El “gordo” para siete mil comensales fue la Cena de Navidad en el Zócalo

El “gordo” para siete mil comensales fue la Cena de Navidad en el Zócalo

Por primera vez en la plaza de la Constitución rifa su premio mayor de fin de año de 150 millones de pesos que cayó en Sonora.

Foto: T E
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El “gordo” de los 150 millones de pesos de la Lotería Nacional, por primera vez celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México cayó en la lejana Sonora,  mientras Agustín García Castillo Lara, discapacitado de 67 años, michoacano, en situación de calle, cenaba la noche del 24 de diciembre, pasta de espagueti, una pierna en adobo, atún a la vizcaína y un ponche de frutas, en una de las 300 mesas instaladas por el gobierno del ciudadano Miguel Ángel Mancera para celebrar la Navidad con ocho mil comensales- todos con playeras blancas-  en la parte sur del principal centro de reunión de los mexicanos.

En otra de las mesas se encontraba Gregorio Frías (su segundo apellido no lo sabía) de 75 años, ex trabajador de textiles, jubilado, beneficiario de la Tarjeta de Pensión Alimentaria, con mil 46 pesos mensuales,  que el gobierno de la Ciudad de México otorga mensualmente a 510 mil personas adultas mayores de 68 años.

Foto: T E
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Gregorio disfrutaba del mismo menú que Agustín, una cena preparada por trabajadoras de los 75 comedores comunitarios y públicos, quienes se afanaron en un menú navideño que se completaba con arroz con leche y ensalada de manzana como postres, que fue servido en esas 300 mesas instaladas sobre la calle de 20 de Noviembre que desemboca en la plaza de la Constitución y frente uno de los edificios del gobierno de la Ciudad de México.

Decenas de personas formaban una larga fila para ingresar al enorme comedor público. Un  poco tarde se enteraron de que el gobierno del ciudadano Mancera había convocado a una gran cena de Navidad gratis para todas aquellas personas en situación de calle o no tuvieran familia,  y  el Zócalo fuera un refugio temporal durante la tarde y noche del 24 de diciembre.

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A esa cena llegaron además de personas de bajos recursos o en situación de calle, familias completas de los municipios del estado de México- Naucalpan, Netzahualcóyotl, Chimalhuacán, Los Reyes la Paz, que se enteraron por medio de la televisión o por la radio de la cena de Navidad gratis que ofrecía el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México como su anfitrión.

Dada la ausencia de una política pública similar por parte del gobierno del priista Erubiel Ávila, del vecino Estado de México,  para los comensales de bajos recursos  de municipios  conurbados con la capital mexicana que acudieron la cena gratuita navideña convocada por el ciudadano Mancera, la noche navideña fue de “lujo” animada por un grupo de cantantes  de ópera, la soprano Emilia Ricalde y  los tenores José Luis Duval y Mauro Calderón.

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El ciudadano Mancera celebró que personas que visitaban  el Zócalo o que estaban de paso estuvieran en esa cena prolongada hasta después de las nueve de la noche. Además los comensales degustaron de un pozole vegetariano, tamales y puré de papa.

Una diligente comensal ayudó al michoacano  García Castillo Lara a llevarse su itacate. Este hombre discapacitado por una fractura en su pierna izquierda se dedica a vender dulces en los portales del Zócalo, además de promover la lectura de la Biblia. Esa noche cansado de vivir en la calle, pensaba irse con unos parientes que residen en la colonia Providencia, al norte de la capital.

Rafael Miranda, empleado de una empresa de telas,  vecino de la demarcación de Milpa Alta,  se enteró de la cena en el mismo Zócalo. Estaba acompañado de su esposa e hija. Las había llevado a conocer la pista de hielo instalada en la plancha de la Plaza de la Constitución.

Del Estado de México, estaban Severiano Aparicio Mendoza, de 82 años, del municipio de Netzahualcóyotl, con su esposa y nieta; Perfecto González Juárez, de 64 años, trabajador de la construcción, de Chimalhuacán, y José Gómez, de 61 años, comerciante, de Netzahualcóyotl; así como Marcelo Torres, de 42 años, empleado, del municipio de Naucalpan; y David Claro, de 65 años, empleado, de la Gustavo A. Madero.

Entre los felices comensales estaban también dos hermanas, Andrea Cortés, de 18 años, una joven estudiante de ingeniería textil  y  Martha Cortés, de 26 años, dedicada a su casa.

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Para  preparar esa  gran cena navideña se dispusieron más de tres toneladas de insumos de pasta de espagueti, maíz cocido, jitomate, cebolla,  verduras en lata de zanahoria, pierna, manzana, mayonesa, chile poblano, ajo pelado, perejil y  300 litros de agua.

Acompañaban a los comensales los secretarios de Desarrollo Social, José Ramón Amieva Gálvez; de Finanzas, Edgar Amador Zamora; de Protección Civil, Fausto Lugo; de Educación, Alejandra Barrales Magdaleno; el consejero Jurídico y de Servicios Legales, Manuel Granados Covarrubias y el director del DIF CDMX, Gamaliel Martínez Pacheco. Y en algunas de las mesas,  el delegado de  Coyoacán, Valentín Maldonado.

La Lotería Nacional celebró, por primera vez en sus 245 años de existencia, la rifa del “gordo” dotado de los 150 millones de pesos en tres series, frente esos más de siete mil comensales, entre los que estaban Agustín y Gregorio, para quienes si cayó o no en Sonora, en ese momento,  para ellos el “gordo” era la cena. “Primero la gorra”, dijo Gregorio, quien ya satisfecho se fue a su casa en Azcapotzalco, y  Agustín a tratar de llegar con sus parientes en la colonia Providencia, para no pasar esa noche en “situación de calle”.

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