Los 43 millones de delitos de la “delincuencia oficial”
Los 43 millones de delitos de la “delincuencia oficial”
- Se cometen al amparo de la autoridad con cifras “terribles”, dijo el catedrático universitario Miguel Sarre Iguíniz. El Estado aporta más delitos que los que busca sancionar, pone más violencia de la que resuelve
- “La función del Derecho Penal es reducir la violencia en la sociedad, no aumentarla, y se está haciendo lo contrario”
En medio de la Sala Digna Ochoa, el catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Miguel Sarre Iguíniz, dijo en forma contundente al censurar “la delincuencia oficial”: El Estado aporta más delitos que los que busca sancionar, pone más violencia de la que resuelve. Y puso como ejemplo los 43 millones de delitos que genera cada año el sistema penitenciario de la Ciudad de México, producto de la extorsión.
Son delitos que se cometen al amparo de la autoridad con cifras “terribles”, dijo el catedrático universitario a un público formado por abogados, estudiantes, defensores de derechos humanos, personal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. ¿En esta Ciudad de México, cuántos delitos creen ustedes que se cometen a diario al amparo de la autoridad?
¿Cuántas veces se pasa lista?, preguntó y repreguntó Sarre Iguíniz en el Foro Avances y retos en la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal en la Ciudad de México, organizado por la Comisión de Derechos Humanos y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
En la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la capital mexicana, Sarre Iguíniz, al hablar de la implementación del nuevo sistema de justicia penal en la Ciudad de México que confía se aplique sin contratiempos el próximo mes de junio, mencionó la fuente de corrupción de esos 43 millones de delitos. El cobro del pase de lista de los 40 mil reclusos en el sistema penitenciario capitalino.
“En un solo día en los reclusorios de la Ciudad de México el Estado Mexicano, el gobierno de la Ciudad de México -son delitos que pueden ser considerados parte de la delincuencia oficial que cometen los agentes del Estado en el mismo acto de perseguir, investigar y sancionar los delitos- aporta más delitos de los que busca resolver y sancionar todo el aparato enorme aparato de justicia de este enorme país”.
“La función del Derecho Penal es reducir la violencia en la sociedad, no aumentarla, y se está haciendo lo contrario”, agregó el abogado y catedrático del ITAM.
¿Cuánto cobran, cinco, diez pesos”, preguntó el catedrático al público reunido en la Sala Digna Ochoa. Varias voces del auditorio se lo confirmaron: diez pesos. Y sumaron la cantidad que se recibe por el cobro de pago de pase de lista en los reclusorios a los internos: 43 millones de pesos al año. Y reos que no pagan, son sometidos a castigos y golpes de tablazos, en un sistema penitenciario donde opera la ley de la selva, el autogobierno, el hacinamiento y la corrupción.
¿Cómo se llama esto, abogados?, preguntó a su auditorio. “Extorsión”, le contestaron varias voces. “Extorsión”, confirmó Sarre Iguíniz al referirse a los 120 mil pesos que son producto del pase de lista en los reclusorios capitalinos.
El catedrático habló del imperativo de que las cárceles sean espacios de legalidad donde no debe haber privilegios para reos como si estuvieran en sus casas ni tampoco existan abusos, “una prisión con ley”.
“Las penas deben cumplirse en condiciones de vida digna”, insistió al referirse al debido proceso con el que se cumpla lo juzgado y lo cumpla el juzgador. Confió en que la ley y el debido proceso con el nuevo sistema penal aportará elementos políticos para defenderse de esas extorsiones, que poco a poco vaya permeando el Estado de Derecho con una prisión con ley.
Mencionó que con el nuevo sistema penal se rescata el artículo 21 de la Constitución donde nace la figura del nuevo proceso penal. Nos han devuelto una forma que nos quitaron durante años, regresar al control judicial, garantizar que las sentencias se apliquen conforme a derecho. Los jueces, para el abogado y catedrático, operaban a ciegas, hoy podrán dormir tranquilos, ya no aplicarán sentencias de las que no tuvieron conocimiento.
El juez había abdicado de su función, dijo Sarre Iguíniz, quien subrayó que partir del nuevo sistema de justicia penal caracterizado por la oralidad, el juzgador recuperará un papel que se perdió hace cien años. Bajará el consumo de pastillas para dormir entre los jueces, expresó con ironía el catedrático universitario.
Sarre Iguíniz impartió la Conferencia Magistral con el tema “Derechos Humanos y el Sistema Penal Acusatorio”. Se refirió a la necesidad de contar un sistema de ejecución penal congruente con el acusatorio y no de confrontación, y señaló que “una prisión con ley” es lo que busca el nuevo sistema de ejecución penal.
Habló del gran reto para aplicar ese nuevo sistema recupera la visión de Carranza de hace casi cien años, devolver al Juez su capacidad de impartir justicia y no sea ya un subordinado del Ministerio Público y se convierte en un Juez de Control.
“Es un reto tan claro, tan nítido, pero tan difícil de alcanzar a la vez, que necesitamos hacer todo un esfuerzo y garantizar este control del Poder Judicial, porque ahorita sí hay una prisión con ley, pero con la diferencia de la ley del más fuerte”, dijo el catedrático universitario.
Para redondear lo anterior, apuntó que La CDHDF y el TSJDF organizaron el Foro Avances y retos en la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal en la Ciudad de México, con la finalidad de abrir un espacio donde se analicen y compartan experiencias sobre los avances y retos que implican la implementación de la Reforma Constitucional en materia de Justicia Penal de 2008.