Nuevo máximo histórico de envejecimiento en España

Nuevo máximo histórico de envejecimiento en España

 

  • La Fundación Adecco pide contratar mayores de 45 años e incorporar al mercado laboral a discapacitados o mujeres con responsabilidades familiares
  • Urge impulsar políticas activas contra la discriminación por la razón de edad: Francisco Mesonero

 

España ha alcanzado en 2016 un nuevo máximo histórico de envejecimiento y ya hay 116 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, según alertó este miércoles la Fundación Adecco tras analizar los datos del Instituto Nacional de Estadística, informa el diario español La Razón.

La Fundación Adecco manifestó que estas cifras “contrastan con las de finales del siglo XX”, cuando “nuestro país era aún joven”, y recordó que “en 1985 se contabilizaban 46,7 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16”, por lo que “estábamos ante una sociedad en plena expansión y con potencial para crecer económica y laboralmente”.

Por comunidades autónomas, lidera el envejecimiento Asturias, con un índice del 207,2% (207 mayores por cada 100 menores de 16), seguida de Galicia (190,5%) y Castilla León (187,5%). En el otro lado, Ceuta y Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares son las únicas regiones con una mayor proporción de jóvenes.

 

Los riesgos del envejecimiento de la población

Según el diario español La Razón, desde el año 2000, España es un país envejecido, lo que significa que cuenta con más personas adultas mayores que jóvenes. El aumento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad son los principales causantes de esta realidad.

Se calcula que en 2030 los mayores de 65 supondrán el 30% de la población, frente al 18% actual. En este momento, cuando empiecen a jubilarse en masa los babyboomers (nacidos entre 1958 y 1977), unas cohortes sensiblemente más reducidas deberán soportar el coste de la atención de las pensiones y sus cuidados sociosanitarios.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “la relación cotizante-pensionista es actualmente de 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5 contribuyentes por cada jubilado. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo que sin duda pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema”.

Ante esta realidad, Mesonero destaca que: “urge tomar medidas que frenen los efectos de este envejecimiento imparable: alcanzar acuerdos de Estado y dedicar un mayor porcentaje del PIB a la familia, impulsar políticas activas contra la discriminación por la razón de edad, sensibilizar al tejido empresarial para que apueste por la fuerza laboral senior, y empoderar a los demandantes de empleo de más edad para que adquieran herramientas clave que les permitan competir en el mercado del siglo XXI”.

Según la Fundación Adecco, “a la luz de las cifras expuestas, queda patente la necesidad de apostar por la fuerza laboral que, hasta el momento, ha sufrido más discriminación en su acceso al empleo, principalmente los mayores de 45 años que experimentan exclusión de edad como consecuencia de su edad”.

Según Mesonero, “aunque actualmente los mayores de 45 años están ocupando buena parte del empleo creado, esta situación obedece más a una cuestión estadística (representan aproximadamente el 40% de desempleados), unida a otros factores como la posibilidad que tienen las empresas de contratar a estos profesionales por condiciones más económicas o la necesidad de compensar la marcha del talento joven a otros países, en busca de mejores condiciones”.

 

 

Sin embargo, “el gran reto es convencer a las empresas de que recuperar el talento senior es una ventaja competitiva. Hemos de dar por clausurada la etapa de discriminación al trabajador mayor de 45 años, hay que tener en cuenta que están en el ecuador de su vida profesional y que además cuentan con valores que les hacen altamente competitivos como la experiencia, la madurez o el control emocional- recalca Mesonero.

Pero además de los mayores, existen otros sectores de la población, tradicionalmente más inactivos, que van a resultar clave para que nuestra economía sea sostenible, según el estudio, como las personas con discapacidad o mujeres con responsabilidades familiares no compartidas.

Las primeras registran una tasa de actividad de apenas el 36%, lo que significa que un 64% de las que tienen edad laboral no tiene empleo ni lo busca. Las mujeres, por su parte, continúan con una participación en el mercado inferior a la de los hombres, con una tasa de actividad del 53% frente al 65% masculino.

Para Mesonero, “es necesario estimular su incorporación al mercado laboral y derribar los prejuicios y estereotipos que siguen lastrando su participación en igualdad de condiciones. No sólo por una cuestión de ética o justicia social, sino porque nuestra economía necesita de su talento para ser sostenible en el tiempo”.

 

Medidas para frenar los efectos del envejecimiento de la población

Desde la Fundación Adecco creen que, “en línea con la coherencia demográfica, la edad laboral tenderá a incrementarse, para compensar la falta de relevo generacional. Sin embargo, las empresas, los poderes públicos y la sociedad en general, deberán asumir otros importantes retos para adaptarse a la fuerza laboral emergente, como sensibilizar a la sociedad y al tejido empresarial, acercando los valores de los trabajadores mayores de 45 años; estimular la incorporación al mercado de los sectores de la población tradicionalmente más inactivos; promover medidas de conciliación y políticas que incidan en un estilo de vida saludable, mejorando la calidad de vida y ayudando a prevenir enfermedades en las personas de más edad.

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