Desarrollo de la pandemia por Covid 19 en México

Análisis

 

Desarrollo de la pandemia por Covid 19 en México*

 

Roberto Morales Noble**.-Para entender cuál es la situación de la pandemia de COVID 19 en México y su -posible- desarrollo futuro, es importante conocer y compararla con el impacto de la misma en otros países.

 

Para ello, la herramienta principal fue la base de datos que diariamente publica la Unión Europea, a través de su Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades[i]. Con dicha información se clasificó a los 209 países y territorios que ahí se reportan.

 

Para la clasificación se usó como parámetro el número de muertes reportadas, ya que se considera que es el dato que mejor puede mostrar el impacto de la pandemia, a diferencia del número de casos reportados por contagio, el cual es poco comparable, dadas las distintas medidas que adoptan los países para detectar dichos contagios, especialmente en lo que se refiere a las pruebas aplicadas por país, en donde México no está bien situado (ver figuras 1 y 2). [ii] [iii]

 

 

 

Los países quedaron clasificados en 3 grupos: el país con menos muertes del primer grupo tiene más del doble de fallecimientos con respecto al país con mayor cantidad del segundo grupo. Los integrantes del tercer grupo tienen menos de 2 mil muertes (ver tabla 1).

 

El primer grupo lo conforman 6 países, en donde el impacto ha sido terrible y se le denomina Grupo DESASTRE.

 

El segundo engloba 13 países: las consecuencias de la pandemia están siendo importantes, -sin alcanzar el nivel del primero- por lo tanto, se le denomina Grupo GRAVE.

 

 

Tabla 1. Los 3 grupos de países según el número de muertes por COVID 19.

 

Y el tercer grupo contiene todo el resto de los países y territorios que reporta la Unión Europea. Lugares en donde han contenido adecuadamente la pandemia, en lo que a número de fallecimientos se refiere.

Al comparar a México con los países del Grupo DESASTRE, encontramos 2 situaciones diferentes.

 

Primero con respecto a Italia, Francia y España (figs 3, 4 y 5), países en donde la enfermedad se esparció muy rápidamente y sus sistemas de salud fueron abrumados, resultando en una gran cantidad de muertes. Cabe mencionar que en estos momentos su curva de fallecimientos diarios está francamente en etapa de descenso.

 

En comparación, México logró alargar la subida de la curva, dándose tiempo de preparar sus instalaciones sanitarias para una mejor defensa.

 

Figura 3.
Figura 4.

 

Figura 5.

 

Por otro lado, Estados Unidos, Gran Bretaña y Brasil (figs 6, 7 y 8), son países en donde no han logrado controlar la pandemia.

 

En los 2 primeros casos tardaron un poco más en llegar a sus mesetas de muerte diaria, pero a partir de esa fecha mantienen todavía montos altos de fallecimientos. Como en el caso anterior, México no llegó tan rápido a la meseta de defunciones.

 

Brasil, por su parte, sigue una tendencia similar a México, aunque en mucha mayor intensidad.

 

Figura 6.

 

Figura 7.

 

Figura 8.

 

La comparación con respecto a los países del Grupo GRAVE, nos da 5 casos diferentes. Primero veamos uno muy peculiar, que es el de Suecia (fig 9). Este país logró realmente “aplanar” sus curvas de contagio y muerte, permitiendo que su sistema de salud atendiera a sus enfermos graves, sin llegar al punto de quiebre. Es interesante el caso, porque Suecia fue un país que no impulsó un aislamiento estricto. Comparado con este país, las curvas de México no son en absoluto “planas”.

 

Figura 9.

 

En otro sentido, pero también peculiar es la dinámica de Irán (fig 10), en donde parecía que ya iban en curva descendente de contagios, pero a partir de principios de mayo volvieron a verse incrementados los contagiados.

 

Figura 10.

 

No obstante este repunte, lograron mantener una media de 60 muertes diarias.

 

Hay 5 países que tienen características similares a Italia, Francia y España, es decir, llegaron a sus mesetas rápidamente pero en estos momentos ya atemperaron contagios y muertes. Estos casos son los de Holanda, Alemania, Bélgica, China y Turquía (figs de la 11 a la 15).

 

Figura 11.

 

Figura 12.

 

Figura 13.

 

Figura 14.

 

Figura 15.

 

En Alemania y Holanda mantuvieron relativamente baja la curva de fallecimientos, a pesar de que su meseta de contagios fue alta y duró varias semanas.

 

China y Turquía tuvieron picos de contagio menos extensos, aunque también controlaron su letalidad. Bélgica es el caso más grave tanto en contagios como en decesos.

 

Comparado con estos países, nuevamente México consiguió curvas menos pronunciadas, aunque mayores en cuanto al número de fallecimientos.

 

Canadá y Ecuador todavía están inmersos en momentos difíciles ante el COVID 19 (figs 16 y 17), sin embargo, ya vislumbran un escenario más holgado. Canadá va en descenso de contagios y “aplanó” su curva de muertes diarias. Mientras que Ecuador ha mantenido relativamente bajos los contagios diarios pero sus fallecimientos llegaron a tener varios picos importantes. Todavía hasta mediados de mayo, sus curvas de decesos eran similares a la de México, pero para este momento ellos ya las están disminuyendo, mientras que nosotros no lo logramos.

 

Figura 16.

 

Figura 17.

 

Por último, están India, Rusia y Perú (figs 18, 19 y 20), que siguen sufriendo los embates del COVID 19, por lo que continúan con curvas ascendentes, al igual que México.

 

Sin embargo, sus curvas de contagios son mayores que las de nuestro país, pero han demostrado una mejor capacidad para contener las defunciones.

 

Rusia se ha destacado por experimentar una enorme cantidad de contagios, pero en contraparte sus reportes de decesos son muy bajos, por lo que existen serias dudas sobre dichos informes.

 

Figura 18.

 

Figura 19.

 

Figura 20.

 

Se constata gráficamente el primer lugar de México en este Grupo GRAVE, ya que todas las áreas bajo las curvas de fallecimientos diarios son menores a la de México, a pesar de que varias curvas de contagios sean mayores a la nuestra, hecho que da pie a analizar la letalidad.

 

Se calcula el porciento de letalidad al dividir el número reportado de muertos por COVID 19 entre el número de casos confirmados de contagio. Se selecciona este indicador porque nos permite vislumbrar cual es el nivel de funcionamiento del sistema de salud de cada país; si un gobierno reporta un número de contagios confirmados, se entiende que tiene todos los datos de cada una de esas personas, a las cuales su sistema de salud debe tratar de acuerdo con su gravedad, por lo tanto, las muertes que suceden se deben principalmente a que dicho sistema no pudo salvarlos por alguna razón[iv].

 

Tomando a los 19 países de los grupos DESASTRE y GRAVE, que son los que más defunciones tienen, se les ordenó de mayor a menor de acuerdo con su % de letalidad (fig 21).

 

Figura 21. Leralidad en los países con más muertes.

 

Nuevamente se perfilan 2 grandes grupos, 8 países de alta letalidad con 11% o más. 4 de ellos ya se encontraban en el Grupo DESASTRE: Francia, Italia, Gran Bretaña y España, mientras que Bélgica, Holanda, México y Suecia pertenecen al GRAVE.

 

Se puede inferir, por las curvas de contagio y muerte que vimos anteriormente, que 6 de los 7 países europeos con alta letalidad se enfrentaron a un muy alto ritmo de contagio, por lo que sus sistemas de salud fueron desbordados y no consiguieron atender adecuadamente a todos sus enfermos.

 

Suecia es caso aparte, debido a la larga meseta de contagios que ha tenido, así que veamos como sucedió su mortalidad semana a semana (fig. 22).

 

 

Su sistema de salud resistió muy bien hasta finales de marzo, que fue cuando inició su meseta de contagios, posteriormente y hasta finales de mayo tuvo muy alta letalidad, pero a partir de esa fecha y a pesar de que su meseta continúa, ha logrado bajar la letalidad.

 

El experimento sueco tiene sus claroscuros.

Los restantes 11 países andan muy cerca del promedio de letalidad mundial, que es de 6.0%. Nuevamente resalta Rusia, debido a lo que se mencionó anteriormente, es el tercer país en el mundo con casos confirmados, pero con una letalidad excesivamente baja.

 

En cuanto a México, es notable que nuevamente quede en la frontera entre dos grupos, está vez de letalidad, con casi el doble del promedio mundial y junto con los países en donde fue evidente que su sistema de salud falló en algún momento[v].

Es ilustrativa la figura 23, en donde se presenta la gráfica de letalidad semanal en México. La primera muerte en el país se reportó el 20 de marzo, a partir de principios de abril la letalidad se ha mantenido en niveles altos y sigue creciendo.

 

 

Esto nos da un indicio de que nuestro sistema de salud tiene fallas que no se han podido remediar, a pesar de que los reportes indican que no hay saturación hospitalaria.

 

Sin embargo, no son sólo el número de camas ocupadas y libres lo que influye en este índice, también cuenta la cantidad y calidad del personal médico que atiende a los enfermos, si se tiene suficiente material y equipo para ese personal, su estado anémico, etc. En general, podemos decir que influye de manera determinante la estructura y funcionamiento previo a la pandemia, así como la estructura operativa de emergencia desarrollada para enfrentar la crisis.

 

Ahora demos un breve vistazo de lo que significa la pandemia a nivel mundial y cómo afectará a México. Para ello se complementó la tabla 1 con datos de PIB[vi] y letalidad (ver Tabla 2).

 

Tabla 2. Los grupos de países con PIB y Letalidad.

 

Desde la perspectiva de población (fig 24), el Grupo DESASTRE abarca apenas el 10% de la población mundial, pero en términos de contagios tiene más de la mitad de los casos confirmados (fig 25) y, peor aún, en esos países se han dado el 70% de las muertes por COVID 19 (fig 26).

 

El Grupo GRAVE engloba cerca de la mitad de la población de la tierra, con el 28% de los contagios y el 22% de las muertes.

 

Figura 24. Población.

 

Juntos, los 19 países en donde la pandemia ha impactado con mayor fuerza, aglutinan un poco más de la mitad de la población mundial, pero sufren el 80% de los contagios y el 92% de los fallecimientos.

 

Figura 25. Casos confirmados.

 

Por otra parte, los 190 países y territorios del Grupo CONTROLADO se acercan a la otra mitad de la población de la Tierra, pero sólo han padecido el 20% de contagios y sus muertos apenas llegan al 8% del total.

 

Figura 26. Muertes.

 

Obviamente estos datos son causados por la alta letalidad promedio del Grupo DESASTRE, su 8,1% significa que fallece 1 de cada 12 pacientes contagiados. Para el Grupo GRAVE la letalidad es media y muy baja para el Grupo CONTROLADO, en donde sólo hay 1 defunción por cada 42 casos confirmados (fig 27).

 

En el caso específico de México, que tiene 11.6% de letalidad, significa que al sistema de salud mexicano se le muere 1 de cada 9 casos detectados.

 

Figura 27. % de Letalidad por Grupo.

 

En cuanto al aspecto económico (fig 28), juntos los 19 países con mayor impacto por la pandemia, concentran el 71% del PIB mundial, además países como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia son el cerebro y corazón de los centros industriales y financieros occidentales.

 

Figura 28. PIB.

 

En contraparte, el Grupo CONTROLADO tiene un importante 29% del PIB. Entre esos países destacan potencias económicas como Japón, Corea del Sur, Australia e Indonesia.

 

 

Conclusiones

A nivel mundial, podemos afirmar que la pandemia afecta en realidad a un poco más de la mitad de los habitantes de la tierra, pero como es la parte de mayor poder económico, impacta directa o indirectamente a todo el mundo y, por lo tanto, las consecuencias más que sanitarias son económicas para la humanidad.

 

Es indudable que la dinámica de producción y comercio capitalista cambiará, ya que el mundo occidental verá restringida su capacidad en estos aspectos, por lo que habrá otros centros económicos que tendrán la oportunidad de fortalecerse.

 

Principalmente países del lejano oriente que lograron contener adecuadamente la pandemia y tienen menos restricciones para expandirse. Esto incluye a China, ya que el daño interno fue muy restringido y lleva meses recuperándose.

 

En cuanto al tratamiento de la enfermedad, las grandes potencias económicas europeas no supieron detener a tiempo la pandemia, convirtiéndose en un desastre sanitario para Italia, Francia y España, así como un problema grave para Alemania, Holanda y Bélgica, a los que se debe sumar Canadá.

 

Estados Unidos, Gran Bretaña y Brasil, también viven un desastre sanitario y consecuentemente económico, de hecho, serán los 3 primeros lugares de muerte en el mundo (Brasil lleva una dinámica que así lo indica), pero a estos países se les debe añadir el factor de que cuentan con 3 de los principales líderes populistas del mundo: Trump, Johnson y Bolsonaro, quienes han demostrado un enorme desprecio por la vida de sus compatriotas y serán responsables directos en la caída de sus economías.

 

Sorprende que en los países de mayor poder económico en el mundo, sus sistema de salud se derrumbarán tan rápidamente (con la excepción de Alemania), lo que demuestra su gradual debilitamiento a través de los años, situación que tendrán que revisar.

 

La hipótesis es que el neoliberalismo occidental que ha imperado en los últimos 40 años en el mundo, con el consecuente capitalismo salvaje de búsqueda de ganancias a toda costa, debilitó el estado benefactor de la posguerra, pero al mismo tiempo le generó un gran desgaste que ahora lo tiene postrado.

 

Ojalá que la salida no sea un nuevo capitalismo autoritario, al estilo chino.

 

Otro camino es la propuesta sueca de la inmunización de “rebaño”, con medidas mínimas de aislamiento y protección, buscando que la mayoría de la población se inmunice y con ello superar la pandemia. Pero eso demanda sistemas de salud fortalecidos y el inevitable sacrificio de la población más débil.

 

Claro que la esperanza inmediata está fincada en el hallazgo de la vacuna y de medicinas que ataquen con efectividad al COVID 19, pero ¿volveremos a vivir el ciclo cuando surja otro virus o cuando padezcamos un desastre natural de grandes consecuencias?

 

En México, se logró evitar que se llegara rápidamente al pico de la pandemia y, con ello, evitar un desastre inmediato, dando tiempo a prepararse para el evento. Sin embargo, por varias razones la enfermedad ha venido creciendo gradualmente y no se ha podido atemperar, amenazando con llegar a niveles muy graves. Si, como dice Hugo López Gatell, llegamos a más de 30 mil muertos, entonces nuestro país tendrá un nivel equivalente de desastre a los países de peor desempeño ante el COVID 19.

 

Para entender mejor esta conclusión, es necesario explorar a detalle los pros y contras del periodo.

Se debe reconocer que el Gobierno Federal tuvo varias acciones acertadas:

  • Aunque fue uno de los últimos países de Latinoamérica en decretar el confinamiento, finalmente sirvió que México lo iniciara a partir del 20 de marzo.
  • También se debe reconocer que parte de la sociedad mexicana y algunos poderes locales lo practicaron incluso desde una semana antes.
  • Tanto desde el gobierno como desde diversas instituciones, se impulsaron intensas campañas de difusión sobre las medidas de protección y la necesidad del aislamiento.
  • El Gobierno Federal ha informado diariamente sobre la situación de la pandemia, así como de las medidas que se han ido tomando.
  • Con el tiempo ganado gracias al confinamiento, el gobierno se dedicó frenéticamente a obtener material y equipo, así como a mejorar y ampliar las instalaciones hospitalarias y adecuar algunas provisionales más.
  • Aunque se tardó en implantar altos niveles de confinamiento, el Gobierno Federal lo logró mediante el convencimiento, sin usar medidas coercitivas.

En conjunto se logró aplazar el pico de la pandemia, lo que el Gobierno Federal llama el “aplanamiento” de la curva de contagio. Sin embargo, contagios y muertes han venido creciendo sin interrupción, además fuera de los plazos y cantidades que pronosticaron las autoridades de la Secretaría de Salud. Se considera que esto se debe fundamentalmente a errores políticos y de operación, tales como:

  • El Presidente López Obrador ha debilitado las medidas ante la pandemia, con sus acciones al inicio del confinamiento, así como en este momento. Además, tampoco aplica las medidas básicas de usar cubrebocas o gel desinfectante.
  • No funcionó realmente el Consejo de Salubridad General, en su lugar el Presidente avaló que solamente el Subsecretario Hugo López Gatell tomará las decisiones fundamentales. Con ello se impidió un mejor funcionamiento coordinado de las diferentes instituciones, así como la discusión y evaluación enriquecedora de los principales expertos en la materia.
  • Se perdieron al menos 2 meses valiosos para fortalecer el sistema de salud, ya que la OMS declaró al COVID 19 como pandemia el 30 de enero, pero el Gobierno apenas inició las compras masivas de material y equipo hasta principios de abril.
  • Tampoco se impulsaron medidas claves dictadas por la OMS, como es la aplicación masiva de pruebas para detectar la enfermedad. En cuanto al uso de cubrebocas, también rechazado por el gobierno, se terminó imponiendo gradualmente a través de los poderes locales.
  • Una parte importante de los funcionarios del sistema de salud han sido muy ineficientes, por decir lo menos, durante esta emergencia, lo cual es muy notorio en 3 vertientes:
      • No hay o no se surte a tiempo el material y equipo necesario.
      • No se protege adecuadamente al personal sanitario.
      • Mala atención a pacientes.

Con ello, se menguó el esfuerzo de obtener camas e instalaciones suficientes, por lo que los reportes de no saturación hospitalaria se han convertido en un elemento más de propaganda.

  • A pesar de la bandera anticorrupción de este gobierno, hubo funcionarios que aprovecharon la emergencia para hacer compras con sobreprecio, despilfarrando el escaso presupuesto.
  • La confianza en el gobierno se vio mermada ante continuas y sólidas observaciones, relativas al ocultamiento de decesos por COVID 19. Lo cual se agravó ante las tozudas negativas oficiales, sin pruebas que desmintieran lo observado.
  • Los plazos y cifras que el gobierno ha presentado se han visto rebasados por los hechos, lo que viene debilitando la posición de los voceros oficiales.

Hay también otros factores previos a la pandemia, que han influido en el alto impacto de la enfermedad:

  • Como les ha sucedido a otros países occidentales, el sistema de salud en México se viene deteriorando desde mucho tiempo atrás, debido principalmente a limitaciones presupuestales y a la corrupción.
  • Las condiciones físicas del mexicano promedio no son las mejores para enfrentar a una pandemia del tipo COVID 19, principalmente en lo que se refiere a obesidad y diabetes.
  • Así como una fracción de la población tomó seriamente las medidas de prevención, también hay otra parte que cree que la enfermedad es una invención del gobierno, persistiendo en incumplir el confinamiento.
  • Asimismo, un gran número de personas se vieron obligadas a salir a la calle, debido al fuerte componente de empleo informal del país.

El conjunto de causas nos resulta en un México que logró evadir inicialmente un desastre, similar al de algunos países, pero debido a diversos factores negativos, todavía está en peligro de terminar con un saldo sumamente negativo.

 

*Análisis realizado con datos disponibles hasta el 5 de junio de 2020

**Roberto Morales Noble es Maestro en Ciencias de la Computación University of East Anglia, Norwich, UK; Consultor Electoral Independiente. Ex-Secretario Nacional Electoral del Partido de la Revolución Democrática.

 

Facebook: robertosergio.moralesnoble

 

[i] https://www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/download-todays-data-geographic-distribution-covid-19-cases-worldwide actualizado al reporte del 3 de junio de 2020.

[ii] http://www.oecd.org/coronavirus/policy-responses/testing-for-covid-19-a-way-to-lift-confinement-restrictions-89756248/ actualizado al 5 de mayo de 2020.

[iii] https://es.statista.com/estadisticas/1110532/covid-19-numero-de-pruebas-en-paises-latinoamericanos/ actualizado al 19 de mayo de 2020.

[iv] Por supuesto que el nivel de desempeño de un sistema de salud no es el único que influye en la letalidad, están factores inherentes a una población tales como edad o sanidad promedio, así como las defunciones que se dan sin que el paciente sea detectado por el sistema. Por eso se afirmó anteriormente, la letalidad nos permite vislumbrar su funcionamiento y, además, conectarlo con otros hechos que han sucedido en el periodo de la pandemia.

La propuesta del Gobierno Mexicano es que se mida la mortalidad por cada 100 mil habitantes, pero eso nos arroja conclusiones poco claras, por ejemplo, que Suiza con 1,659 defunciones tiene más del doble de mortalidad que México con casi 12 mil fallecidos o que Dinamarca con 580 decesos tiene un índice de mortalidad similar.

[v] Si comparamos a los 209 países y territorios que reporta la Unión Europea, tienen más alta letalidad Yemen, San Martín e Islas Vírgenes con 88, 15 y 1 fallecimientos, incluso Hungría con 3,931 contagios y 534 muertes. Pero es evidente que esas cifras son muy inferiores con respecto a los 19 países contemplados, por ello no fueron analizados.

[vi] https://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2019/01/weodata/weorept.aspx

 

 

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