El Nobel de Física de 2014, otorgado a los inventores del LED azul

El trío que dio luz al siglo XXI:

El Nobel de Física de 2014, otorgado a los inventores del LED azul

  • Ahorra energía y protege el medioambiente

 

Félix LANDAU

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De izquierda a derecha: Isamu Akasaki, de 85 años de edad, Hiroshi Amano, de 54, y Shuji Nakamura, de 60.

Los Premios Nobel fueron establecidos para reconocer a individuos u organizaciones que de acuerdo con el  testamento de Alfred Nobel, “hubiesen conferido el mayor beneficio para la humanidad”. Por lo general, el galardón otorgado anualmente en el campo de la física enfatiza los descubrimientos científicos que aclaran nuestro entendimiento de aspectos fundamentales de la energía y la materia. Naturalmente, esto se traduce después en aplicaciones tecnológicas de las que somos partícipes en nuestra vida diaria – después de todo, el primer Nobel de Física le fue otorgado a Wilhelm Conrad Röntgen por el descubrimiento de los rayos-x, cuya aplicación médica ha mejorado la vida de millones de personas desde hace más de un siglo.

Este año el galardón fue otorgado a Isamu Akasaki de la Universidad de Meijo, Hiroshi Amano de la Universidad de Nagoya, y Shuji Nakamura de la Universidad de California, “por la invención de diodos emisores de luz azul eficientes, que han permitido fuentes de luz blanca clara y que ahorra energía.” La importancia de esta invención no puede ser subestimada.  “El siglo XX fue alumbrado por la luz incandescente del foco, y el siglo XXI está siendo iluminado por las lámparas LED”, afirmó el Comité de la Real Academia de las Ciencias de Suecia en el comunicado oficial.

Un diodo emisor de luz, o LED (de acuerdo a sus siglas en inglés, Light-Emitting Diode), es un tipo de dispositivo electrónico que transforma la energía eléctrica en lumínica, como un foco. Sin embargo, mientras que un foco normal genera luz a causa de la incandescencia de un filamento – un hilo de material que es elevado a temperaturas altísimas – el LED hace que los electrones se recombinen con los átomos del material del que está elaborado y liberen fotones, emitiendo luz en el proceso.

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Una lámpara LED de techo.

Los LEDs tienen su origen en la investigación del físico ruso Oleg Losev, quien inventó el primer LED en 1927, propuso la primera teoría correcta acerca de su funcionamiento y empezó a desarrollar aplicaciones prácticas en la electrónica. Con el paso del tiempo y la investigación se produjeron LEDs de mayor luminosidad y eficiencia, pero existían obstáculos fundamentales para lograr que emitieran luz blanca- hasta la década de 1990, sólo podían emitir luz verde o roja, y para generar luz blanca es necesario combinar luz verde, roja y azul.

Akasaki, Amano y Nakamura tuvieron éxito donde todos los demás fracasaron. Akasaki trabajaba junto con Amano en la Universidad de Nagoya, mientras que Nakamura se encontraba empleado en una compañía de productos químicos en Tokushima cuando realizaron su revolucionario descubrimiento. Al poder lograr LEDs de color azul, podían entonces combinarlos con los LEDs de color verde y rojo para hacer luz blanca.

Las lámparas de LED son duraderas, emiten una luz brillante y son extremadamente eficientes. Además, gracias a los avances en tecnologías de materiales semiconductores, son mejoradas constantemente, volviéndose cada vez más luminosas al tiempo que ahorran mayor cantidad de energía. Esto permite que hayan ido reemplazando a las lámparas de foco incandescente y fluorescente.  Una lámpara de LED moderna puede llegar a ser  19 veces más ahorrativa que un foco normal y 4 veces más que una lámpara fluorescente.

Por ello, las lámparas de LED prometen una gran mejora para la calidad de vida de casi 1500 millones de personas que actualmente carecen de suministro eléctrico – debido a su bajo requerimiento de energía, las lámparas de LED pueden ser alimentadas por celdas solares baratas y pequeñas.  Puesto que casi la cuarta parte del consumo eléctrico mundial es usado para alumbrado, los LED pueden contribuir a proteger el medio ambiente. Además, un LED puede durar casi 100,000 horas de uso,  comparado con 1,000 horas de un foco normal y 10,000 horas de una lámpara fluorescente.

Nakamura afirmó que “es muy satisfactorio observar que mi sueño de la iluminación por LED se ha convertido en una realidad.”

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