El crecimiento y las necesidades de la población adulta mayor impulsan a las tecnologías
El crecimiento y las necesidades de la población adulta mayor impulsan a las tecnologías
- La tecnología inteligente cambia no sólo cómo envejecemos, sino también elegir dónde
- Aparatos como el rastreo con un GPS, detectores sensoriales, aplicaciones de supervisión y recordadores de medicamentos ayudan a más miembros de la Tercera Edad a vivir de forma independiente en casa al tiempo de mitigar las preocupaciones de sus hijos adultos
Imaginen un reloj que da a los cuidadores de ancianos actualizaciones sobre sus seres queridos por medio de una aplicación. Imaginen un servicio de supervisión de una casa que aparea sensores con un centro inalámbrico que alerta a alguien si Abuela abrió su pomo de píldoras. Imaginen también un robot que cuida a personas de la tercera edad, un dron que ayuda en las tareas de la casa, un reloj que habla activado por voz y recuerda que uno debe tomar cierta pastilla en un momento determinado.
¿Ciencia ficción? Para nada. Ya todos estos productos están en el mercado o se encaminan a estarlo, como parte de un esfuerzo de defensores de la tercera edad, empresas de tecnología y capitalistas de riesgo para entrar en un mercado creciente, pero a veces ignorado.
La tecnología inteligente cambia no sólo cómo envejecemos, sino también dónde, facilitando la tarea tanto para los miembros de la tercera edad como para los que cuidan de ellos. Aparatos como el rastreo con un GPS, detectores sensoriales, aplicaciones de supervisión y recordadores de medicamentos ayudan a más miembros de la tercera edad a vivir de forma independiente en casa mientras mitigan las preocupaciones de sus hijos adultos.
“Para los que los usan, es una forma de mantener la independencia, de ser capaces de mantenerse en casa”, dijo Nancy Stein, fundadora de Seniority Matters, una compañía del Sur de la Florida que ayuda a los cuidadores a buscar servicios para sus padres en la tercera edad. “Ese es el gran argumento de ventas”.
Los expertos dicen que la industria está en su infancia. Laurie Orlov, analista con base en la Florida que escribe el blog Aging in Place Technology Watch (Envejeciendo bajo la observación tecnológica), estima que el mercado vale actualmente unos $2 millones, pero crecerá a $20,000 millones para el 2020. Semco Research, una consultoría tecnológica, coloca más alta la cifra, en $30,000 millones para el 2017. Algunos llaman a este prometedor sector SilverTech y ven billetes en él.
El uso de ciertas tecnologías permite que las Personas Adultas Mayores permanezcan viviendo en sus hogares, manteniendo su independencia y mitigando las preocupaciones de sus hijos adultos
Hay una buena razón para tal optimismo. En EEUU aumenta el número de personas que llevan canas y no parece que disminuya esta tendencia. Las personas que actualmente tienen 65 años y más representan un 14.1 por ciento de la población total, de acuerdo con la Oficina del Censo de EEUU. Para el 2060, serán la cuarta parte de los estadounidenses. Nancy Stein, fundadora de Seniority Matters
El crecimiento en la Florida será más rápido. El Departamento de Asuntos de la Tercera Edad y la Oficina de Investigación Económica y Demográfica estimó que un 25 por ciento de los residentes del estado tendrán 65 años o más para el 2030, tres décadas antes que el resto del país. Actualmente, el grupo de 65 años o más es un 18.9 de la población total. (Miami-Dade y Broward son más jóvenes, con 15.2 por ciento para el primero y 15.3 por ciento para el segundo). El mayor aumento en las filas de los adultos mayores vendrá del grupo que los demógrafos llaman “los viejos más viejos”, los que tienen 85 y más. Se proyecta que su cifra sea más del doble.
Ayuda a la familia
Sin embargo, esta tendencia está acompañada por otra preocupante. La cantidad de cuidadores disponibles para ayudar a estos ciudadanos de la tercera edad se reduce, en lo que un informe de la AARP llama “un precipicio del cuidado”. De aquí la necesidad de ayuda tecnológica.
“Las personas están muy interesadas”, dijo Sara Czaja, directora científica del Centro de Envejecimiento de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami. “La tecnología puede mejorar la calidad de vida de los adultos de más edad y también ser un sistema de apoyo para la familia”.
Compañías y agencias del gobierno reconocen esto. Por ejemplo, el Centro para la Investigación y Educación sobre el Envejecimiento y Mejora de la Tecnología, un consorcio entre la Universidad de Miami (UM), la Universidad del Estado de la Florida y el Instituto de Tecnología de Georgia, recibieron una tercera renovación de su otorgamiento original para centrarse en el papel de la tecnología en promover el envejecimiento. El dinero adicional, que se anunció en el 2015, significa que el centro recibirá más de $30 millones.
La tecnología puede mejorar la calidad de vida de los adultos de más edad y también ser un sistema de apoyo para la familia
Así lo ha señalado Sara Czaja, directora del Centro de Envejecimiento de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami.
Aunque Silicon Valley continúa siendo el epicentro de la innovación tecnológica, el Sur de la Florida puede reclamar sus propias estrellas SilverTech. MobileHelp, con sede en Boca Raton, tiene en marcha un aparato de sistema de respuesta a las emergencias personales (PERS, por sus citas en inglés) con una localización GPS por satélite y una estación basada a domicilio. CareAngel, de Miami Beach, tiene una patente pendiente para su Asistente de Cuidado Virtual, ANGEL, que usa inteligencia artificial y reconocimiento de voz para llevar a cabo llamadas regulares de cuidado a los seres queridos en la tercera edad. Su Servicio de Cuidado VIP puede “analizar las señales vitales, informar sobre la adherencia a medicamentos y suministrar importante información sobre otras actividades de cuidado de la salud, todo en tiempo real”.
Para disminuir riesgos de caídas
Otras compañías de la Florida que luchan por el mercado de las personas con más edad incluyen a HeadRehab, que usa tecnología de realidad virtual para evaluar la memoria, el equilibrio y el tiempo de reacción para detectar el inicio temprano de las enfermedades neurodegenerativas y los riesgos de caídas; y Tesser Health, un servicio que agrega y suministra contenido de información médica para mejorar la experiencia de los pacientes y menores costos del cuidado de la salud.
Quizás el voto de confianza más notable para SilverTech viene, no sorprendentemente, de AARP. El otoño pasado, el grupo de 38 millones de miembros de defensa de las personas de 50 años y más estableció un fondo de capital de riesgo para impulsar el tipo de innovación y tecnología que puede servir mejor a sus constituyentes. El jefe de operaciones, Scott Frisch, dijo que los activos se desplegarán en un término de tres años, centrándose en tres temas: conveniencia y acceso al cuidado de salud; salud preventiva: productos para el envejecimiento en casa. La carnada es el poder de compra de su grupo demográfico –$7.1 mil millones al año en gastos para las personas de 50 años y más.
“AARP puede traer más que dinero”, dijo Frisch. “Podemos suministrar acceso a nuestros miembros, así como acceso al conocimiento del mercado. Es una forma de incentivar el desarrollo de productos y la creación de las soluciones alrededor de los que tienen 50 y más”.
El fondo de inversión en tecnología es apenas el más reciente paso que ha tomado AARP para promover la conciencia de la necesidad y viabilidad del mercado. Hace unos cinco años, la organización sin fines de lucro lanzó una competencia anual LivePitch que introdujo a empresas noveles tanto a los inversores potenciales como a los consumidores de más edad. Aunque los ganadores no recibieron dinero como en el popular programa de TV Shark Tank, reciben tutelaje gratis y una amplia exposición. En el 2015, la competencia se celebró durante la convención de la AARP en Miami Beach. Este año está programada para el 27 de abril en Sunnyvale, California.
La tecnología más popular entre las personas de la tercera edad involucra algún tipo de conectividad. Un 50 por ciento de los adultos de más edad usa el site de una red social, dijo Paulo Chaves, director del Centro Familiar para Investigación Geriátrica Benjamín León Jr. en la Universidad Internacional de la Florida. Esto les permite mantenerse comunicados, particularmente con los nietos, sin la necesidad de salir de casa. Las tabletas y aplicaciones de Skype son las favoritas –y son fáciles de usar.
“Tiene mucho sentido”, agregó Chaves. “Las personas desean estar en contacto y la familia es el motivador principal”.
Pero las tabletas también pueden usarse para otros tipos de conectividad. Dorolyn Dean, de South Miami y quien cuida de su hermana de 79 años de edad, participó en un estudio de la UM que suministra tabletas con un software de la especialidad a los participantes. Dean tiene una conferencia semanal con un representante de UM y sintoniza videos que suministran información que va de grupos locales de apoyo a consejos para una nutrición adecuada.
“La interacción ayudó mucho”, dijo Dean. “Yo estaba muy aislada, así que tener cualquier tipo de conexión me ayudó mentalmente. No tuve que buscar una investigación que ya estaba hecha, y de inmediato me sentí mejor yo misma. Me sentí mejor con relación a cuidarla”.
“Creo que subestimamos la disposición de las personas de la tercera edad para adaptarse a la tecnología”
La tecnología existente también puede promover la independencia entre los que viven con problemas crónicos de salud. Charles Gottleb, de 72 años, quien consume el medicamento anticoagulante Warfan, usa un nuevo sistema para monitorear la coagulación de su sangre, el Philips INRatio2. Después que hace una prueba en su propia sangre, la información pasa a su médico. Sin ello, estaría atado a visitas semanales a su médico o especialista clínico de la sangre.
“Esto es mucho más conveniente”, dijo Gottlieb. “No soy un prisionero de un horaro en una oficina. Lo puedo llevar a cualquier parte en las vacaciones”. Y las tuvo –en Europa y el este de Asia.
Pero crear la tecnología para los adultos mayores no deja de tener obstáculos. La asequibilidad es un gran problema. El acceso a internet puede ser caro para las personas con ingresos fijos, y Medicare y los seguros privados no pagan la mayoría de los sistemas o dispositivos. Pasará un tiempo antes de que lo hagan.
“Necesitamos más estudios sobre la eficacia”, dijo Chaves, de FIU. “¿Por qué debe el gobierno o la compañía de seguro pagar por algo que seguramente no saben cómo trabaja?”
Muchos innovadores tampoco piensan a menudo en las personas de la tercera edad como un mercado viable. “Una persona de 25 años”, destacó el analista tecnológico principal Orlov, “va a diseñar lo que él y sus amigos quieren usar. El mercado de más edad no está siempre en su consideración. Como resultado, el súper dispositivo más reciente puede que no tenga ningún uso para una persona de 80 años”.
Esta “brecha en la innovación” aumenta con la idea de que las personas de la tercera edad odian la tecnología –algo que sus defensores insisten en que no es cierto. “Creo que subestimamos la disposición de las personas de la tercera edad para adaptarse a la tecnología”, dijo Stein, quien asesora a los cuidadores para introducir la tecnología en pequeñas dosis. “No creerían cuantas personas me dicen: ‘Oh, mi madre no usaría una tableta’. Y luego la madre obtiene una y la adora”.
Czaja, de UM, dice que se culpa a menudo a un mal diseño –¿es útil?– y a la complejidad –¿es fácil de usar? ¿Existe el apoyo técnico apropiado? – se culpan a menudo la falta de interés. “Las personas de la tercera edad son capaces de aprender cosas nuevas”, agregó. “Ellas desean adoptar la tecnología si comprenden los beneficios y vale la pena su inversión”.
Y para esos que dudan si se puede hacer dinero en SilverTech, consideren esto: hay dos compradores potenciales para estos dispositivos, las personas de la tercera edad de hoy que los usarán de inmediato y sus hijos adultos, que envejecen y van entrando en el mercado.
“Se hace la inversión a largo plazo”, dijo Frisch, de AARP. “El uso de tecnología ya ocurre y la tasa de adopción aumenta y aumenta”.