González Camarena: visionario de la televisión a color
González Camarena: visionario de la televisión a color
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En la NASA decidieron que el mejor sistema fue el diseñado por González Camarena.
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El próximo 18 de abril se cumplen 50 años de la trágica muerte de uno de los más grandes innovadores mexicanos: Guillermo González Camarena.
Félix LANDAU
Nacido en Guadalajara, Jalisco, el 17 de febrero de 1917, el futuro inventor hizo de su infancia un presagio de su futura brillantez: construía pequeños juguetes propulsados por electricidad, un radiotransmisor y finalmente una radio completa. Su verdadero anhelo siempre fue “transportar las cosas de un lugar a otro por medio de la electricidad”, en sus propias palabras.
Graduado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional en el año de 1939, obtuvo su licencia de radio dos años después. Además de haber iniciado ya sus investigaciones en radioelectrónica, González Camarena se encontraba interesado en las posibilidades del viaje espacial, e inspirado por artículos en revistas científicas norteamericanas, ayudó a diseñar cohetes experimentales e incluso teorizó un sistema de propulsión eléctrico, al que llamó “Electrodisco”.
En 1941 González Camarena presentó la solicitud de patente para el “Equipo cromoscópico adaptado para la televisión”. Designado como un sistema adaptador para la televisión en blanco y negro, el joven inventor obtuvo su registro de patente el 15 de septiembre de 1942.
“Mi invento se relaciona con la transmisión y recepción de imágenes de color por cable o comunicación inalámbrica, y tiene entre sus objetivos y ventajas la provisión de un adaptador cromoscópico mejorado para el equipo de televisión y operado por rayos catódicos. Los dispositivos de televisión para trabajo a color son de una naturaleza excesivamente complicada y no son adaptables al equipo de televisión actual. El presente invento puede ser fácilmente adaptado a cualquier transmisor o receptor de televisión en blanco y negro.”
El 31 de agosto de 1946 realizó la primera transmisión en color desde su laboratorio en las oficinas de la Liga Mexicana de Radio Experimentos. Posteriormente, en 1948 auxilió en la elaboración de las disposiciones legales que regulaban el funcionamiento y la operación de las instalaciones de radiodifusoras nacionales, incluyendo la televisión, la frecuencia modulada (FM), la onda corta, la onda larga y la radio facsímil. Fundó los laboratorios Gon-Cam, donde continuó sus investigaciones junto con otros ingenieros.
El éxito de su trabajo trajo gran prestigio a la nación, llegando incluso a exportarse a los Estados Unidos televisores a color fabricados en México. Le preocupaba profundamente que sus inventos pudieran ser disfrutados por todo el público, incluyendo las personas de bajos recursos.
El ingeniero insistía en que la televisión por las tardes debía servir principalmente a los niños, por los que siempre manifestó un enorme interés, además de que se afirma que nunca aceptó paga alguna durante todas sus labores e invenciones; él mismo solicitó que a cambio de su arduo trabajo se estableciera un canal de televisión especial a los niños, el cual sería el Canal 5, llamado XHGC, con las iniciales de González Camarena. Además, contribuyó a los esfuerzos contemporáneos de alfabetización, coordinando con la Secretaría de Educación Pública el proyecto que sería el Sistema de Educación de Telesecundaria.
Su vida encontraría un trágico final el 18 abril de 1965, cuando en un viaje de inspección al radiotransmisor del Canal 5 en el cerro de las Lajas, Veracruz, sufrió un accidente automovilístico fatal. Tenía 48 años de edad.
Sin embargo, esto no impidió que su invento llegara hasta las estrellas. En 1975, para la misión de la sonda espacial Voyager 1, que fotografiaría Júpiter y los demás planetas del Sistema Solar exterior, los científicos de la NASA decidieron que el mejor sistema sería el diseñado por González Camarena, al ser más sencillo y eficiente que el NTSC utilizado por los norteamericanos.
El legado de González Camarena continua no sólo por el impacto directo de sus invenciones, sino por el espíritu de innovación y creatividad altruista que lo caracterizaron, un verdadero ejemplo a seguir para todos los mexicanos.