En seis meses, más de once mil llamadas de auxilio de mujeres mexicanas agredidas

En seis meses, más de once mil llamadas de auxilio de mujeres mexicanas agredidas

 

  • El 27 por ciento de los agresores tenía antecedentes penales; 29 por ciento usaba armas de fuego, y 14 por ciento contaba con vínculos militares o políticos
  • A raíz del confinamiento provocado por COVID-19, la violencia doméstica se ha incrementado de manera alarmante
  • El derecho al cuidado y la protección de las mujeres en México continúa sin ser reconocido y observado plenamente
Foto: T E

 

Susana SÁNCHEZ.-La Organización de las Naciones Unidas advirtió que desde el estallido del COVID-19, la violencia contra las mujeres y las niñas se ha intensificado en países de todo el mundo. Las mujeres y las niñas que sufren violencia en el hogar se encuentran cada vez más aisladas de las personas y los recursos que pueden ayudarlas, señaló esa organización planetaria a través de ONU-Mujeres.

 

En México, las agresiones a las mujeres es la otra pandemia. De acuerdo con cifras de la Red Nacional de Refugios, del 3 de septiembre de 2020 al 28 de febrero de 2021 se han atendido a 11 mil 132 mujeres con sus hijas e hijos y 75 por ciento fue agredida por sus parejas o exparejas; 24.29 por ciento se dedica a las actividades del hogar; 22.22 por ciento a tareas profesionales, 19.96 por ciento al comercio; 14.88 por ciento son estudiantes y el 0.38 por ciento se emplea en la agricultura, entre otras labores.

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En 2020 aumentó la violencia intrafamiliar. Ese mismo año se registraron 260 mil 067 llamadas de auxilio al 911.

 

El 27 por ciento de los agresores tenía antecedentes penales; 29 por ciento usaba armas de fuego, y 14 por ciento contaba con vínculos militares o políticos.

 

Las estudiantes de la Maestría en Comunicación de la Universidad Iberoamericana Dalia Morquecho Teniza y Citlali Pérez Luque, al citar estas cifras, alertaron –en su investigación Reflexiones sobre la COVID-19 desde la triada de los estudios culturales: raza, clase y género– que al cerrar los centros laborales y educativos por la emergencia sanitaria se puso en una situación de mayor vulnerabilidad a las mujeres, quienes se ocupan de la mayor parte del cuidado informal y al interior de la familia sin retribución.

 

Ambas estudiantes participaron en la mesa sobre Violencia de género en el contexto del COVID-19, del VII Congreso Internacional Avances de las mujeres en las ciencias, las humanidades y todas las disciplinas 2021, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Por su parte, en ese evento de la UAM, la doctora Claudia Domínguez Miranda, adscrita al Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa, mencionó que a raíz del confinamiento provocado por COVID-19, la violencia doméstica se ha incrementado de manera alarmante.

 

Por su lado, la maestra Urania Lanestosa Baca, doctorante en Estudios Feministas de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destacó que el derecho al cuidado y la protección de las mujeres en México continúa sin ser reconocido y observado plenamente.

 

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En la mesa sobre Violencia de género en el contexto del COVID-19, del VII Congreso Internacional Avances de las mujeres en las ciencias, las humanidades y todas las disciplinas 2021, organizado por esta casa de estudios, expuso que “históricamente los cuidados han sido una actividad femenina con escasa valoración social y económica que en general han estado vinculados a representaciones prototípicas de la mujer”.

 

Esto ha estado relacionado con “las ideas de una madre o una persona con instinto maternal, aunque habría que pensar en qué casos ha sido una tarea impuesta o en qué situaciones corresponde a una elección personal y profesional”.

 

Al presentar los avances de su investigación El cuidado infantil desde la perspectiva de las mujeres cuidadoras remuneradas y su derecho al cuidado dijo que el análisis del caso de estancias pueriles en México reveló que entre 2017 y 2019, las mismas brindaron oportunidades de empleo a población femenina en condiciones de pobreza, marginación y sin seguridad social ni acceso a asistencia.

 

“Antes de la pandemia, nos encontrábamos en un contexto de cambio en términos de las decisiones de política pública en el tema que consistió en sustituir el denominado programa de apoyo para el bienestar de las niñas, niños e hijos de madres trabajadoras y entregarlos directamente para que las familias decidan cómo gestionarlos”.

 

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Los hallazgos iniciales de su indagación refieren que las cuidadoras remuneradas de estas estancias han enfrentado después de la pandemia precariedad, desempleo, incertidumbre y poca atención al proceso que han vivido debido a que no han dejado de cuidar en sus hogares, pero ya no en forma remunerada.

 

El maestro Raymundo Soto Sánchez, profesor del Departamento de Administración de la Unidad Azcapotzalco, presentó Igualdad de género y cambios organizacionales, cuya finalidad es explorar los factores que llevan a las organizaciones a desarrollar acciones para incorporar en su cultura, misión, visión, objetivos, estructura y procesos la perspectiva de género y la no discriminación para prevenir y atender la violencia laboral con equidad de trato y oportunidades.

 

Las universidades no son ajenas a la obligación de desarrollar instancias para atender las circunstancias asociadas a las desigualdades de género y en cuanto a la UAM destacó que se han creado políticas transversales para erradicar la violencia por tal motivo, aprobadas por el Colegio Académico el pasado 16 de diciembre.

 

En las sedes Azcapotzalco e Iztapalapa se conformaron las unidades de Género y Diversidad Sexual (UGEDIS) y de Acción para la Prevención y Erradicación de la Violencia de Género, la Inclusión con Equidad y el Respeto a las Diversidades, respectivamente.

 

“La intención es construir un espacio universitario libre de violencia; practicar la docencia con perspectiva de género y libre de violencia; desarrollar la investigación con ética y libre de violencia de género y la preservación y difusión de la cultura para la igualdad de género”, afirmó el maestro Soto Sánchez.

 

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