Frena la Corte la política de limpieza ambiental en el Valle de México

• Ampara a propietarios de vehículos automotores de modelos anteriores a 2007.
• Polémica decisión que afecta la salud de los habitantes, sobre todo de los adultos mayores y la niñez y favorece la circulación de vehículos.
• Incremento hasta en 70 por ciento de los casos de bronquitis, 80 por ciento de los de neumonía y 10 por ciento de  los casos de asma en menores de edad.
• Automotores públicos, privados y de carga producen el 50 por ciento  de la contaminación y el 49 por ciento de los gases de efecto invernadero.

México, 5 julio de 2015.-Dos días después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación amparó a propietarios de automotores particulares para poder circular todos los días con modelos antiguos, el sábado 4 de julio el noroeste del valle de México amaneció con “mala calidad” del aire: hasta 102 puntos de partículas suspendidas en el aire, según la información del Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat).

En una polémica decisión la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó amparar a propietarios de vehículos automotores para circular en el valle de México, no de acuerdo al modelo y año sino en función de las emisiones que emitan sus unidades, lo que ahondará en un mayor número de circulación en las congestionadas vialidades de la Ciudad de México.

El aumento de vehículos en circulación en el valle de México es previsible con esta medida que modifica el programa Hoy No Circula surgido en 1989 para enfrentar la contaminación ambiental de la capital del país. Hasta hace tres años se tenían registrados dos millones 76 mil 969 autos registrados y una circulación  tres millones de autos particulares junto con  las unidades provenientes de los estados vecinos.

Esta decisión de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pone un freno a la política pública de limpieza ambiental que busca disminuir los altos índices de contaminación ambiental en el valle de México, considerada una de las metrópolis más afectada por  la emisión de gases que ponen en peligro la salud de millones de los habitantes de esta zona central de México.

Tras dar a conocer los reportes de su monitoreo, el sábado 4 de julio, la Simat recomendó a los grupos más vulnerables: adultos mayores, niños y personas con padecimientos de las vías respiratorias,  evitar actividades al aire libre y por tiempos prolongados.

En el Sindicato que afilia a los trabajadores del gobierno de la capital, que agrupa a alrededor de cien mil servidores públicos, parte de sus miembros han expresado a sus dirigentes su preocupación por estar expuestos a la contaminación en zonas de alta emisión de gases, el centro de la capital y las vialidades primarias donde realizan tareas de limpieza y bacheo.

Las autoridades de salud y ambientales de la capital mexicana tienen documentado  desde 2012 el incremento hasta en 70 por ciento de los casos de bronquitis, 80 por ciento los de neumonía y 10 por ciento los casos de asma en menores de edad. El riesgo de sufrir un infarto al miocardio es latente entre los capitalinos,  se puede incrementar tres veces por estar en el tráfico previo al evento.

“Por estar expuesto  en las vialidades a la emisión de los gases contaminantes,  aumenta en 60 por ciento los casos de enfermedad coronaria en el corazón”, destaca uno de sus informes a la vez de advertir que “la mortalidad por causas naturales puede ser 40 por ciento más alta en personas que viven a menos de cien metros de una autopista y a 50 metros de una vialidad de alta circulación”.

“Los síntomas de exposición a la contaminación del aire se manifiestan principalmente en la disminución de la capacidad respiratoria, incremento de las enfermedades respiratorias crónicas y agudas, aumento de ataques de asma y de enfermedades cardiacas, y en los peores casos,   cáncer y muerte”, señala también ese informe del 2012.

En la Ciudad de México se realizaban en 2012, 22 millones de viajes y se aseguraba que el 50  por ciento  de la contaminación y el 49 por ciento de los gases de efecto invernadero los producen los automotores públicos, privados y de carga. Cotidianamente circulan cinco millones de automotores en el área metropolitana de la capital. Los autos ocupan el 80 por ciento del espacio público dedicado a la vialidad y transportan apenas el 30 por ciento de las personas, los autos normalmente solo transportan un pasajero.

El exceso de vehículos en circulación causa enormes costos laborales económicos. Entre los habitantes de la capital es común el estrés, el cansancio, la irritación y males respiratorios  que afectan su salud.

Todos respiramos el aire contaminado.

De acuerdo con los datos de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno de la Ciudad de México en la capital mexicana cada día se consumen 47 millones de litros equivalentes de gasolina, diésel, gasolina, glp y se emiten 633 mil toneladas  de compuestos orgánicos volátiles (CDV); 239 mil toneladas  de óxidos de nitrógeno (NOx); un millón 600 mil toneladas de monóxido de carbono (CD); y más de nueve mil toneladas de  partículas PM 25.

Las autoridades capitalinas han  reconocido que  durante años se ha favorecido el incremento del transporte particular en una ciudad de ocho millones 900 mil  habitantes y cuatro millones 200 mil visitantes.  En las vialidades primarias y secundarias se desplazan diariamente trece millones de personas en una red de vías que no superan los 10 mil kilómetros, divididas en 900 kilómetros de avenidas y nueve mil kilómetros de calles secundarias.

El Programa de Acción Climática de la Ciudad de México (PACCM) 2014-2020, elaborado por el Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos, tiene como objetivo primordial el incremento en la calidad de vida y el desarrollo sustentable con baja intensidad de carbono en la Ciudad de México con la reducción de las  emisiones de compuestos de efecto invernadero y la disminución de las condiciones de vulnerabilidad e incrementar las capacidades adaptativas de los ciudadanos al cambio climático.

Este programa del gobierno del Distrito Federal se fijó dos metas claras y concretas:

“Alcanzar la diminución directa de aproximadamente 8 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente (CO2 eq) acumuladas al año 2020”.

“Lograr que 5.6 millones de personas vulnerables al cambio climático aumenten la resiliencia a los efectos adversos derivados del mismo y se vean beneficiadas directamente por las acciones planteadas en el Programa”.

La mañana del viernes 3 de julio, en la sala de prensa del gobierno de la Ciudad de México, el consejero jurídico y de servicios legales, José Ramón Amieva Gálvez, acompañado de la secretaria del Medio Ambiente, Tanya Muller, anunció que las autoridades capitalinas acataban  la decisión de la  segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que amparaba a propietarios de vehículos automotores, que sin importar el modelo o su antigüedad,  pueden obtener la calcomanía cero que les permita circular todos los días.

Por la noche,   luego de una reunión extraordinaria de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), integrada con representantes del Distrito Federal, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala y por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), acataron esa decisión de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 Según un comunicado de prensa de la CAMe, desde hace meses venían  “trabajando y analizando un esquema de verificación vehicular obligatorio basado en emisiones y no en año y modelo de los automóviles, por lo que la resolución de la Segunda Sala de la SCJN concuerda con los principios de la Comisión de promover la salud pública y fomentar la equidad social”.

Los ministros de esa Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación argumentaron que su resolución no significaba obtener en automático el holograma Cero para circular todos los días por parte de los propietarios de esos vehículos  con modelos anteriores a 2007,  de la Ciudad de México y de los estados de Morelos, México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo,  ya que sus unidades deben cumplir con la normatividad de los niveles de emisión de gases de sus unidades.