Aniversario luctuoso de Mauricio Achar (1931-2004)

Mauricio Achar: El pensamiento no debe estar encerrado

Aniversario luctuoso de Mauricio Achar (1931-2004)

Mauricio Achar siempre quiso ser puma
Mauricio Achar siempre quiso ser puma

Con mi cariñoso y agradecido recuerdo

Maysa MOYA

“ Manuel: Tráiganle las novedades y sírvanle un café” gritó Mauricio Achar  a todo pulmón  cuando  me descubrió en un sillón apuntando títulos, autores y editoriales de libros  para publicarlos en la sección bibliográfica del periódico EL DÍA, por esos años, el vocero del pueblo mexicano; “ los siguientes cafés van por tu cuenta, pero me interesa mucho que lea el pueblo mexicano; ahorita vuelvo”,   me advirtió, mientras se retiraba presuroso a recibir un container de libros de arte recién adquiridos en la Feria del Libro de Frankfort, de pasada movió una pieza  de la partida de ajedrez que jugaba con Germán Dehesa y pidió otro café.

Así era Mauricio Achar: incapaz de estarse quieto, todo el tiempo lucubrando planes para mejorar la Librería Gandhi  que había abierto en Coyoacán (por supuesto)  en junio de 1971, en un local de 120 metros cuadrados con un surtido inicial de ocho mil títulos al alcance  de los lectores, de quienes amamos tocar, hojear, y hasta  oler los libros, revisando las portadas, imaginando los contenidos y (oh tristeza), calcular sus costos en el doloroso proceso de la selección.

Mauricio Achar falleció el 9 de noviembre de 2004; en el décimo aniversario de su fallecimiento  recordamos con una sonrisa las muchas anécdotas de sus libroaventuras y puntadas, sobre todo lo recordamos con mucho afecto porque Mauricio amaba a la vida y amaba a la gente y sabía transmitir y compartir estos sentimientos, como cuando nacieron sus hijas Renata y  Hanna, y nos mostraba orgulloso sus fotografías.

A quienes le comentaban lo maravilloso que era visitar la Gandhi y tener la oportunidad de escoger y mirar los libros sin  vitrinas, mostradores  o la intermediación de un vendedor, Mauricio simplemente respondía: “el pensamiento no debe estar encerrado”.

 El nuevo concepto  incluyó el servicio de cafetería y venta de discos y una galería;  también contó tiempo después con un espacio cultural , el Foro Gandhi, en donde se dieron a conocer Tania Libertad y Guadalupe Pineda; allí empezaron  a presentarse las inolvidables pastorelas de Germán  Dehesa y muchas obras de teatro vanguardista, así como innumerables presentaciones de libros, allí empezaron –o terminaron- muchos romances y aventuras.

En Gandhi aprendieron mis hijos a amar los libros; en los cómodos espacios adecuados para niños, pasaron horas  placenteras; cuando en cierta ocasión uno de ellos se extravió en un almacén me dijo al ser rescatado en el mostrador de informes: “es imposible que me pierda, mami, te encontraría sin falta en la Gandhi”

La librería Gandhi se convirtió así en todo un referente sociocultural que modificó el concepto de la lectura en México y transformó en espacios cálidos y amigables a casi todas las librerías del Distrito Federal y muchas de las principales ciudades del país.

Por su visión comercial, su arrojo al enfrentar riesgos, su persistencia  de más de treinta años en el difícil negocio de expandir la lectura y la cultura Mauricio Achar fue un gran empresario, un gran ejemplo a seguir.

Por su visión social y su forma de ser, sencillo, generoso y divertido,  y por su pasión por los libros Mauricio Achar fue un gran promotor de la lectura y de la cultura  en México, tarea que continúan sus hijos José y Emilio y Aline de la Macorra, su viuda, con quien compartió durante 12 años “los avatares de mis aventuras librescas, de las que siempre salgo regañado, pero muy contento”,  decía.

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