Todo lo que Tienes que Saber del Sarampión, la Nueva Alerta Epidemiológica que Emitió la Secretaría de Salud

Todo lo que Tienes que Saber del Sarampión, la Nueva Alerta Epidemiológica que Emitió la Secretaría de Salud

 

 

29 de abril, Ciudad de México: Sin duda, la salud en México es un tema urgente por resolver por parte de las autoridades. La falta de medicinas y de personal en las instituciones públicas, no han sido suficiente para combatir enfermedades estacionales que se expanden en la población mexicana.

 

En las últimas semanas, la Secretaría de Salud ha emitido una alerta epidemiológica por sarampión. La alerta pide a todos los centros de salud a vigilar sobre posibles contagios y tomar medidas para evitar cualquier emergencia sanitaria. Hasta el momento, se tiene casi 900 casos analizados y 4 brotes confirmados, según la dependencia.

 

“El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se propaga a través del aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Los síntomas incluyen fiebre, tos, secreción nasal y erupción cutánea. La enfermedad puede ser grave y, en casos raros, puede causar complicaciones graves como neumonía, inflamación del cerebro y la muerte. La vacunación es la mejor manera de prevenir el sarampión” dice la Dra. Lyssette Cardona, infectóloga de Cleveland Clinic.

 

Para evitar cualquier desinformación sobre esa enfermedad, la Dra Cardona comparte un listado de preguntas y respuestas, con el fin de combatir la automedicación o diagnósticos errados:

  1. ¿Cómo se transmite y cuáles órganos afecta?

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite por el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. El virus del sarampión ingresa al cuerpo a través de la nariz o la boca y se propaga a los pulmones, donde comienza a multiplicarse. Luego se propaga a través del torrente sanguíneo a otros órganos, incluyendo la piel y los ojos. El virus del sarampión puede afectar gravemente el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones secundarias.

  1. ¿Cuáles son los principales síntomas?

Los principales síntomas del sarampión incluyen fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y llorosos, y erupción cutánea. La erupción comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. También puede haber dolor de garganta, dolor de cabeza y dolor muscular. En casos graves, el sarampión puede causar complicaciones como neumonía, encefalitis y ceguera.

  1. ¿Cuándo se considera de alto riesgo?

Se considera de alto riesgo a personas que no han sido vacunadas contra el sarampión y que han estado en contacto cercano con alguien que tiene la enfermedad. También se considera de alto riesgo a personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, como los pacientes con VIH o que están recibiendo quimioterapia.

  1. ¿El sarampión afecta solo a los niños?

No, el sarampión no afecta solo a los niños. Puede afectar a personas de cualquier edad que no hayan sido vacunadas o que no hayan tenido la enfermedad antes. Sin embargo, los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 20 años tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por el sarampión.

  1. En la actualidad ¿Cuál es la tasa de mortalidad por sarampión?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad la tasa de mortalidad por sarampión es del 0,2%. Sin embargo, es importante destacar que el sarampión puede tener complicaciones graves en algunas personas, especialmente en bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

  1. ¿Quiénes se encuentran más expuestos al virus?

Las personas que no han sido vacunadas contra el sarampión y aquellas con sistemas inmunológicos debilitados tienen un mayor riesgo de contraer el virus. También aquellos que viajan a áreas donde el sarampión es común o que tienen contacto cercano con personas infectadas.

  1. ¿Cuáles efectos secundarios puede causar?

Algunos de los efectos secundarios del sarampión pueden incluir: – Fiebre alta – Tos seca – Ojos rojos y llorosos – Sensibilidad a la luz – Erupción cutánea que comienza en la cabeza y se extiende por todo el cuerpo – Dolor de garganta – Dolor de cabeza – Dolor muscular y articular – Pérdida de apetito En casos graves, el sarampión puede causar complicaciones como neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) y pérdida de la audición.

  1. ¿Cómo se previene?

La mejor manera de prevenir el sarampión es a través de la vacunación. La vacuna contra el sarampión es segura y efectiva, y se recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna. También es importante evitar el contacto cercano con personas que tienen sarampión y lavarse las manos con regularidad para evitar la propagación del virus.

  1. ¿A qué se debe el aumento de casos en los últimos meses?

Entre 2020-2022 debido a la pandemia muchos niños no se vacunaron y permanecen susceptible al virus y otras enfermedades contagiosas.

 

Inmunización

  1. ¿Existe tratamiento contra el virus?

Sí, existe tratamiento contra el virus del sarampión. No hay un tratamiento específico para el sarampión, pero los síntomas se pueden tratar con medicamentos para reducir la fiebre y aliviar la tos y el dolor de garganta. Además, se pueden administrar suplementos de vitamina A para reducir la gravedad de la enfermedad y disminuir el riesgo de complicaciones. En casos graves, puede ser necesario hospitalizar al paciente para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.

  1. ¿Cuántas vacunas existen y su nivel de efectividad de las vacunas?

Existen dos tipos de vacunas contra el sarampión: la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y la vacuna cuádruple vírica (sarampión, paperas, rubéola y varicela). Ambas vacunas son altamente efectivas y se recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna para estar completamente protegidos. La primera dosis se administra a los 12-15 meses de edad y la segunda dosis se administra entre los 4 y 6 años. La efectividad de la vacuna es del 97% después de la primera dosis y del 99% después de la segunda dosis.

  1. ¿A qué edad se debe colocar la vacuna y si producen algún efecto secundario?

La vacuna contra el sarampión se debe administrar en dos dosis, la primera a los 12-15 meses de edad y la segunda entre los 4 y 6 años. Los efectos secundarios de la vacuna suelen ser leves y temporales, como fiebre, sarpullido o dolor en el lugar de la inyección. La vacuna es segura y altamente efectiva, con una tasa de protección del 97% después de dos dosis

  1. ¿Estas vacunas inmunizan o se puede contraer la enfermedad después de vacunado?

Las vacunas contra el sarampión son altamente efectivas y proporcionan una inmunidad duradera. Sin embargo, en raras ocasiones, algunas personas pueden contraer la enfermedad después de haber sido vacunadas. Esto se debe a que ninguna vacuna es 100% efectiva, pero la vacunación sigue siendo la mejor manera de prevenir el sarampión y sus complicaciones.

  1. ¿Existen vacunas de refuerzo contra el sarampión? ¿A quiénes pueden aplicarse?

Sí, existen vacunas de refuerzo contra el sarampión. La mayoría de las personas reciben dos dosis de la vacuna MMR (contra el sarampión, las paperas y la rubéola) durante la infancia, pero después de eso, es posible que se necesite una vacuna de refuerzo. En general, se recomienda que los adultos que no han recibido dos dosis de la vacuna MMR o que no han tenido sarampión reciban una dosis de la vacuna. También se recomienda que las personas que viajan a áreas donde el sarampión es común reciban una dosis de la vacuna MMR si no han recibido dos dosis previamente.

  1. Recomendaciones o sugerencias de cuidado para pacientes que presenten síntomas y medidas preventivas para los demás miembros de la familia en el hogar

 

Algunas recomendaciones para pacientes que presenten síntomas de sarampión incluyen: – Aislarse de otras personas para evitar la propagación del virus. – Descansar y mantenerse hidratado. – Tomar medicamentos para reducir la fiebre y aliviar los síntomas, como el dolor y la tos, según lo recomendado por un médico. – Evitar frotarse los ojos, ya que el sarampión puede causar conjuntivitis. – Consultar a un médico si los síntomas empeoran o si se presentan complicaciones.

 

 

En cuanto a las medidas preventivas para los demás miembros de la familia en el hogar, se sugiere: – Asegurarse de que todos los miembros de la familia estén vacunados contra el sarampión. – Evitar el contacto cercano con la persona infectada y sus objetos personales. – Mantener una buena higiene personal, incluyendo lavarse las manos con frecuencia. – Limpiar y desinfectar las superficies y objetos que puedan estar contaminados con el virus. – Monitorear a los miembros de la familia para detectar síntomas de sarampión y buscar atención médica si es necesario.

 

Cuidarse del sarampión no solo es una responsabilidad individual, sino también un acto de solidaridad y protección hacia toda la comunidad. Al vacunarnos contra el sarampión, no solo nos protegemos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, sino que también contribuimos a prevenir la propagación de esta enfermedad altamente contagiosa. Es una forma de cuidado colectivo que beneficia especialmente a aquellos que no pueden recibir la vacuna debido a condiciones médicas o edad, ya que, al mantener altas tasas de vacunación, creamos un escudo de protección que evita la aparición de brotes y protege a los más vulnerables.

 

Además, cuidarse del sarampión es fundamental para preservar la salud pública y garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Al evitar la propagación del sarampión, evitamos también sus potenciales complicaciones y secuelas, que pueden ser graves e incluso mortales. Es una responsabilidad ética y social estar informados, vacunados y tomar las medidas necesarias para prevenir enfermedades prevenibles, asegurando así un entorno más saludable y seguro para todos.

 

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