Falleció Oliver Sacks, neurólogo y escritor, autor de “Despertares”

Falleció Oliver Sacks, neurólogo y escritor, autor de “Despertares”

  • Sacks dedicó su vida a esa gran búsqueda médica –y humana– para comprender cómo funcionan los engranajes del cerebro
  • Gran divulgador, sus libros de precisión científica absoluta, narran además las historias humanas de sus pacientes

La mosca tsé-tsé, vector de la "enfermedad del sueño", estudiada por Sacks.

El neurólogo y escritor Oliver Sacks falleció en su casa de Nueva York a los 82 años de edad, según informó The New York Times;  su asistente personal Kate Edgar confirmó que la muerte era a causa del cáncer que padecía

El rotativo neoyorquino rememoró al popular escritor, que se hizo famoso relatando algunos de sus más desconcertantes casos clínicos,  con títulos como “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”;  su obra ofrece un amplio panorama de la complejidad mental a la que se acercó a través de sus pacientes para reflexionar sobre la difícil condición humana.

Oliver Wolf Sacks nació en Londres en 1933;  por sus aportaciones científicas fue nombrado  comendador de la  Orden del Imperio Británico, fue profesor de neurología  y psiquiatría en las universidades de Nueva York, de Columbia, Yeshiva,  y Warwick.  Escribio libros de divulgación científica que se convirtieron en best-sellers, entre ellos varias colecciones de estudios de casos sobre personas con enfermedades neurológicas poco frecuentes.

Su libro Awakenings, -Despertares-, de 1973, un relato autobiográfico sobre sus esfuerzos médicos con las víctimas de  encefalitis letárgica,   para  que  éstos recuperaran   sus funciones neurológicas adecuadas, fue adaptado al cine en 1990,  protagonizado por  Robin Willliams y Robert  De Niro, recibió tres postulaciones a los Premios Óscar.

En el libro y la película el neurólogo británico describe cómo descubrió, en 1969, los beneficios de la levodopa, el precursor metabólico de la dopamina, en el tratamiento de pacientes catatónicos.

Según The New York Times, Sacks recibía más de 10.000 cartas al año,  sobre lo que dijo: “invariablemente contesto a los menores de diez años, los mayores de 90 años o la gente que está en prisión”.

En sus libros explica a los lectores síndromes como el de Tourette o Asperger lo que le valió gran fama como divulgador científico.

En su despedida de los lectores, el autor y popular científico escribió: “Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81 años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un límite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado”.

La mosca tsé-tsé, vector de la "enfermedad del sueño", estudiada por Sacks.
La mosca tsé-tsé, vector de la “enfermedad del sueño”, estudiada por Sacks.

“Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un melanoma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2 %” añadía.

“Debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la manera más rica, intensa y productiva que pueda” proseguía su misiva a los lectores.

También describía sus sensaciones al afirmar que “en los últimos días he podido ver mi vida igual que si la observara desde una gran altura, como una especie de paisaje, y con una percepción cada vez más profunda de la relación entre todas sus partes. Ahora bien, ello no significa que la dé por terminada”

“Me siento centrado y clarividente. No tengo tiempo para nada que sea superfluo. Debo dar prioridad a mi trabajo, a mis amigos y a mí mismo. Voy a dejar de ver el informativo de televisión todas las noches. Voy a dejar de prestar atención a la política y los debates sobre el calentamiento global”, aunque a continuación aclaraba que “no es indiferencia sino distanciamiento.”

Al describir su vida como un “privilegio” y “una aventura” concluía que “no puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es la gratitud”.

“Es el destino de cada ser humano ser único, encontrar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte”, escribió en su último libro, en el que narró el desarrollo de su enfermedad

Robert De Niro y Robin Williams en Despertares, la película basada en el libro de Oliver Sacks.
Robert De Niro y Robin Williams en Despertares, la película basada en el libro de Oliver Sacks.

Docente e investigador Sacks fue también  un extraordinario divulgador,  sus libros, de una precisión científica absoluta, narran además las historias humanas de sus pacientes; en  catorce libros e incontables artículos  abordó temas apasionantes y misteriosos, como  la tripanomiasis humana africana, la “enfermedad del sueño” –una neuropatía provocada por un parásito que transmite la picadura de la mosca tsé-tsé–

La isla de los ciegos al color hace una excursión al mundo del daltonismo, mientras que en Viendo voces investiga el funcionamiento del lenguaje de señas en sordos. El hombre que confundió a su esposa con un sombrero Un antropólogo en Marte tratan los trastornos del espectro autista y otros desórdenes neurológicos, incluyendo la esquizofrenia y el mal de Alzheimer.

La causa de muerte de Oliver Sacks fue un  melanoma ocular –un tumor maligno en su ojo derecho– que  le provocó primero una dolencia llamada prosopagnosia, incapacidad para reconocer los rostros. Perdió también la visión estereoscópica (la capacidad de percibir la profundidad) y acabó quedando ciego de ese ojo. Los ojos de la mente fue el libro donde narró su propia pérdida; el tumor maligno se extendió provocándole metástasis múltiples en el hígado, causa final de su muerte.

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