Las botanas comerciales, asociadas con males gastrointestinales, renales y la hipertensión arterial

Las botanas comerciales, asociadas con males gastrointestinales, renales y la hipertensión arterial

Crean estudiantes del IPN una botana deshidratada a partir de jícama, pepino y zanahorita con alto contenido en fibra.

Un estudio de mercado realizado por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se determinó,  que entre 2008 y 2014,  se duplicó el consumo de botanas fritas en México.

Ana Karen Deseusa González, Ivonne Karen Jamaica Carbajal, Alejandra Boche Pérez y Yarendi Vargas Escamilla, estudiantes del Politécnico,  advirtieron  que las botanas comerciales tienen alto contenido de grasa, carbohidratos, azúcares simples y sodio, por lo que su consumo puede asociarse con problemas gastrointestinales, renales y de hipertensión arterial.

Tras conocer los efectos nocivos de las botanas comerciales, estas cuatro alumnas de la  de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB),  elaboraron una botana deshidratada a partir de jícama, pepino y zanahorita con alto contenido en fibra.

Es un producto elaborado en la planta piloto de frutas y hortalizas del IPN  el cual pretenden introducir en los desayunos en escuelas primarias.

El producto politécnico puede representar una alternativa para saciar el hambre sin ingerir esos elementos dañinos, ya que es baja en calorías, posee alto contenido de fibra que ayuda a mantener saludable el sistema digestivo, además de aportar al organismo minerales como calcio, fósforo y magnesio.

Las tres alumnas, pasantes de ingeniería bioquímica del IPN, refirieron que elaboraron la botana en dos presentaciones, una natural que no contiene sodio y otra con chile que únicamente tiene 15 miligramos de dicho elemento, en contraste con algunos productos comerciales que poseen hasta 290 miligramos.

La característica principal de las verduras empleadas es su consistencia crujiente y al momento de degustarlas generan la sensación de estar comiendo papas, lograr esa consistencia implicó realizar diversas pruebas para estandarizar la temperatura y tiempo de secado.

Indicaron que el producto no contiene aditivos y fue empacado al alto vacío, por lo que se conserva en buen estado hasta por un mes sin necesidad de incorporarle aditivos ni conservadores.

Las estudiantes consideraron que se trata de un proyecto rentable y una buena alternativa para contribuir a mejorar la alimentación en México, por ello tienen el propósito de incubar el producto para comercializarlo.

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