No busques amor

Reflexiones compartidas I

No busques amor

Jeff  FOSTER*

 am amor

No busques amor. No te abandones a ti mismo buscando amor en los demás. El amor está en ti, ámate, cuídate, mímate, compréndete, compártete.

El amor no es un objeto, no puede ser ni dado ni quitado. No puede encontrase o perderse. El amor no es un sentimiento, un estado, o una experiencia extraordinaria, sino lo-que tú-eres, tu propia capacidad de ser para  darlo o recibirlo, empezando por ti mismo

No confundas el amor con atracción. La atracción viene y va y puede desaparecer con el tiempo. No confundas el amor con tus deseos. Los deseos son transitorios, volátiles, pasajeros. No confundas el amor con sentimientos de felicidad, placer, con un sistema nervioso excitado. Los estados pasajeros no pueden durar; no es su naturaleza. Incluso las promesas que hoy parecen tan seguras, y que nacen desde la mejor de las intenciones pueden desvanecerse el día de mañana, o romperse.

El amor, sin embargo, no se desvanece. El amor no puede disminuir con el tiempo. El amor no es una mercancía, una forma de intercambio. El amor es un campo, un campo dentro y fuera de nosotros, un campo donde los pensamientos, los sentimientos, incluso los más aparentemente sólidos planes para el futuro pueden aparecer y desaparecer.

El amor incluye tanto la esperanza como la pérdida, el entusiasmo como el aburrimiento, la terrible decepción como la felicidad. El amor es el campo para las formas cambiantes, el suelo que nos sostiene mientras caminamos, nos sentamos, hablamos o no; mientras sentimos lo que sentimos en presencia de los demás, mientras abordamos nuestros asuntos de este día, mientras planeamos, comemos; mientras sentimos esperanza, decimos adiós y tratamos de amar.

El amor es mucho más grande que nosotros. Aunque podemos generarlo con palabras y hechos, o incluso con intenciones, el amor es más grande , somos continuamente abrazados por él, acogidos en su inmensidad, sin importar lo que hagamos o dejemos de hacer. Nos casamos, nos divorciamos; somos amigos, somos amantes; nos separamos, sufrimos juntos; nacemos, morimos; y el campo del amor  permanece imperturbable.

Cuando nos han dado amor significa que por alguna o ninguna razón entramos en el campo del amor de alguien; de los otros;  a veces hemos reconocido la eternidad en medio de lo cotidiano para después atribuirle el hecho a alguien más.

El amor nunca vino de fuera; lo que pasó es que simplemente acariciamos nuestra propia presencia, nos rendimos al amor que ya somos. Y nadie nunca nos ha retirado el amor; simplemente olvidamos el campo, y ‘culpamos’ a los demás, y buscamos de nuevo el amor, sintiendo su ausencia, perdiéndonos en el relato de un ‘amor perdido.’ Sin embargo, el amor siempre estuvo allí, incluso en su aparente ausencia; estaba presente, incluso en la pérdida. El amor no puede ser aplastado; una ola no es capaz nunca de aplastar al Océano.

No busques amor, no busques la luz. Sé eso, ofrécelo. La alegría de amar es infinitamente mayor que la alegría de aferrarte temerosamente al amor de otro, porque muy en el fondo sabes que es una ilusión que aquello que siempre has anhelado pueda venir de fuera de ti. Tú eres el Amor de tu Vida; tú siempre has sido el Indicado, el Uno, el primero…

¿Cómo podrías enamorarte o sentirte amado si no conocieras el amor?

La búsqueda termina exactamente donde comenzó: en ti, en tu capacidad de amar, de amarte  a ti mismo y a los demás.

Te das cuenta que eres el amor mismo, y esto lo cambia todo; el amor es tuyo, por siempre… incluso cuando piensas o sientes que  no lo es.

jeff foster

*Jeff Foster se licenció en 2001 en Astrofísica por la Universidad de Cambridge. Unos años después, tras un largo periodo de depresión y enfermedad, se obsesionó con la idea de la iluminación espiritual, y se embarcó en una intensa búsqueda de la verdad última de la existencia, que concluiría unos años más tarde al conseguir ver con claridad la naturaleza no-dual de todo y que lo único que existe es la Unidad.

Gracias a la claridad de dicha visión, descubrió lo extraordinario en lo ordinario y la vida volvió a ser como siempre había sido: espontánea, prístina, alegre y plenamente viva.

En la actualidad, Jeff Foster organiza encuentros y retiros en el Reino Unido y Europa, en los que aborda clara y abiertamente cuestiones como las frustraciones de la búsqueda espiritual, la naturaleza de la mente y la Claridad presente en el centro de todo

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