Las mujeres indígenas mexicanas, impedidas de ejercer sus derechos humanos
Las mujeres indígenas mexicanas, impedidas de ejercer sus derechos humanos
- Faltan de estrategias de prevención y erradicación de la violencia y discriminación en su contra desde un enfoque de derechos humanos, género e intercultural.
- Deben ser diseñadas e impulsadas por la sociedad y el Estado mexicano como imperativo ético y de justicia. No basta el solo reconocimiento constitucional de sus derechos humanos.
- El 5 de septiembre se celebra El Día Internacional de la Mujer Indígena.
Se levantan a las tres o a las cuatro de la mañana para hacer el fuego y cocer el café. Si tienen animales como el cochino, el puerco o de corral los pollos, los alimentan. Después desgranan el maíz, lo muelen, lo tortean para hacer las tortillas. Despiertan a sus hijos, les dan de desayunar, los arreglan para enviarlos en la escuela. En casa barren, limpian, lavan la ropa de la familia. Después tienen que atender al esposo, y esa es otra faena. Los hombres las llegan a maltratar física y psicológicamente, las regañan, las ofenden…
Cuando llegan a la ciudad, los hombres las obligan a vender algunas artesanías, pequeñas canastas, dulces, o solicitar dádivas en las calles de la capital mexicana llegan a ubicarse en las calles o en las entradas del Metro.
Esa es la rutina diaria de las mujeres indígenas mexicanas, sin día de descanso, sin derechos humanos aunque estén reconocidos en la Constitución mexicana.
A partir de la Encuesta Intercensal 2015 del total de población indígena de 12 millones 25 mil 947 personas, 6 millones 146 mil 479 son mujeres (51.1%) y 5 millones 879 mil 468 son hombres (48.9%).
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, el 69.6% de las mujeres opina que deben ser igual de responsables que los hombres en llevar dinero a la casa y el 87.3% está de acuerdo en que los hombres se encarguen, al igual que las mujeres, de las tareas del hogar, del cuidado de niñas y niños, así como de las personas enfermas y ancianas.
El 33.4% dijo que sufrió algún tipo de maltrato de quienes la atendieron en el último parto, ya que a algunas les colocaron un dispositivo o método de anticoncepción sin solicitar su opinión, las ofendieron, humillaron, gritaron o regañaron.
El 5 de septiembre se celebra El Día Internacional de la Mujer Indígena. Por ese motivo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) lamentó que aún existen mujeres indígenas en nuestro país, sobre todo cuando son personas mayores, impedidas de ejercer plenamente sus derechos fundamentales por falta de estrategias de prevención y erradicación de la violencia y discriminación en su contra desde un enfoque de derechos humanos, género e intercultural, que deben ser diseñadas e impulsadas por la sociedad y el Estado mexicano como imperativo ético y de justicia.
En ocasión del Día Internacional de la Mujer Indígena, la CNDH destacó que para propiciar una nueva cultura de respeto a los derechos fundamentales de las mujeres indígenas son de gran utilidad los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a partir de los cuales las mujeres y los hombres deben tener un reconocimiento y valoración social igual, ya que ninguna persona debe ser tratada injustamente por pertenecer a una comunidad o hablar una lengua indígena.
Para la CNDH se requiere vigilar aún más la observancia de la normatividad vigente para impedir toda forma de rechazo y maltrato por razón de género, condición social, edad, origen étnico, filiación política y cuestiones religiosas, entre otros aspectos.
Para esa Comisión Nacional de los Derechos Humanos no basta el solo reconocimiento constitucional de sus derechos humanos, sino se requieren transformaciones estructurales que permitan la convivencia de la diversidad cultural y pluralidad étnica, así como procesos institucionales adecuados, que sirvan de base a sus demandas sociales, y acciones concretas que no sean meramente asistencialistas o apoyo, sino que permitan diseñar estrategias efectivas y propuestas integrales.
Además, señaló ese organismo nacional de los derechos humanos se debe sensibilizar y capacitar a las personas servidoras públicas sobre los contenidos que deben tener los programas orientados a la atención de las mujeres indígenas, tomando en cuenta su cosmovisión e identidad cultural, en tanto que las instancias legislativas deben contar con elementos para elaborar leyes acordes con la realidad indígena del país y los instrumentos nacionales e internacionales de protección a los derechos de las mujeres.
Tales objetivos también están relacionados con la promoción de políticas de igualdad, al facilitar a las mujeres y niñas al interior de las familias el acceso a la educación, atención médica, participación política y a aportar en las economías sostenibles, lo que beneficiará a sus propias comunidades y a la sociedad.
La CNDH emitió la Recomendación General 31/2017 sobre la Violencia Obstétrica en el Sistema Nacional de Salud, en que se analizan acciones u omisiones de personal encargado de proveer servicios de salud a las mujeres embarazadas, susceptibles de transgredir sus derechos humanos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos aseguró que continuará con el desarrollo de acciones de promoción, difusión, protección y defensa de los derechos fundamentales de las mujeres indígenas en nuestro país, con la finalidad de contribuir a modificar patrones culturales que constituyen violaciones sistemáticas a los mismos.
En Oaxaca y Chiapas se concentra la mayor población indígena del país con 1.7 millones cada una. Le siguen Veracruz, con 1.1 millones de población indígena (9.2%); México, 1.097 millones (9.1%); Puebla, 1.094 millones (9.1%); Yucatán 1.052 millones (8.8%); Guerrero 681 mil 615 (5.7%) e Hidalgo 606 mil 045 (5.0%).
En el extremo opuesto en seis entidades la población indígena suma menos de 30 mil personas: Guanajuato, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Aguascalientes y Zacatecas con 29 mil 863, 23 mil 456, 13 mil 349, 10 mil 122, 9 mil 306 y 7 mil 852, respectivamente, mismos que significan menos del .01% del total de la población indígena.