El aislamiento social de las Personas Adultas Mayores empeora su salud física y psíquica

El aislamiento social de las Personas Adultas Mayores empeora su salud física y psíquica

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Casi la mitad de las personas mayores de 85 años, en las residencias para la Tercera Edad  recibe una o ninguna visita al mes, por ello la soledad aumenta el riesgo de depresión, hipertensión y demencia, coincidieron en afirmar los geriatras y gerontólogos reunidos en el Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología en San Sebastián.

Puntualizaron que según sus estudios estadísticos,  la soledad y el aislamiento social de las personas de la Tercera Edad y mayores, constituye un factor de riesgo que conduce a la depresión, el deterioro cognitivo, la morbilidad y la mortalidad.

A pesar de ello informaron que en España hay 1.853.700 personas mayores que viven de forma independiente, de los que el 42% tiene más de 85 años y el 72,2% de estas personas son mujeres; se estima que la convivencia y el estímulo afectivos son claves para el mantenimiento de sus facultades psíquicas y físicas.

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«La soledad puede verse incrementada a lo largo del ciclo vital por factores asociados a los estilos cognitivos o a la personalidad de las personas o a la ocurrencia de sucesos vitales significativos como, por ejemplo, la jubilación, las enfermedades o asumir la tarea de cuidar de un familiar dependiente», afirma el profesor Andrés Losada Baltar, del Área de Psicología Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos y coordinador del grupo de investigación Cuid-Emos.

«Estas circunstancias – apunta – pueden favorecer la ocurrencia de cambios significativos en las vidas de las personas que, finalmente, pueden provocar la emergencia de sentimientos de soledad»; a manera de medidas preventivas para detener el deterioro cognitivo, mental y emocional de las personas adultas mayores, Losada Baltar recomienda a familiares y amigos observar las siguientes

Señales de alerta:

  • Como características comunes entre estas personas mayores que sufren esta forma de aislamiento, los expertos enumeran:
  • No tienen visitas de familiares o reciben una visita mensual de alguien conocido de su entorno social.
  • Sufren problemas de salud asociados a la soledad, como depresión, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y demencia.
  • Tienen problemas de movilidad, un mayor peligro de caer y de sufrir fracturas.
  • Están peor alimentados, pues suelen tener problemas económicos.
  • Tienen peor higiene.

Entre las conclusiones del 57 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y XIV Congreso de la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología Zahartzaroa, se ha reclamado enfrentar este problema social que influye en la salud y en la calidad y esperanza de vida de las personas adultas mayores y buscar fórmulas, familiares y comunitarias,  para evitar  la soledad y prevenir sus consecuencias.

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