Nobel de Química para los inventores de la nanoscopía

Los descubridores de lo invisible:

Nobel de Química para los inventores de la nanoscopía

  • Revolucionaria tecnología con vastas implicaciones médicas.

Por Félix LANDAU

Siguiendo el espíritu de Alfred Nobel, quien en su testamento afirmó que los premios dados en su nombre serían otorgados a quienes “confirieran el mayor beneficio para la humanidad”, el Premio Nobel de Química de este año ha sido otorgado a Eric Betzig, William Moerner y Stefan W. Hell, quienes desarrollaron dos técnicas novedosas que revolucionaron a los microscopios, permitiendo superar una barrera tecnológica que se creía insalvable.

Eric Betzig, de 54 años de edad; William Moerner de 61; Stefan Hell, de 51.
Eric Betzig, de 54 años de edad; William Moerner de 61; Stefan Hell, de 51.

Desde 1873, cuando el microscopista Enrst Abbe estipuló un límite físico para la máxima resolución que se puede alcanzar con un microscopio óptico (aproximadamente 0.2 micrómetros), parecía obvio que los científicos nunca podrían estudiar las células a nivel molecular. Sin embargo, utilizando moléculas fluorescentes los laureados de este año lograron resolver este problema de manera ingeniosa, introduciendo la microscopía óptica a la dimensión nano.

Stefan Hell, del Instituto Max Planck de Química Biofísica, en Göttingen, Alemania,  William Moerner, de la Universidad de Stanford en California, y Eric Betzig, del Instituto Médico Howard Hughes, establecieron los principios necesarios para construir nuevos microscopios de gran potencia, para poder estudiar los tejidos del cuerpo al nivel de moléculas individuales.

Esta tecnología, llamada nanoscopía, permite que los científicos vean los movimientos de moléculas individuales en el interior de las células vivas, observar  cómo se crean sinapsis entre las células del cerebro, rastreando las proteínas involucradas en el mal de Parkinson, Alzheimer o Huntington; pueden seguir a las proteínas en los huevos fertilizados que se convierten en embriones.

El galardón premia dos principios descubiertos por separado. El primero, llamado Microscopía de Empobrecimiento Estimulado de Emisión ( STED, por sus siglas en inglés,  Stimulated Emission Depletion), fue desarrollado por Stefan Hell en el año 2000. En él se utilizan dos láseres: el primero estimula a las moléculas fluorescentes para que brillen, y el segundo cancela la fluorescencia sobrante, permitiendo que al escanear la muestra nanómetro por nanómetro se obtenga una imagen con una gran resolución.

Hell afirmó que se encontraba revisando una publicación científica cuando recibió la llamada que le notificó de su reconocimiento. “Fue una sorpresa total. Al principio creí que se trataba de un engaño”.

El segundo método fue fundamentado por Eric Betzig y William Moerner, quienes trabajaron por separado en él. Este método, llamado Microscopía de Molécula Individual, funciona gracias a que es posible encender y apagar la fluorescencia de las moléculas individuales. Los científicos pueden entonces escanear la misma área varias veces, dejando que sólo algunas moléculas brillen a la vez. Al superponer estas imágenes se obtiene una imagen de alta resolución al nivel nano. El método fue aplicado por primera vez por Eric Betzig en el año 2006.

En palabras de Moerner: “me encontraba increíblemente emocionado y por supuesto que el corazón se te acelera.” Betzig, por su parte, dijo que  sentía felicidad y temor en partes iguales. “El temor es que tu vida cambie. Me gusta mucho mi vida como es ahora.”

“Hoy día la nanoscopía es utilizada en todo el mundo, y nuevo conocimiento del mayor beneficio para la humanidad es producido a diario”, afirma el comunicado de prensa de la Fundación Nobel.

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