Adultos mayores, las principales víctimas mortales de la neumonía, pulmonía e influenza

Adultos mayores, las principales víctimas mortales de la neumonía, pulmonía e influenza

Es necesario mejorar y ampliar la atención primaria, capacitar al personal médico  para obtener diagnósticos inmediatos y precisos así como limitar el uso de antibióticos en los resfriados comunes, porque son de origen viral.

Debido a que  sus síntomas pueden confundirse con otras afecciones de las vías respiratorias, como un catarro común, faringitis o bronquitis los adultos mayores y los niños menores de cinco años  son las principales víctimas mortales  de la neumonía, la pulmonía  y la  influenza, sobre todo en la temporada invernal, señaló Rogelio Pérez Padilla, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.

Ante síntomas como caída del estado general de salud, fiebre y tos es necesario acudir al médico para recibir atención primaria que defina el diagnóstico de la infección y el tratamiento correcto para combatirla desde su inicio y evitar las muertes prevenibles;   por ello, cuando por su incidencia se convierte en un problema de salud pública es prioritaria una política integral que articule los esfuerzos de protección y prevención, diagnóstico y tratamiento. En la estrategia, éstos deben centrarse en mejorar la atención primaria, hoy desarticulada en el país, subrayó Pérez Padilla.

El experto del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias puntualizó que  en este plan deben incluirse medidas de higiene –principalmente reducir la contaminación del aire en interiores, proteger a las poblaciones más vulnerables con la vacunación, brindar atención sanitaria a los adultos mayores  y niños  de todas las comunidades del territorio nacional y, sobre todo, limitar el uso de antibióticos en los resfriados comunes, porque son de origen viral, así como capacitar al personal médico, puntualizó en el marco del Día Mundial contra la Neumonía, que se conmemoró el 12 de noviembre.

 medidas pulmonia

El especialista explicó que la neumonía es una infección respiratoria aguda causada por virus, bacterias y hongos. Los gérmenes llegan hasta los pulmones, estructuras anatómicas formadas por sacos pequeños, llamados alvéolos que en un enfermo se inflaman al llenarse de pus y líquido. Al extenderse, impiden la respiración y ocasiona la muerte.

Si bien afecta principalmente a niños y adultos mayores, este mal se complica en quienes padecen diabetes, enfisema pulmonar o enfermedad obstructiva crónica. Cada año, los casos repuntan en la temporada invernal, en un periodo que va de noviembre a abril, precisó.

En su mayoría, los pacientes son recibidos en consulta especializada después de varios días de presentarse el cuadro y sin haber   recibido  el tratamiento adecuado en el nivel primario de atención, advirtió.

Pérez Padilla  indicó que deben realizarse radiografías y estudios para determinar la oxigenación sanguínea, si se observan manchas en las placas o menos oxígeno en la sangre, puede sospecharse de una infección pulmonar y debe enviarse al paciente a otros niveles de atención para estudios adicionales.

Asimismo, a los problemas de diagnóstico para detectar casos graves con oportunidad se suma el abuso en el uso de antibióticos, exceso que aumenta la resistencia de los agentes infecciosos a los fármacos, advirtió.

Si las medidas de prevención se conjugan con un sistema de atención primaria sólido, se requerirán menos los servicios de alta especialidad, necesarios para los casos no resueltos en otros niveles menores, por ello  el básico sólido debe estar sustentado en la relevancia del médico familiar y articularse con campañas de vacunación amplias y oportunas, que cubran a las poblaciones de alto riesgo (menores, adultos mayores, personas con padecimientos crónicos y embarazadas).

El experto del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias señaló también que los adultos mayores y niños que habitan en zonas rurales tienen más posibilidades de enfermarse, al presentar desnutrición y no tener acceso a servicios de salud. Es necesario protegerlos de la exposición a humo de leña, reforzar los programas de inmunización y garantizar tratamiento oportuno y abasto suficiente de medicamentos a estas localidades, recomendó Pérez Padilla.

Se requiere también una mayor inversión en la capacitación del personal, para atender todas las problemáticas de salud relacionadas. Es urgente una política pública integral para afrontar este problema de manera amplia, lo que aportaría experiencias a los esquemas de atención de otros padecimientos, concluyó.

¿Qué es la influenza?

La influenza es una enfermedad respiratoria seria causada por el virus de la influenza que se transmite fácilmente. La influenza NO es lo mismo que un resfriado o un virus estomacal.

¿Cuáles son los síntomas?: Fiebre, Dolor de cabeza, Escalofríos, Tos, Nariz que gotea, Dolor de garganta, Dolores musculares, Cansancio.

¿Qué tan seria es la influenza?

Es más seria que el resfriado común y se contagia más fácilmente

Las personas de 65 años de edad y mayores o que tienen problemas médicos crónicos tienen alto riesgo de tener complicaciones de la influenza, como pulmonía o aun la muerte.

Los residentes de instituciones de cuidado a largo plazo tienen un riesgo muy alto de enfermarse seriamente como consecuencia de la influenza.

Hasta los adultos sanos se pueden enfermar seriamente por 1-2 semanas.

¿Cómo pasa la influenza de una persona a otra?

La influenza se puede pasar rápido mediante la tos, estornudos y el contacto directo con personas infectadas o superficies contaminadas. Los adultos pueden contagiar la influenza a otros 1 día antes de tener síntomas y hasta 7 días después de enfermarse.

¿Cómo puedo prevenir la influenza?

Su mejor defensa es vacunarse contra la influenza.

Hay dos tipos de vacunas: una se inyecta y la otra es un roció nasal. La vacuna inyectable contra la influenza puede ser dada a personas de 6 meses de edad y mayores. La vacuna nasal en aerosol sólo puede ser dada a personas saludables, no embarazadas, y que tengan de 5 a 49 años de edad.

¿Quiénes deben vacunarse?

  • Los empleados y los residentes de instituciones de cuidados a largo plazo.
  • Todos los que trabajan en el campo de la salud
  • Las personas de 50 años de edad o mayores
  • Las personas con problemas médicos crónicos, como por ejemplo Asma
    • VIH/Sida
    • Diabetes
    • Enfermedades del riñon
    • Enfermedades de la sangre
    • Enfermedades del corazón
    • Enfermedades del hígado
    • Enfermedades de pulmón
  • Las mujeres que estarán embarazadas durante la temporada de influenza
  • Los niños de 6 a 23 meses de edad

¿Quiénes no deben vacunarse?

  • Personas alérgicas a los huevos
  • Personas que han tenido reacciones alérgicas a la vacuna anteriormente
  • Personas con el síndrome Guillain-Barré
  • Personas con fiebre o una enfermedad seria deben vacunarse después de recuperarse

¿La vacuna me puede dar la influenza?

NO. La vacuna inyectable contra la influenza no está hecha de virus vivos. La vacuna contra la influenza que es un rocío nasal está hecha de virus vivos debilitados que no causan la influenza.

¿Cómo es de efectiva la vacuna?

La vacuna es muy efectiva.

La vacuna toma unas 2 semanas en proteger contra la influenza.

A unas pocas personas les pueden dar influenza aunque se hayan vacunado, pero los síntomas serán más leves.

La vacuna sólo lo protegerá de la influenza, no de un resfriado ni de otros virus.

¿Hay efectos secundarios?

La vacuna inyectable contra la influenza es muy segura. Muy pocas personas tienen efectos secundarios de la vacuna inyectable contra la influenza. El más común es tener el brazo adolorido.

Algunos de los efectos secundarios de la vacuna nasal contra la influenza pueden incluir nariz que gotea, dolor de cabeza, dolor de garganta y tos, PERO estos efectos secundarios no son tan fuertes como tener influenza.

¿Por qué debo vacunarme?

Vacúnese para protegerse a sí mismo, a sus residentes y a su familia. Si a sus residentes les da influenza, pueden enfermar gravemente e incluso morir.

Vacúnese contra la influenza para no tener que faltar al trabajo y para evitar que la influenza interfiera con sus actividades diarias.

¿Cuándo debo vacunarme?

La mejor época es en octubre y noviembre. Vacúnese todos los años, ya que la vacuna sólo lo protege por una temporada de la influenza.

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