25 objetos más sucios ¡que el baño!
25 objetos más sucios ¡que el baño!
Imaginamos que un WC es uno de los objetos más sucios de la casa, pero no es así, algunos objetos que usamos cotidianamente lo superan:
Hielo
Un estudio realizado en restaurantes de comida rápida en Estados Unidos, encontró que el 70% del hielo empleado en estos establecimientos, tenía más bacterias que el agua de baño.
Pisos del baño
Se calcula que los pisos de los baños tienen 2 millones de bacterias por pulgada cuadrada.
Escritorios de oficina
Probablemente estés leyendo esta nota sobre uno de ellos. Para que te sorprendas, el escritorio tiene en promedio 400 veces más bacterias que un WC común.
Teclado de computadora
Ese objeto en el que diariamente posas tus dedos una y otra vez, tiene 200 veces más bacterias que un asiento de inodoro.
Celulares
El teléfono celular que usamos a diario puede tener hasta 10 veces más bacterias que el asiento de la taza del baño
Menú de restaurante
Hay 100 veces más bacterias en la dichosa carta de alimentos de los restaurantes, que en la tapa del baño.
Tablas para cortar comida
Esas tablas en las que cortas verduras, frutas y carne, poseen un alto nivel de bacterias.
Cepillos de dientes
Al jalarle al baño, los gérmenes pueden viajar hasta casi dos metros de distancia en un periodo de casi 2 horas, por lo que ya te imaginarás lo que pasa si tu lavabo está cerca del WC. Agrégale las bacterias de tu boca y sabrás lo “limpio” que está el objeto con el que te lavas los dientes.
Alfombras
Las alfombras guardan 200 mil bacterias por cada pulgada cuadrada, por lo que son unas 4 mil veces más sucias que el inodoro. En parte las alfombras son tan sucias porque cada humano desecha cerca de millón y medio de células de piel cada hora, las cuales sirven de alimento a las bacterias que viven en este objeto.
Refrigerador
Casi todos los refrigeradores dan como positivo en la prueba sobre presencia de la bacteria E.Coli.
Bolsas de compra reutilizables
Estas bolsas acumulan millones de bacterias si no se lavan periódicamente.
Control remoto del televisor
Este aparato es de los más sucios que podemos encontrar en un hogar debido a su manipulación constante.
Manijas
Las manos son de las partes más sucias del cuerpo, y estás tienen contacto todo el tiempo con las manijas de las puertas.
Interruptor de luz
Puede guardar hasta 217 bacterias por pulgada cuadrada.
Fregadero de la cocina
El sitio en el que lavas los trastes de la comida, es más sucio no sólo que tu inodoro, sino que tu cuarto de baño entero.
Tina de Baño
Bueno, no tanto la bañera, pero sí su desagüe, que puede tener hasta 19.468 bacterias por pulgada cuadrada.
Almohada
Tiene células muertas de la piel, ácaros del polvo, polen, esporas de hongos, secreciones corporales, etc.
Colchón
En 10 años, el peso de un colchón casi se duplica por la cantidad de ácaros de polvo y células fecales que se le van acumulando. Piensen en eso antes de dormir.
Plato de comida para mascotas
Tan sólo en su interior, estos platos guardan más de 2 mil bacterias por pulgada cuadrada.
Dinero
Los billetes de banco llegan a tener hasta 200 mil bacterias, por eso se recomienda lavarnos las manos después de estar en contracto con efectivo.
Cortinas
Las cortinas son imanes para el pelo de animales, la caspa, los ácaros de polvo, el moho, etc.
Regaderas
Aunque podríamos creer que deberían estar limpias, lo cierto es que su interior oscuro, húmedo y cálido es el campo de cultivo ideal para las bacterias.
Bolsa
Imagínate, una bolsa contiene tu teléfono celular, dinero y otras cosas que están incluidas en esta lista, por lo que no es difícil imaginarnos lo sucio de este accesorio femenino.
Esponjas de la cocina
Y finalmente el objeto más sucio de la lista, con 10 millones de bacterias por pulgada cuadrada. Las esponjas para lavar trastes son casi un cuarto de millón de veces más sucias que un asiento de baño.
¿Qué hacer?
Primero reconocer que las bacterias son una constante en nuestra vida ya que los humanos mismos las producimos, segundo, limpiar periódicamente los objetos ya señalados o en su caso, como esponjas , cepillos de dientes y otros, desecharlos después de un periodo de uso prudente.