El diagnóstico oportuno disminuye la mortalidad de ataque vascular cerebral
El diagnóstico oportuno disminuye la mortalidad de ataque vascular cerebral
- Afecta con más frecuencia a la población mayor de 50 años
- Algunos signos de alarma son el entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna
- Súbita visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos
- Aparición brusca de mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicaciones
- Incapacidad repentina para comunicarse. Aparición súbita de dolor de cabeza
La Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) es una alteración neurológica que se caracteriza por aparición brusca, con síntomas de 24 horas o más, causando secuelas y muerte. Destaca como la causa más común de incapacidad en adultos mayores de 50 años y es la quinta causa de muerte en nuestro país.
Los factores que aumentan la probabilidad de tener un EVC están la presión arterial alta, enfermedades cardíacas o diabetes descontrolada, colesterol alto y tabaquismo, de ahí que los especialistas del Sector Salud recomiendan realizar ejercicio regularmente, evitar alimentos ricos en colesterol, mantener el peso corporal adecuado y controlar los padecimientos cardiacos y la diabetes.
El 50 por ciento de los sobrevivientes quedan con discapacidad, “por lo que el diagnóstico y tratamiento oportuno disminuyen la mortalidad y mejoran la calidad de vida en un 85 por ciento de los casos”, estimó la doctora Célida Duque Molina, directora de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Un informe del IMSS señala que los tres tipos de EVC son: trombótico, embólico y hemorrágico. En el primero, el flujo de sangre de una arteria cerebral se bloquea debido a un coágulo que se forma dentro de la arteria. La ateroesclerosis, que es la acumulación de depósitos grasos en las paredes de las arterias, causa un estrechamiento de los vasos sanguíneos y con frecuencia es responsable de la formación de dichos coágulos.
Mientras que el embólico se da cuando el coágulo se origina en alguna parte alejada del cerebro; por ejemplo, en el corazón. Una porción del coágulo (un émbolo) se desprende y es arrastrado por la corriente sanguínea al cerebro, el coágulo llega a un punto que es lo suficientemente estrecho como para no poder continuar y tapa el vaso sanguíneo cortando el abastecimiento de sangre. Este bloque súbito se llama embolia; en tanto que el hemorrágico o derrame cerebral, es causado por la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro.
Algunos signos de alarma son el entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna, en uno o ambos lados del cuerpo y que aparece en forma repentina; ocurrencia súbita de visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos; aparición brusca de mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicaciones; incapacidad repentina para comunicarse, ya sea por dificultad para hablar o entender, y aparición súbita de dolor de cabeza, de gran intensidad y sin causa conocida.
Estos signos de alarma pueden durar solo unos minutos y luego desaparecer, o pueden preceder a un EVC de mayores consecuencias y requieren atención médica inmediata.
Un evento vascular cerebral es una emergencia médica y cada minuto cuenta, ya que cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, es mayor el daño, por lo que la atención inmediata puede salvar la vida de la persona y reducir los efectos, que pueden ser desde leves hasta severos, e incluyen parálisis, problemas de raciocinio, del habla, de visión y en la coordinación motora.
La implementación a nivel nacional del Programa Código Cerebro en julio pasado ha permitido diagnosticar con oportunidad mil 926 casos de Evento Vascular Cerebral (EVC) y con ello mejorar los tiempos de atención y la calidad al unificar criterios de ingreso, diagnóstico y tratamiento de los pacientes, aseguró la doctora Célida Duque Molina.
Con la finalidad de dar seguimiento a las acciones de este programa, la doctora Célida Duque realizó una visita al Complejo Hospitalario del Centro Médico Nacional “La Raza”, donde indicó que el Evento Vascular Cerebral es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera causa de discapacidad en adultos.
Indicó que ocho de cada 10 casos de EVC tienen factores de riesgo que pueden modificarse y se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años.
“Actualmente contamos con cobertura en al menos un hospital de cada estado de la República para diagnóstico y tratamiento, con lo cual hemos cumplido el objetivo de llevar el programa a todo el país. Sin embargo, continuamos trabajando día a día ampliamente en la mejora de las áreas de oportunidad que pudieran dificultar el buen funcionamiento de esta estrategia”, agregó.
Célida Duque Molina informó que al día de hoy el IMSS ha implementado el programa en 125 hospitales distribuidos en toda la República Mexicana, los cuales cuentan con tomógrafo y por lo tanto realizan diagnóstico y tratamiento, y 123 realizan diagnóstico y referencia a otro nivel de atención.
Refirió que las 25 Unidades Médicas de Alta Especialidad del país tienen el programa implementado, 10 de ellas con el protocolo completo para diagnóstico y tratamiento.
Dio a conocer que para asegurar una atención adecuada de los pacientes, todo el personal de la salud que se encuentra en la atención de este Programa está en proceso de capacitación en los Protocolos de Atención Integral. Al día de hoy el personal médico capacitado es de cuatro mil 136 y dos mil 335 del personal de Enfermería.
El personal del Centro Médico Nacional “La Raza” ha recibido 49 pacientes desde la implementación del Programa, atendidos por el doctor Miguel Russi Hernández, jefe de Urgencias; la neuróloga Lilia Romero Ocampo; y el doctor Jorge Arturo Santos Franco, jefe de Neurocirugía y Neurovascular.