ha sido reconocido por su increíble trabajo en ecuaciones diferenciales parciales, una herramienta empleada para describir todo tipo de fenómenos científicos, desde los campos de la termodinámica a la física cuántica.

Después de sus internamientos Nash volvió a trabajar en matemáticas y poco después pudo reanudar sus clases. En Princeton, donde era famoso por algunas de sus manías, como vagar por el campus en la noche o trabajar en la pizarra escribiendo ecuaciones en la madrugada, es dónde pasó el resto de su vida, con Alicia.

Su trabajo matemático abarca una enorme cantidad de campos. El Nobel de Economía lo recibió por sus investigaciones en Teoría de Juegos y el premio Abel reconoció sus logros en geometría y ecuaciones diferenciales parciales. Una muestra de la amplitud de sus intereses la da su página web de la Universidad de Princeton: “Actualmente estoy interesado en la investigación de la lógica, la Teoría de Juegos, la cosmología y la gravitación”.

Frases de Nash para la posteridad

“Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica? ¿Quién decide la razón?”

 He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante… y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”.

“Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón”.

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