México: Un país oficialmente envejecido

México: Un país oficialmente envejecido

 

  • Como sociedad hemos invisibilizado, subestimado y discriminado a las personas mayores
  • Nuestra deuda social con esta población es trabajar en colectivo, hacerles visibles, no relegarles ni ridiculizarles
  • Hay que reconocer que son sujetos de derecho a salud, educación, a vivir libres de violencia, a disfrutar de espacios recreativos

 

Foto: T E

 

Con una población de 17 millones 958 mil 707 personas mayores a partir de los 60 años, el 14 por ciento de la población nacional en 2020, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México es un país envejecido.

 

Con motivo del Día Nacional de las Personas Mayores, que se conmemora el 28 de agosto, Guadalupe Cañongo León, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, está convencida de que la población de personas mayores, al crecer aceleradamente, colocan ya a México en esa condición de envejecimiento.

 

Nuestra deuda social es visibilizarlas, afirmó la especialista en una entrevista al señalar que el 13 por ciento de la población de personas mayores es de hombres y el 15 por ciento es de mujeres.

 

Más de la mitad de ese grupo poblacional, 56 por ciento, tenía de 60 a 69 años. Conforme avanza la edad, el porcentaje disminuye: 30 por ciento corresponde al rango de 70 a 79, y 14 por ciento a aquellas de 80 años y más, señalan las cifras del INEGI.

 

Al respecto, la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Guadalupe Cañongo León, puntualizó que como sociedad hemos invisibilizado, subestimado y discriminado a las personas mayores.

 

La también profesora del Centro de Investigación y Estudios de Trabajo Social en Gerontología (CIETSGe) de la ENTS, subrayó que hasta hace algunos años se pensaba que eran un grupo que cursaba pasivamente su última etapa de vida, pero hoy sabemos que se trata de un gran conjunto poblacional que crece de manera acelerada y cuyo periodo de vida, según proyecciones nacionales e internacionales, no es tan corto como se consideraba, incluso, etapas previas como la infancia o la juventud podrían ser aún más reducidas que la propia etapa de vejez.

 

Nuestra deuda social con esta población, asevera, es trabajar en colectivo para hacerles visibles, no relegarles ni ridiculizarles, por el contrario, hay que reconocer que son sujetos de derecho a salud, educación, a vivir libres de violencia, a disfrutar de espacios recreativos, etcétera.

 

Foto: T E

 

Recordó que el 10 de enero de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Firma y ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores por parte de México. “Ahora sus derechos son ratificados no solo por nuestra Constitución, sino por dicho instrumento de carácter internacional, que implica que los gobiernos, a través de sus instituciones estén obligados a realizar acciones en beneficio de este grupo poblacional”.

 

Hoy en día la expectativa de vida de los mexicanos es de 72 a 74 años, mientras que para las mexicanas es de 76 a 77, aunque esta longevidad depende de diversos factores.

 

De manera equivocada, dijo, se llega a creer que representan un problema social por su dimensión numérica, lo cual es incorrecto, ya que la “dificultad” no radica en la cantidad sino en la atención y planeación de las condiciones necesarias, a fin de que esta población deje de representar un impacto en los sistemas económicos, sanitarios y educativos del país.

 

Sin embargo, precisó, no nos hemos preparado para tener una vejez saludable, sobre todo en el terreno preventivo porque somos más de acciones curativas en el ámbito de la salud, al cual regularmente se les asocia a esta población. Desafortunadamente, para una gran mayoría de personas, pensar en envejecimiento y vejez es sinónimo de dependencia, de enfermedades físicas y mentales.

 

Al respecto, mencionó que en 2022 las tres principales causas de muerte en las personas mayores en el país fueron: enfermedades cardiacas, diabetes mellitus y tumores malignos; afectaciones que son resultado de estilos de vida inadecuados como el sedentarismo y mal manejo del estrés, por ejemplo, lo cual es prevenible y se cuenta con estrategias para su atención.

 

Existen indicadores que muestran que se puede hacer algo para mejorar en general las condiciones de vida de este grupo etario, “recientemente el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social dio a conocer que, en 2016, 42.5 por ciento de la población mayor estaba en condición de pobreza, pero para 2020 esa cifra disminuyó a 37.9 por ciento”.

 

La especialista en Trabajo Social señaló que, en la ENTS, por medio del CIETSGe, se realizan actividades enfocadas al estudio e investigación en el área gerontológica, así como cursos y talleres dirigidos a la sociedad en general; las actividades a propósito del 28 de agosto serán publicadas a través de las redes oficiales de comunicación de la Escuela: https://www.trabajosocial.unam.mx/

 

Foto: T E

 

Se destaca el Proyecto Apptivate, curso de inclusión digital que busca que las personas mayores aprovechen las tecnologías de la información y la comunicación; y el Diplomado de Envejecimiento Exitoso, cuyo propósito es prepararse para experimentar una vejez en las mejores condiciones, a través de la revisión de temas como: salud física y mental, nutrición, sexualidad, temas legales para asuntos como la jubilación, testamentos o incluso divorcios, etcétera.

 

De acuerdo con la experta, la sociedad en general debemos entender que el envejecimiento implica un trayecto de vida saludable y que desde jóvenes tenemos que ponerlo en práctica para incrementar nuestras posibilidades de experimentar una vejez en las mejores condiciones físicas y mentales. Incluso, desde la academia se requiere insistir en trabajar el tema con el alumnado, con las infancias, con las juventudes, para prevenir y mejorar estilos y calidad de vida.

 

Empero, hoy las generaciones se enfrentan a un contexto en el que se sobrestima la juventud y se resiste a la idea de envejecer; no obstante, que con toda seguridad el proceso de envejecimiento es inevitable, afirmó Cañongo León.

 

Hay gran desinformación que fomenta estigmas sobre la vejez, por ejemplo, pareciera que la gente -al cumplir 60 años- adquiere una etiqueta de asexual, la cual les limita a tener deseos o emociones asociadas al erotismo, aunque eso se sabe que no es real. En general, se debe dejar de fragmentar a la sociedad por grupos y fomentar acciones de solidaridad intergeneracional, aseveró.

 

Guadalupe Cañongo sugirió reconstruir la imagen social de la vejez, volviendo la mirada a las personas mayores, pero también hacia uno mismo para imaginarse en esa etapa y trabajar en el tema.

 

Foto: T E

 

Asimismo, subrayó que es incorrecto llamar “abuelos” a quienes conforman este grupo etario, y por tanto es equivocado referirse al Día Nacional de las Personas Mayores como “Día del Abuelo”, ya que se trata de una generalización sin perspectiva de género que conlleva solo a “celebrar” a quienes tienen nietas y nietos, además de que solo hace referencia al género masculino.

 

“Bajo esa lógica equivocada terminamos celebrando a mujeres y hombres de 40 años o menos que ya tienen nietos o nietas, lo que desorienta y quita el foco real del análisis y de la reflexión en torno a la deuda que como sociedad tenemos con la población de mayor edad”, afirmó finalmente.

 

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