Prohibido envejecer

Prohibido envejecer

  • “Más valdría que quienes se burlan, crueles, del envejecimiento de las mujeres, miraran sus propias calvicies, barrigas, arrugas, manchas y demás detallitos…”
  • También el envejecimiento está sujeto a patrones sexistas

viejos

Circuló en internet la foto de una mujer entrada en años, en fachas, que aparentemente había salido a comprarse un cafecito. Abajo decía: “¿Qué le pasó a Demi Moore?”.  Leí también una nota que, haciendo referencia a dicha foto, recordaba una película en la que Robert Redford estaba dispuesto a pagar un millón de dólares para acostarse con aquella belleza. De nuevo preguntaban: “¿Qué le pasó a Demi Moore?”.

¡Pues lo mismo que a Robert Redford! Le pasó el tiempo, como nos pasa a todos. Antes que actriz famosa, Demi Moore es una mujer, con el mismo derecho que todas a envejecer y a salir sin maquillaje si le da la gana. ¿Qué esperaban? ¿Que su belleza espectacular se conservara intacta a través de los años, cual si fuera una estatua de cera? Más valdría que quienes se burlan crueles, del envejecimiento de las mujeres, miraran sus propias calvicies, barrigas, arrugas, manchas y demás detallitos.

La nota decía que el deterioro de su cara lo había causado el exceso de botox y su negativa a aceptar su edad. No sé si aprecien ustedes la contradicción pero es la propia sociedad, con los medios de comunicación como voceros, quien les prohíbe a las mujeres envejecer, haciéndolas sentir que si pierden la juventud, pierden todo el valor. Las orilla a untarse, inyectarse, ponerse y quitarse prótesis tratando de complacer, y luego se burla de ellas porque a pesar de todo, son viejas.

Estos ataques a las figuras públicas, lastiman a todas las mujeres. No tenemos porqué lucir eternamente jóvenes. No somos adornos y nuestra belleza no radica solo en la firmeza de nuestra piel.

Hay mujeres, sin embargo, que se mantienen en excelente condición física gracias al ejercicio, el estilo de vida o unos genes privilegiados. ¿Quién no querría verse, y moverse, como Madonna a los cincuenta y tantos?

Leí los comentarios de ciertos usuarios de Youtube respecto a su nuevo videoclip “Bitch, I’m Madonna”. Me sorprendió lo mucho que la atacaban por “vieja”. ¡Decían que debía retirarse! Les molesta mucho que esa mujer que siempre ha sido un torbellino, no se sienta ni vieja, ni acabada, ni fracasada, ni deprimida, sino todo lo contrario.

Hay un imbécil llamado Bart Baker, que hace parodias de los videoclips de todas las cantantes exitosas, para poder ponerse pelucas y jugar a ser ellas. Es ingenioso, pero su misoginia es desmedida. Despedaza a Madonna. Él opina que ella no debería hacer nada de lo que hace: ni vestirse como se viste, ni cantar lo que canta, ni bailar como baila, porque es “vieja”.

Yo pienso, en cambio que “Bitch, she’s Madonna!” y que puede hacer lo que se le pegue la gana. Igual que cada una de nosotras, siempre y cuando no dañemos a nadie. Si la única persona con la que vas a tener que desayunar, comer, cenar, dormir y despertar todos los días de tu vida, eres tú misma, ¿por qué tendrías que darle gusto a los demás respecto a cómo vivir?

Aquellos que hoy lanzan dardos envenenados a las mujeres cincuentonas, (cabe mencionar que a los hombres sí se les permite envejecer), tendrán que lidiar con sus propios espejos. Eso, considerando que tengan lo que se necesita para llegar a los 50 con ganas de ver su reflejo: salud, energía, orgullo de ser quienes son, y un proyecto de vida que valga la pena.

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