La maternidad impide a las mujeres mexicanas tener pensión y otros derechos laborales de ley

La maternidad impide a las mujeres mexicanas tener pensión y otros derechos laborales de ley

Solamente 8.7% tiene acceso a la jubilación

empleada doméstica

El embarazo y la maternidad han ocasionado que la participación laboral de las madres mexicanas  sea baja, sensiblemente menor a la de los hombres actualmente  sólo el 8.7  por ciento de las mujeres adultas mayores está pensionada, jubilada, o recibe pensión por viudez, situación que contrasta con la de los hombres, ya que una cuarta parte de ellos goza de una pensión, revela el informe “Situación de las personas adultas mayores en México”, publicado este año por el Instituto Nacional de la Mujeres.

El embarazo y la maternidad es la primera puerta por la que las mujeres se ven  obligadas a dejar un empleo, para dedicarse de tiempo completo al cuidado de los hijos y la familia con lo que pierden    la paga percibida por éste y las garantías de ley que podría reportarles, como facilidades para la vivienda y muchas otras prestaciones, sobre todo una pensión.

La diferencia entre mujeres y hombres en torno a la pensión y otras prestaciones económicas ofrecidas por el mercado laboral,  responde a actividad económica y constancia laboral de ellos, en tanto que las trayectorias laborales femeninas suelen ser cortas e interrumpidas por el nacimiento y cuidado de los hijos, primero, el trabajo doméstico después  y más tarde el cuidado de los padres o abuelos;  trabajos en los que nunca percibe un salario.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en México la tasa de participación laboral femenina es 42.2 por ciento, la más baja de América Latina y la segunda menor después de República Dominicana si se considera la región del Caribe.

Una vez que han criado a los hijos y cuidado a la familia las adultas mayores no pueden aspirar a empleos bien pagados, por su edad y falta de preparación y actualización;  los principales grupos de ocupación en los que participan los adultos mayores que trabajan en el mercado laboral son comerciantes, empleados en servicios personales e industriales, artesanos, ayudantes y trabajadores agropecuarios. Las mujeres son sobre todo comerciantes (38.8 por ciento), seguido por los servicios personales (26.6 por ciento).

Las condiciones descritas inhiben cualquier posibilidad de ahorro, las adultas mayores si tienen Afore no destinarán su pensión sólo al retiro. Una encuesta de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), indica que las mujeres ahorran más que los hombres: 57 por ciento versus 43 por ciento, pero enfocan cerca de 86 por ciento de éste al gasto familiar.

“Buscando mayor flexibilidad, muchas madres deciden trabajar por cuenta propia y dejan de hacer aportaciones a su ahorro para el retiro durante parte de su vida productiva. Esto ocasiona que, llegado el momento se encuentren sin ahorros y sin una pensión, que las obliga a seguir trabajando o a vivir con sus hijos”, indicó Amafore.

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