Todo erotismo es una apuesta estética, un artificio, una manera de ver y percibir el mundo a través del cuerpo: Maritza Buendía

• En el ciclo La sexualidad femenina encabezará la charla Cuando así se besa: Inés Arredondo
• El jueves 24 de septiembre a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Inés Arredondo trascendió la realidad de la mujer del México del siglo XX y, por medio de su obra, transgredió las buenas costumbres de la sociedad. En la nueva sesión del ciclo La sexualidad femenina, titulada Cuando así se besa: Inés Arredondo, la escritora Maritza Buendía abordará la vida y obra de la narradora sinaloense que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores en 1979 por Río subterráneo. La cita es el jueves 24 de septiembre a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Al igual que Juan García Ponce, Salvador Elizondo, Sergio Pitol o Huberto Batis, Inés Arredondo (Sinaloa, 1928-Ciudad de México, 1989) formó parte de la Generación de Medio Siglo, cuya narrativa representó una ruptura en la literatura mexicana al tratar temas que favorecieron la pluralidad y la diversidad a través de la crítica a los cánones sociales y culturales de la época.

Maritza Buendía (Zacatecas, 1974) obtuvo el Premio Bellas Artes de Ensayo José Revueltas 2011 por Poética de voyeur, poética del amor. Juan García Ponce e Inés Arredondo. “Llegué a Inés Arredondo casi de la mano de Juan García Ponce. De la Generación de Medio Siglo, estos dos autores comparten muchas afinidades temáticas e intereses literarios en común”, señaló la ensayista en entrevista para la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

“Lo sagrado, el amor y el erotismo son algunos de sus temas, pero su abordaje y su tratamiento los vuelve diferentes, únicos. Juan García Ponce e Inés Arredondo; escritor, escritora, se tocan, se aproximan, desde la diferencia. Ambos autores son dos de los mejores exponentes de la literatura erótica escrita en México”.

La obra literaria de Inés Arredondo va más allá de la transgresión temática, pues se impuso a un mundo en el que sobresalían únicamente las historias firmadas por varones. De tal forma, es la única mujer que formó parte de la Generación de Medio Siglo. La Revista Mexicana de Literatura fue una de las publicaciones que le permitió subsistir tras divorciarse en 1965.

“Arredondo tuvo que enfrentar otra época y otra circunstancia. Yo quiero confiar, creer, apostar, por la tolerancia y la apertura, por una literatura sin adjetivos o, mejor aún, por una literatura incluyente, integradora, donde la diversidad de adjetivos es posible. La literatura es generosa, acepta varios registros, crea mundos. Ya sabemos que es la loca de la casa, ¿por qué intentar encasillarla? En lo particular, me parece que justamente esa diferencia es la que le otorga a la ficción una dimensión humana, y eso es lo que cualquier lector busca en una obra: identificarse, compenetrarse, sentirse tocado”, comentó Buendía.

Inés Arredondo ha sido considerada una de las mejores narradoras mexicanas. Publicó los libros de cuentos La señal (1965), Río subterráneo, Los espejos (1988) y la novela Opus 123 (1983). Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, neerlandés y hebreo. Al respecto, Maritza Buendía indicó: “Hay tres cuentos en particular muy bien construidos y suficientemente redondos: Mariana, Olga y Wanda. También sería innegable el hecho de que La Sunamita marca un hito dentro de la cuentística mexicana”.

Con relación al tema de la sexualidad femenina en la literatura, Maritza Buendía aseguró que existe una transformación al entrar en contacto con la literatura o con el arte en general: “El tema de la sexualidad femenina se metamorfosea y se convierte en erotismo. Y todo erotismo es una apuesta estética, artificio, una manera de ver y de percibir el mundo a través del cuerpo, de sus sentidos, pero también desde sus pensamientos. De hecho, el erotismo es un arte bastante cerebral”, finalizó.