Alcohol y Cerebro

Alcohol y Cerebro

Cuando se bebe alcohol se activa en el cerebro un mecanismo de placer, se libera dopamina y hay una sensación subjetiva de bienestar. Lo malo es que también tiene otros efectos indeseables en el cuerpo. Los neurotransmisores que se producen cuando se  ingiere esta droga apagan las zonas del cerebro encargadas de la toma de decisiones y la inhibición de conductas arriesgadas.

Más de la mitad de la población masculina y un tercio de la población femenina toman cerveza, la bebida alcohólica preferida de la sociedad mexicana. Pero el problema no es tomar un trago ocasionalmente sino hacerlo constantemente u ocasionalmente con grandes cantidades,  hasta  perder el control el control.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Adicciones, 6 por ciento de la población entre 12 y 65 años ha desarrollado dependencia a esta sustancia. Algunos científicos han hecho modelos de laboratorio para reproducir la conducta adictiva.

 Silhouette of an alcoholic

Propiedades adictivas del alcohol

El doctor Oscar Próspero García de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que han observado que las ratas que tienen la opción de apretar una palanca para estimular la zona del cerebro que se activa cuando se consume alcohol u otras drogas, están dispuestas a atravesar por áreas electrificadas y a privarse de comida, parejas sexuales e incluso agua con tal de conseguir esa gratificación.

En los humanos la conducta es similar; un adicto al alcohol puede mentir, engañar, robar o involucrarse en otras conductas ilícitas para conseguirlo. El investigador está convencido de que para rehabilitarse se necesita ayuda médica y psicológica.

Existen numerosos y diversos factores en juego para que alguien caiga en la adicción al alcohol y a otras drogas. El cuidado materno es uno de los que se han estudiado en la Facultad de Medicina de la UNAM.

Se hicieron experimentos en los que ratas recién nacidas fueron separadas de la madre durante tres horas cada día en las primeras semanas de vida. Cuando ya eran adultas se colocaron en una jaula donde solo podían beber agua con alcohol; se observó que las ratas que no recibieron cuidados maternos completos tomaban más alcohol que sus hermanas que estuvieron con su madre todo el tiempo.

El doctor Oscar Próspero comentó que para conocer si esto también sucede en humanos, se hicieron encuestas entre estudiantes universitarios. Estas revelaron que beben más los alumnos que refieren haber tenido una infancia difícil que los que recibieron cuidados óptimos.

Los resultados de esta encuesta son preliminares y se complementarán con análisis de ADN en muestras de saliva. Sin embargo, arrojan luz sobre el fenómeno de la adicción al alcohol.

alcohol y cerebro 2 

El alcoholismo es una enfermedad adictiva que requiere  tratamiento

Contrario a lo que se cree, la persona adicta al alcohol no bebe por gusto.

Dopamina. La ingesta de alcohol estimula la zona tegmental ventral del cerebro, llamada zona dopaminérgica para producir este neurotransmisor asociado con la sensación subjetiva de placer.

Sin miedo ni buen juicio. La dopamina viaja a otras zonas del cerebro como la amígdala, donde se procesa el miedo, y la corteza prefrontal, que regula la toma de decisiones; y las apaga.

No pueden parar. Cuando el alcohólico suspende el consumo se activa la amígdala; el adicto siente miedo y una indescriptible sensación desagradable que solo se calma bebiendo alcohol.

Genes culpables. No se ha demostrado por qué al beber algunas personas se hacen adictas y otras no. Lo que sí se sabe es que el funcionamiento de los receptores y neurotransmisores se regula genéticamente.

 

Enfermedades relacionadas con el alcoholismo

Problemas neuropsiquíatricos. El alcohol está relacionado con desórdenes como la epilepsia, la ansiedad y la depresión. También se asocia con la violencia y el suicidio; especialmente cuando el consumo es excesivo.

Hígado y Páncreas. Altos niveles de consumo de alcohol aumentan exponencialmente el riesgo de sufrir cirrosis hepática y pancreatitis —tanto aguda como crónica— que pueden llevar a una muerte temprana.

Síndrome de alcoholismo fetal. En madres embarazadas esta droga puede ocasionar síndrome de alcoholismo fetal. El alcohol pasa al feto a través de la placenta ocasionando problemas en su desarrollo.

Fuente | DGDC UNAM

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