Renació la Ciudad de México tras un largo debate de 192 años

• El debate se inició en 1824 durante la discusión de la Constitución de 1824
•  Promulga Peña Nieto en Palacio Nacional la reforma constitucional que instituye a la CDMX como la entidad 32 de la República y tendrá vida autónoma y su propia Constitución
•  Se mantiene como la sede de los tres poderes de la Nación

La Ciudad de México, que en 2021 cumplirá 500 años desde la destrucción de la Gran Tenochtitlán, quedó formalmente constituida a partir del 29 de enero de 2016, al promulgar el presidente Enrique Peña Nieto la reforma política que la instituye como la entidad 32 de la  República con su propia Constitución que deberá estar redactada en el mes de enero de 2017, el año en que se cumple el primer centenario de la Constitución de 1917.

El Distrito Federal, que se creó en 1824,  ha desaparecido como figura representativa de la capital mexicana.

La Ciudad de México,  dijo Peña Nieto,  seguirá siendo la capital y el corazón de nuestro país, el Primer Mandatario subrayó que se mantiene como sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos, “pero ahora tendrá también autonomía en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política y administrativa”.

La promulgación del decreto presidencial que instituye a la Ciudad de México la realizó el presidente Peña Nieto después de que en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró el pasado 20 de enero su carácter constitucional tras ser aprobada la reforma política de la capital mexicana por las legislaturas de 23 estados de la República.

En la solemnidad del Palacio Nacional, donde se encuentran los murales de Diego Rivera que reconstruyen la historia de la vida nacional desde los aztecas, la destrucción de la Gran Tenochtitlán, y el surgimiento de la Ciudad colonial, el movimiento de independencia y la difícil construcción de la nación del siglo XIX al siglo XX, al presidente Peña Nieto y al ciudadano Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, les ha tocado vivir el renacimiento de la Ciudad de México y legitimarla como una entidad que se conserva como sede de los poderes de la República y se le reconoce una vida propia, con sus propios gobernantes y su propia Constitución.

En 1824, el diputado Servando Teresa de Mier, en las agrias discusiones entre los novísimos parlamentarios mexicanos del primer Congreso mexicano independiente, defendía esa dualidad de la capital mexicana como “Ciudad de México” y centro político del país, por su belleza, ubicación estratégica y punto de encuentro político, cultural y cultural.

“Con la Promulgación de este Decreto, culmina un debate que inició con la discusión de la Constitución de 1824, y que ha estado presente durante casi dos siglos. En este trayecto se fueron incorporando nuevos estados hasta llegar a este día, cuando se reconoce a la Ciudad de México como una entidad federativa con autonomía”, dijo Peña Nieto.

Para erigir a la Ciudad de México como entidad con su propio carácter e identidad, el presidente Peña Nieto recordó que fue producto de un consenso entre todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, en el marco del Pacto Político por México.

El Presidente Peña Nieto resaltó que “hoy es un gran día para el federalismo, para la democracia y para la vida republicana en México. Hoy es un gran día para los ciudadanos y habitantes de la Ciudad de México; hoy nuestra democracia avanza, da un paso más en el largo proceso histórico que ha dado forma a nuestras instituciones y a nuestro régimen jurídico”.

La Ciudad de México seguirá siendo la capital y el corazón de nuestro país; y se mantiene como sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos, afirmó. En esta Ciudad, añadió, “está el origen de nuestro Escudo Nacional; aquí se edificó la gloriosa Tenochtitlán, aquí tuvieron lugar el esplendor novohispano y los primeros antecedentes de la Independencia política de nuestro país”.

 Peña Nieto destacó que gracias al acuerdo de los partidos políticos, se ha hecho realidad un anhelo largamente esperado: el que la Ciudad de México sea reconocida como una entidad federativa con verdadera autonomía. La Reforma Política de la Ciudad de México es otro logro del Pacto por México, que permitió a todas las fuerzas políticas construir acuerdos para el avance de nuestra nación, dijo.

El presidente se comprometió seleccionar, como integrantes de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, donde se habrá de discutir, redactar y aprobar la Constitución capitalina,  a mujeres y hombres de excelencia, que más allá de su origen partidista acrediten su conocimiento y compromiso con la Ciudad de México y con el país.

 Al promulgar la Reforma Política de la Ciudad de México, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, aseguró que hoy concluye un proceso histórico que es “triunfo del diálogo y de la democracia, pero sobre todo, es un triunfo de los habitantes de la Ciudad”.

 La Reforma Política de la Ciudad de México es, también, otro logro del Pacto por México, que permitió a todas las fuerzas políticas construir acuerdos para el avance de nuestra nación, manifestó el presidente en su mensaje. Es una muestra clara, señaló, de que “más allá de las diferencias políticas es posible sumar esfuerzos en favor de la sociedad mediante un diálogo maduro y constructivo”.

 Peña Nieto explicó que con la Reforma Política “la Legislatura de la Ciudad de México ahora formará parte del Constituyente Permanente, y los Poderes de la Ciudad podrán ejercer todas las facultades que no estén expresamente conferidas a la Federación en la Constitución, como sucede con los estados de conformidad con el Artículo 124 de nuestra Constitución”.

La transformación de las actuales delegaciones en demarcaciones territoriales, cuyo gobierno estará a cargo de alcaldías, “es un paso adelante en el concepto mismo de Federación, así como en el fortalecimiento de nuestra democracia y de la pluralidad política”, agregó el presidente en su discurso.

Lo más importante de esta Reforma Política, agregó, es que “ahora los habitantes de esta ciudad capital gozarán de una carta de derechos propia, acorde a sus libertades y aspiraciones”. La Reforma Política de la Ciudad de México, añadió, “fortalece los derechos de sus ciudadanos y habitantes, quienes ahora estarán en mejores condiciones para participar democráticamente en la solución de los problemas y desafíos de esta gran urbe”.

 “El siguiente paso de la mayor trascendencia es establecer la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México en los términos y plazos que dispone el Decreto donde se señala que el Titular del Ejecutivo Federal designará a seis de los 100 Diputados Constituyentes”.

 “En consecuencia, mi compromiso es seleccionar para esta responsabilidad a mujeres y hombres de excelencia, que más allá de su origen partidista acrediten su conocimiento y compromiso con la Ciudad de México y con el país”, puntualizó.

 Refirió que la Asamblea Constituyente “será un hito en nuestra historia política reciente, y como tal merece que sus integrantes desempeñen su elevada encomienda con responsabilidad y eficacia, con una visión de Estado, que esté por encima de los intereses de las fracciones y partidos políticos”.

El reconocimiento Constitucional a la autonomía de la Ciudad de México para definir su régimen interior “es resultado del esfuerzo de varias generaciones y refleja la capacidad actual de los actores políticos para concretar acuerdos sobre asuntos fundamentales para el país”, destacó Peña Nieto.

Una de las más importantes reformas constitucionales

 Jesús Zambrano Grijalva, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, consideró que la Reforma Política de la Ciudad de México es una de las más importantes reformas constitucionales que desde el Congreso de la Unión se han realizado en los últimos años, y destacó que “es resultado de la voluntad política, la convicción y la determinación de las principales fuerzas políticas del país, que hicimos el compromiso y lo plasmamos en el Pacto por México”.

 Especialmente, agregó, de “las voluntades políticas del Presidente Peña Nieto, que estampó su firma en ese Pacto, y del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el doctor Mancera, que se comprometió públicamente desde el inicio de su gestión, en diciembre del 2012, a avanzar para concretar este propósito”.

 Zambrano, miembro del Partido de la Revolución Democrática, expuso que la reforma es la cristalización del esfuerzo de décadas, de centenares de miles de mujeres y hombres de la Ciudad de México por ser reconocidos con plenos derechos, pasando por el referéndum que la propia sociedad civil organizó hace más de 25 años, y por la Reforma Política de 1996.

La Reforma, dijo, “es un acuerdo que enriquece nuestro Pacto Federal como nación soberana; es un acto que declara formalmente el nacimiento de la Ciudad de México como capital del país, sede de los Poderes nacionales y en plano de igualdad frente a los 31 estados de la República”.

Revitaliza los derechos políticos en la capital

Roberto Gil Zuarth, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, afirmó que la Reforma Política de la Ciudad de México es “la llave a la revitalización de los derechos políticos y el camino al auténtico autogobierno del cuerpo social”. Asimismo, agregó, “esta reforma es también la corrección de un déficit democrático y de derechos”.

Consideró que “hoy culmina un consenso constitucional, y al mismo tiempo, inicia un nuevo proceso constituyente. Inicia la etapa en la que habremos de desdoblar lo que hemos legislado en la Constitución General, suplir sus carencias, y por supuesto, colmar sus vacíos. La tarea, pues, apenas comienza” y expresó que “esta Reforma, y lo que vendrá detrás de ella, está inspirada en cerrar la brecha de la excepcionalidad ahí donde no se justifica, y delimitarla ahí donde es necesario”.