Las parejas con dificultades para procrear pueden caer en estados de depresión o ansiedad
Las parejas con dificultades para procrear pueden caer en estados de depresión o ansiedad
- La Clínica de la Infertilidad del Hospital Juárez de México brinda a las parejas opciones terapéuticas para que puedan concebir
Algunas parejas que tienen dificultad para procrear, pueden caer en estados de depresión o ansiedad y alterar su armonía, afirmó la doctora Imelda Hernández Marín, Encargada del Servicio de Biología de la Reproducción Humana del Hospital Juárez de México.
Frente a esta situación, señaló que la Clínica de la Infertilidad que funciona en ese servicio, representa una alternativa viable para estudiar la situación de estas parejas y brindarles opciones terapéuticas para que puedan concebir.
Explicó que la condición de infertilidad se establece cuando después de 12 meses de relaciones sexuales frecuentes sin utilizar métodos de planificación familiar, no se da el embarazo. También cuando la pareja tuvo un hijo y la mujer no vuelve a embarazarse.
La doctora Imelda Hernández Marín hizo notar que en los casos atendidos en el Servicio de Biología de la Reproducción Humana del HJM, los hombres colaboran y acompañan a su pareja.
La especialista expresó que los factores que impiden la fertilidad son: masculino; endocrino ovárico, para estudiar la capacidad reproductiva de la mujer; Uterino, para verificar la posibilidad de implementar un embrión, tubario trompas de Falopio, que es donde el espermatozoide fertiliza al óvulo; y el tubo peritoneal, y el cervical cuello del útero.
Con ello se realiza un protocolo básico del paciente infértil y se investiga qué tipo de alteración tiene, para ofrecerle alternativas. “Dichas opciones terapéuticas pueden ser de baja complejidad y técnicas de reproducción asistida”, explicó.
Hizo notar que durante el 2015, en el Servicio de Biología de la Reproducción Humana del HJM se recibieron a 156 pacientes de primera vez y 310 subsecuentes.
Algunas alternativas de tratamiento fueron la inducción ovulatoria e inseminación intrauterina, que permitieron el embarazo, concluyó la doctora Hernández Marín.
