Envejecer con calidad de vida es el reto para nuestras sociedades de hoy, señala académica de la Unison
Envejecer con calidad de vida es el reto para nuestras sociedades de hoy, señala académica de la Unison
La enfermería es fundamental en la promoción y educación para la salud a fin de que los adultos mayores mexicanos alcancen un envejecimiento saludable, exitoso, feliz, independiente y con calidad de vida
El hecho de que las poblaciones envejezcan está ligado a los avances tecnológicos y científicos del mundo actual, pero vivir más no necesariamente debe asociarse con calidad de vida, ése es el reto parea nuestras sociedades de hoy, advirtió la académica María Reyes Escobar Siqueiros.
La académica del Departamento de Enfermería de la Universidad de Sonora (Unison) indicó que hay países muy desarrollados donde la atención a las Personas Adultas Mayores les ofrece mejores condiciones de vida. No obstante prevalecen aquéllos donde existe una connotación más pobre del respaldo social y humano que se debe dar a las personas de más de 60 años, grupo de población que crece cada vez más.
Los países más avanzados en la formulación de políticas en apoyo al adulto mayor son España, Chile, Argentina y Cuba, no sólo en envejecimiento sino también en salud en general y en educación, expuso.
Mencionó que en Sonora el promedio de vida de las personas es de 78 años y la media nacional es de entre 72 y 75 años; refirió que en la entidad se tienen importantes estrategias para atender a esta población, pero no son suficientes.
Consideró que falta aplicarse en toda su operatividad la Ley de los Derechos de los Adultos Mayores, que establece de manera clara que esas personas tienen derecho a educación, recreación, salud, vivienda y empleo digno.
“En lo cotidiano enfrentan muchas dificultades para seguir adelante y para tener o buscar una mejor calidad de vida”, planteó la también subdirectora de Innovación Educativa de la Universidad de Sonora.
Anotó que existen múltiples estudios, investigaciones y analistas del fenómeno de envejecimiento ligado a diferentes tipos de poblaciones, ya que éste depende del entorno y de cómo se lleve ese proceso.
Refirió que se trata de un proceso gradual, cotidiano y brinda oportunidad de prepararse para vivir esta última etapa de la vida, así como de tomar decisiones acerca de cómo quiere vivirse.
Es necesario, señaló, que la población esté consciente de que las personas adultas requieren de un trato digno, aprecio y amor, sin actos discriminatorios, lo cual está ligado con la educación, principios y valores que se inculcan en la familia.
Criticó la pérdida de una sensibilización y cuidado hacia los adultos mayores, muchos de los cuales andan solos y desprotegidos en las calles, incluso viviendo en albergues donde no tienen la debida atención, además de que éstos no son suficientes.
También señaló la importancia del tratamiento humano, familiar y médico que debe de darse a esta población y sobre la estrategia de prevención, ya que 70 por ciento de la población que se atiende en hospitales son personas mayores de 60 años.
Las poblaciones envejecidas, planteó, deben ser sujetas de trabajo preventivo para evitar múltiples patologías, que no necesariamente son de su última etapa de su vida sino que se presentaron mucho antes.
Reiteró la necesidad de fomentar la cultura de prevención, que debería partir desde la enseñanza básica en el respeto a las personas mayores, además de atender lo relativo a la alimentación, el afecto y la activación física para que tengan vida sana.
Se desea, subrayó, un envejecimiento saludable, exitoso, feliz, independiente, con calidad de vida, y advirtió que la enfermería trabaja esa parte de una manera intensa en lo que es la promoción y educación para la salud.