El envejecimiento activo
El envejecimiento activo
- Nuevas visiones de salud y calidad de vida
- Impulsar una mentalidad social de respeto y consideración al adulto mayor
Elda MONTIEL TORAL
“La tragedia de la vejez, no es ser viejo, sino el haber sido joven” según la frase célebre de Oscar Wilde; sin embargo, los avances médicos que han propiciado la prolongación de la vida y los consecuentes cambios de la sociedad, han acabado con esta supuesta tragedia, siempre y cuando nos preparemos para envejecer digna y funcionalmente en un proceso de Envejecimiento Activo, expresó el gerontólogo Rubén Castillo Torres y precisó en entrevista exclusiva para LA TERCERA: “en los últimos 50 años la población de adultos mayores se multiplicó en el país en 2.7 veces; es decir pasó de 64 millones a 171 millones. Su proporción con respecto a la población total casi se duplicó de 7.9 a 14.4 %.”
¿Por qué se está dando esta situación?
La transición demográfica se debe principalmente a que la esperanza de vida ha aumentado en nuestro país, situación que comenzó en la década de los 30 debido a varios factores como el control de la natalidad, el control de la mortalidad de neonato parturientas, el control de enfermedades infecto contagiosas, y también debido al avance de la ciencia y a la migración.
Actualmente la esperanza de vida, que es el tiempo que se espera que una persona viva en una determinada región del mundo, de acuerdo con su desarrollo social, económico y cultural, en nuestro país es de 79.1 años para las mujeres y de 76.3 años para los hombres y va en aumento.
Esto se acentuó en la década de los 60 con la declinación de la fecundidad, con la campaña nacional de La familia pequeña vive mejor. En la actualidad estamos pasando de una población joven a una más entrada en años y lo que se avecina es que la edad media de la población mexicana se incrementará de 27 a 30 años en la primera década del siglo y de 38 a 45 años entre el 2030 y 2050. La población de 65 años y más aumentará de 4.8 millones a 17 millones entre 2000 y 2030 y de acuerdo a las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) esta población alcanzará los 37 millones al llegar al 2050. Es decir somos un país que está envejeciendo.
Otro aspecto que debemos considerar demográficamente es que el perfil epidemiológico está dominado por los padecimientos crónicos degenerativos y que los problemas de discapacidad de los adultos mayores serán cada vez más intensos y visibles en la sociedad. Se estima que el número de personas con algún rasgo de deterioro funcional en la vejez, crecerá de 2 millones en 2000 a 7.3 millones en 2030 y a 15.1 millones en 2050.
Se dice que un país envejece cuando el 10% de su población son adultos mayores, a esta situación vamos a llegar en el 2050, entonces somos un país que está envejeciendo y no estamos preparados para ello, afirma Rubén Torres Castillo.
El también presidente de la asociación civil “Envejecimiento y Claridad en la transformación del Ser” agrega que es necesario promover la cultura del Envejecimiento Activo, que es el lema de su asociación, propiciar una toma de conciencia individual e impulsar una nueva mentalidad social, de respeto y consideración al adulto mayor. Reflexiona: “cuando va a nacer un niño adecuamos la casa, si es posible le habilitamos una recámara propia con cuna, tina, juguetero, y hasta modificamos la arquitectura para evitar posibles accidentes, etc. ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando tenemos un adulto mayor en casa? Por qué no hacemos adecuaciones al baño, a la recámara del adulto mayor? En otros países como Francia y España está bien definido el envejecimiento activo, y se lo toman muy en serio pues tiene que ver con una cultura de prevención: los jóvenes de hoy serán los adultos mayores de mañana.
¿Qué debemos hacer?
Como país tener políticas públicas muy bien definidas y como población cuidarnos nosotros mismos para lograr un envejecimiento activo que nos proporcione bienestar individual y familiar; tenemos identificado el problema; el envejecimiento y ¿qué vamos a hacer?, visualizar ¿Cómo quisiéramos vernos?
Tenemos que generar una nueva visión de la salud entendida no sólo como la ausencia de enfermedad como se definió cuando las enfermedades infectocontagiosas eran causa de muerte. En la actualidad hay que trabajar por considerar a la salud como una parte de la vida diaria, para lograr una mejor calidad de vida.
Aquí radica la importancia de la promoción de la salud definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la acción social, educativa y política que incrementa la conciencia pública sobre la salud, a través de estilos de vida saludables y acciones comunitarias a favor de la salud; brindando oportunidades y poder a la gente para que ejerzan sus derechos y responsabilidades para la formación de ambientes, sistemas y políticas que sean favorables a su salud y bienestar.
Entonces, si se quiere hacer del envejecimiento una experiencia positiva, debemos entender el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
¿Cómo lo logramos?
Cambiando nuestros hábitos de vida para ser adultos mayores funcionales; es decir, caminar, ir al baño por uno mismo, tener una vida activa y hasta productiva. Los adultos mayores debemos evitar los factores de riesgo como el sobrepeso, el tabaquismo, el alcoholismo, la ingesta abundante de sal, la dieta rica en grasas saturadas, la mínima o nula actividad física y también evitar estilos de vida agitados, con preocupaciones constantes. Adoptar por cultura la prevención y el cuidado de la salud para elevar la calidad de vida del individuo.
La alimentación del adulto mayor debe satisfacer las necesidades de energía, ser de buena calidad, fresca e higiénica y contener los nutrimientos necesarios para el organismo, es recomendable elegir grupos de alimentos como cereales, tubérculos y leguminosas; productos animales, carne, leche y huevo; verduras y frutas; grasas y azúcares.
Cambiar los hábitos por factores de beneficio como mantener el control del peso, dejar el sedentarismo, realizar ejercicios aunque sean mínimos, disminuir el consumo de grasas, eliminar el tabaquismo y alcoholismo y sobre todo, participar en grupos de autoayuda.
Hay que considerar también otros factores que afectan al envejecimiento como las enfermedades crónicas-degenerativas como la diabetes y la hipertensión arterial que van degradando física y mentalmente a quienes las padecen, ya que afectan a los órganos y tejidos. Asimismo en esta edad son más frecuentes las enfermedades infecto-contagiosas como las respiratorias, gastrointestinales y de transmisión sexual.
En esta edad, agrega Rubén Torres, los principales órganos que se ven afectados son el corazón, cerebro, riñones, hígado y por supuesto los ojos y el oído se van deteriorando, vemos y oímos menos.
También es muy importante realizar actividades preventivas como realizar un ejercicio físico gradual que le guste y disfrute el adulto mayor, que pueda practicar por largos periodos de tiempo y sobre todo que sea constante. Estas actividades, de acuerdo con la edad, son caminar, bailar, subir escaleras, trotar, correr, andar en bicicleta, realizar gimnasia; desde luego con la adecuada metodología de calentamiento de 5 a 10 minutos; entrenamiento de 10 a 15 minutos y enfriamiento de 5 a 10 minutos. Y lo más importante que por sesión la duración del ejercicio no sea de más de 30 minutos.
Resulta fundamental mantener un peso adecuado a la edad y la estatura por lo que es recomendable una dieta con restricción en grasas y carbohidratos y rica en verduras y antioxidantes. Establecer horarios de comidas, evitar comida chatarra, beber de 6 a 8 vasos del agua al día y comer lenta y tranquilamente.
El gerontólogo Rubén Torres Castillo es un convencido de promover la cultura del envejecimiento activo y desde su tribuna aporta sus conocimientos mediante cursos y talleres como el de “Formación de cuidadores primarios gerontológicos” que está dirigido a toda persona interesada en conocer el proceso del envejecimiento activo, sus repercusiones y medidas de prevención para generar una mejor calidad de vida, evitando que miembros de la familia abandonen sus trabajos y se asuman como cuidadores sin la preparación adecuada.
La asociación civil “Envejecimiento y Claridad en la transformación del Ser” imparte estos cursos de manera permanente, hasta el momento se han capacitado mil personas, en el teléfono 044 55 17 59 42 05 se proporcionan informes e inscripciones; el objetivo es, puntualiza Rubén Torres Castillo, que los adultos mayores y sus familias vivan con salud, con alegría, con espacios para poemas como el de Joan Manuel Serrat, Llegar a viejo:
Si se llevasen el miedo,
y nos dejasen lo bailado
para enfrentar el presente…
Si se llegase entrenado
y con ánimo suficiente…
Y después de darlo todo
– en justa correspondencia –
todo estuviese pagado
y el carné de jubilado
abriese todas las puertas…
Quizá llegar a viejo
Sería más llevadero,
Más confortable,
Más duradero.