Un antiséptico común podría revertir la progeria y el envejecimiento

La progeria es una enfermedad genética rara en la que el envejecimiento se dispara y acelera cuando los afectados solo han cumplido su primer o segundo años de vida. El resultado es que los niños muestran un aspecto típico de anciano, con piel arrugada, huesos y articulaciones frágiles, pérdida del pelo y vello corporal y fallos en distintos órganos. De hecho, y como consecuencia de este envejecimiento acelerado, los afectados suelen fallecer al alcanzar la adolescencia.

Una situación que podría revertirse con la administración de un producto tan común como barato y seguro: el azul de metileno, antiséptico generalmente utilizado para teñir ciertas partes del cuerpo antes o durante la cirugía. Y es que el azul de metileno, según muestra un estudio de la Universidad de Maryland (EE.UU.), puede reparar casi por completo los defectos de las células afectadas por la progeria.

Es más; también podría reparar los daños celulares típicos del envejecimiento normal.

Como explica el profesor Kan Cao, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Aging Cell», «hemos examinado en profundidad el efecto del azul de metileno sobre todos los síntomas celulares de la progeria. Y parece que el azul de metileno repara todas las estructuras celulares afectadas. De hecho, y una vez administrado el producto, resulta difícil distinguir las células afectadas por la progeria de las que no. Es como mágico».

Revertir el envejecimiento

La progeria es causada por un único gen defectuoso que provoca protuberancias y malformaciones en la membrana del núcleo celular y rompe las mitocondrias. En consecuencia, tanto el núcleo celular como las mitocondrias pierden la capacidad funcional, condenando a la célula a su muerte.

Sin embargo, el azul de metileno es capaz de revertir los daños que la progeria causa en el núcleo y las mitocondrias. Y si bien el mecanismo por el que se explica este beneficio aún permanece desconocido, las células afectadas y no afectadas por la enfermedad son prácticamente indistinguibles tras el tratamiento.

Posteriormente, los autores analizaron el efecto del azul de metileno sobre las células de personas mayores. En estos casos, el envejecimiento normal provoca que, como ocurre en la progeria, las mitocondrias se degraden y se acaben fragmentando. Y una vez más, el azul de metileno reparó este daño.

Además, como destaca el doctor Zheng-Mei Xiong, director del estudio, «repetimos el experimento varias veces y siempre con éxito. Un hallazgo ciertamente interesante con un gran potencial, tanto para la progeria como para el envejecimiento normal».

Tratamiento prometedor

Los autores creen que el azul de metileno podrá ser empleado en un futuro próximo en el tratamiento de la progeria. E incluso van más allá: podrá ser utilizado en los medicamentos de venta libre para el tratamiento de los síntomas asociados al envejecimiento, «quizás como aditivo de los productos cosméticos o de los suplementos nutricionales», apuntan.

De hecho, los investigadores ya han puesto en marcha un estudio con modelos animales, paso previo indispensable al estudio con seres humanos.

Como concluye Cao, «todos nuestros experimentos se han llevado a cabo con células madre. Ahora toca ver si el beneficio del azul de metileno también tiene lugar en los animales. Y también queremos evaluar, ya sea a través de nuestro trabajo o el de otros grupos de investigación, si el producto puede reparar los efectos específicos de la progeria en distintos tipos de células, como las óseas o las cardiovasculares. Estamos muy emocionados».