Corrupción, violencia e impunidad limitan la libertad de expresión en AL y el Caribe

Corrupción, violencia e impunidad limitan la libertad de expresión en AL y el Caribe

Especial para TE, el Diario de la Tercera Edad, Ciudad de México, 25 de febrero.-

El Nobel de Literatura, Kensaburo Oé, de 80 años y treinta y seis escritores japoneses, una comunidad de intelectuales que rara vez se mezcla en asuntos políticos,  decidió  apoyar una declaración del PEN International,  ante el “ciclo infernal” de corrupción, violencia e impunidad  provocado por el crimen organizado, que devora la libertad expresión  en los países de América Latina y el Caribe, incluido México, con el secuestro y asesinato de periodistas.

Junto a Kensaburo Oé figuran el popular escritor Haruki Murakami, Jiroi Asada, Yoko Ocawa, Nobuko Takagi, Masaaki Nishio y Mayumara Taku, quienes forman parte de los 37  escritores japoneses del PEN International,  que han manifestado su preocupación por esta tríada perversa de corrupción, violencia e impunidad en América Latina y el Caribe, pero especialmente por México, un país con el que Japón mantiene antiquísimos vínculos remitidos al siglo XVI.

PEN International,  fundada en Londres en 1921, es el punto de reunión de poetas, dramaturgos, editores, ensayistas, novelistas de todo el planeta. Este fenómeno adverso contra uno de los pilares básicos  de las libertades de la democracia, como es el de expresión, afecta tanto a escritores como a periodistas y defensores de los derechos humanos de estas regiones del continente.

Dieciocho años después, antes de la invasión de Alemania a Polonia,  PEN International, caracterizada por defender la libertad de expresión de sus miembros,  se había extendido en gran parte del planeta con miembros en Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Egipto, India, Irak, Japón, México, Nueva Zelanda, Palestina, Uruguay, Estados Unidos, con afiliados en los países escandinavos  y en naciones de Europa Oriental y representaciones en las comunidades vasca, catalana y yidish.

Los escritores japoneses, representados por Hori Takeaki, secretario internacional de PEN, se han mostrado sorprendidos por la situación mexicana desde hace una década; señalaron que  antes se escribían “maravillas”, ahora sólo “cosas negativas” se leen sobre México en Japón. “Se ha matado la reputación y confianza” de México.

Hori Takeaki (centro), secretario internacional de PEN
Hori Takeaki (centro), secretario internacional de PEN

Hori Takeaki es escritor y antropólogo. Sus tareas se enfocan a temas del medio ambiente, cultura y sociología. Es profesor disertante y asociado en universidades, consejero del Japan Times Weekly y a la fecha director de la Fundación Forum 2000 de Praga y  Director Ejecutivo de PEN Japón desde 2003.

Durante una conferencia de prensa efectuada en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), Hori Takeaki  fue el mensajero  de los 37 escritores japoneses para externar en México su preocupación por las adversas condiciones para el ejercicio de la libertad de expresión en América Latina y el Caribe.

Los escritores japoneses están consternados particularmente por la situación en México, una nación con la cual Japón tiene relaciones muy antiguas. La relación entre los dos países se remite al siglo XVI cuando  marinos japoneses y misioneros novohispanos tuvieron sus primeros contactos, hecho  rememorado  por Hori Takeaki, quien dijo que estas  longevas relaciones han sido fuente de admiración de los escritores japoneses. Sin embargo, agregó, ahora  su visión sobre México es de incertidumbre.

No es común, dijo Takeaki  que los escritores japoneses se manifiesten y se comprometan. Hoy les inquieta la situación de violencia de  México que afecta al prestigio del país,  a pesar de esa historia de antiguas y míticas relaciones entre las dos naciones.

México y Japón establecieron relaciones formales en 1888, con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, en que los dos países iniciaron su vinculación formal, una relación interrumpida en 1941  por la Segunda Guerra Mundial. En 1952 estas relaciones se reanudaron con una misión encabezada por el poeta Octavio Paz.

Japón no es un modelo perfecto de respeto a los derechos humanos. Pero en comparación con América Latina y el Caribe, nada que palidezca, aunque hasta el informe de 2014 de Amnistía Internacional persistía la pena de muerte en algunos de sus Estados, discriminación contra minorías étnicas; contra las niñas y las mujeres, falta de reconocimiento para las que fueron esclavas sexuales durante la segunda guerra mundial y personas  que sufrieron detenciones arbitrarias y torturas por parte de la policía.

En materia de libertad de expresión, en diciembre de 2014 entró en vigor la Ley sobre la Protección de Secretos Especiales, que permite al gobierno japonés  clasificar como “secreto especial” información relacionada con la defensa, la diplomacia y las llamadas “actividades nocivas” y el “terrorismo” en los casos en los que “su filtración pudiera suponer un obstáculo grave para la seguridad nacional”.

Aministía Internacional observa en esta ley una forma probable de restringir la transparencia, al limitar el acceso a la información en poder de las autoridades públicas, ya que la definición de “secreto especial” era imprecisa y las decisiones del órgano de vigilancia no eran vinculantes.

Hori Takeaki, fue uno de los escritores que formaron parte de una misión en México que durante cuatro días se entrevistaron con funcionarios de distintos niveles del gobierno federal y local para conocer sus versiones y medidas de gobierno  aplicadas sobre la situación de inseguridad que afecta a escritores, periodistas y defensores de derechos humanos en el país.

Después de esas entrevistas,  Takeaki, junto con John Ralston Saul, presidente de PEN-Internacional; Aline Davidoff, presidenta de PEN-México; Carles Torner, director ejecutivo de PEN-Internacional; Gioconda Belli, Presidenta de PEN-Nicaragua; Dina Meza, Presidenta de PEN-Honduras y  Regula Venstre, Secretaria General de PEN-Alemania, dieron a conocer  una declaración del PEN International sobre la Libertad de Expresión  en México.

Aline Davidoff, presidenta de PEN-México
Aline Davidoff, presidenta de PEN-México

Este grupo del PEN International sostuvo reuniones con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Pía Limón, la subsecretaria de Derechos Humanos; Laura Angelina Borbolla, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República;  el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Héctor Raúl González Pérez; el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; y Cuauhtémoc Cárdenas, responsable de las relaciones internacionales de gobierno del Distrito Federal.

La percepción recogida por esta misión del PEN International en México es una extendida preocupación  por las condiciones que enfrentan los profesionales de los medios de comunicación de nuestro país y defensores de derechos humanos. El último caso criminal  fue el  Moisés Sánchez, editor del periódico La Unión, el pasado mes de enero en el poblado de Medellín de Bravo, un municipio de  59 mil habitantes; el crimen atribuido al presidente municipal  del Partido Acción Nacional de esa localidad veracruzana, llamó la atención del PEN International.

La falta de esclarecimiento en los últimos quince años, doce de gobiernos de Acción Nacional y tres del  Partido Revolucionario Institucional,  de 103 periodistas  asesinados en México y 25 más  desaparecidos, los atribuye John Ralston Saul, presidente de PEN-Internacional a la corrupción que genera la impunidad en el país.

En una Declaración de la Cumbre da Las Américas, del 21 de febrero de 2014, PEN International concluyó que  en América Latina y el Caribe existe un vínculo directo entre “pérdida de libertades democráticas y altos niveles de corrupción provocados por el crimen organizado. “Los medios de comunicación que denuncian la intolerancia y la corrupción son reprimidos, en un rango que va desde la descalificación de la profesión periodística por parte de los poderes públicos, las amenazas de pérdida de trabajo o de violencia contra el profesional y su familia, hasta los casos extremos de secuestro y asesinatos de periodistas. Estas formas de represión son las causantes de  altos niveles de autocensura entre los profesionales”.

La sección de Testimonios y Documentos de T E el diario de la Tercera Edad contiene los textos de las declaraciones del PEN International

Declaración de la Cumbre de las Américas

Declaración de PEN International sobre la libertad de expresión en México

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