Plantea envejecimiento de la población en América Latina nuevos retos

Plantea envejecimiento de la población en América Latina nuevos retos

Será crucial el diseño de políticas públicas y el desempeño institucional en la protección social

ana mohedano
Ana Mohedano, responsable de Programas de Servicios Sociales de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS)

Debido al proceso de envejecimiento que vive la población en América Latina se presentarán nuevos retos para los sistemas de protección social del adulto mayor en la región, por lo que los países deben estar preparados y atender de la mejor forma a este grupo poblacional, señalaron expertos en el tema durante el Seminario Internacional “Intercambiando experiencias sobre Políticas de Protección Social para promover la Autonomía de las Personas Adultas Mayores” celebrado en Lima, Perú.

La responsable de Programas de Servicios Sociales de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), Ana Mohedano, señaló que  señaló que dichos retos pasan por observar el envejecimiento como un proceso heterogéneo, prevenir la financiación de la protección social al adulto mayor, la seguridad económica de los adultos mayores, el acceso a servicios de calidad y la atención a las personas en situación de dependencia.

En ese sentido, agregó que los adultos mayores llegan a la edad de retiro en mejores condiciones que antes y que en el proceso de envejecimiento, un 23% de los adultos mayores supera los 80 años en Iberoamérica, no siendo precisa la edad a la que se es adulto mayor, pues depende de cada persona, país, contexto, entre otras variables y factores.

Mohedano señaló que ante este contexto es importante que las políticas públicas de envejecimiento se adapten a cada persona y promover el envejecimiento activo, la gestión de la edad en el lugar de trabajo y la preparación a la jubilación.

Durante su exposición magistral denominada “De la teoría a la práctica: Hacia una Política de protección social para promover la autonomía de las personas adultas mayores en América Latina”, afirmó que entre los retos está la salud pues los adultos mayores requieren un mayor uso de estos servicios pero a menudo carecen de ingresos para costearlo.

“De esta manera se presenta una situación de exclusión sanitaria, falta de profesionales especializados en adultos mayores y la necesidad de adaptar los servicios a las necesidades de los mayores (enfermedades crónicas y neurodegenerativas, etc.)”, manifestó.

Adaptar sistemas de protección social

Mohedano destacó que es importante adaptar los sistemas de protección sociales a las necesidades de los nuevos adultos mayores (Sistemas centrados en las personas); adaptar nuestros sistemas de protección para que sean sostenibles; mantener la cohesión social evitando brechas por edad; aprovechar el envejecimiento como motor de empleo; adaptar sistemas de salud y tratamientos.

Asimismo, fomentar el empleo formal y los sistemas contributivos; desarrollar sistemas de atención a la dependencia públicos; lograr que las personas mayores estén en la agenda política y promover la responsabilidad de adaptarse al cambio compartida por todos los agentes clave (Instituciones públicas, organizaciones ciudadanas, empresas privadas, etc.)

Por su parte, el Jefe del Área de Población y Desarrollo del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), perteneciente a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Paulo Saad, señaló que el impacto del envejecimiento de la población será significativo en el área de la salud, pues crece la importancia las enfermedades crónicas y degenerativas (cardiovasculares, respiratorias, diabetes, cáncer, disturbios mentales) que incrementan la incidencia de la dependencia.

En su ponencia sobre “Tendencias demográficas, proceso de envejecimiento y nuevas vulnerabilidades y riesgos en América Latina: emergentes escenarios para las políticas de protección social que aseguren la autonomía”, manifestó que en América Latina no se ha otorgado suficiente importancia a las intervenciones que podrían prevenir la alta prevalencia de factores de riesgo de enfermedades crónicas.

Refirió que el 70% de los hombres mayores han fumado, 25% siguen fumando, y en promedio más del 75% de las personas mayores declaran no practicar actividad física regular.

Mencionó que al año 2050 se duplicará la cantidad de personas con dependencia moderada y severa en América Latina y que con notables excepciones, los cuidados no han sido un tema relevante en la agenda de políticas públicas de los Estados latinoamericanos que siguen transfiriendo esta responsabilidad a los hogares y familias.

Ambos expositores participaron en el Seminario Internacional “Intercambiando experiencias sobre Políticas de Protección Social para promover la Autonomía de las Personas Adultas Mayores”.

Este seminario fue organizado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social con el apoyo institucional del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas y HelpAge International y se da en el marco del Eje N° 5 “Protección del Adulto Mayor” de la Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social “Incluir para Crecer” y las normas de promoción y protección de los derechos de las personas adultas mayores.

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